Rigoberta Bandini, el 'personaje' fundado en 2019 por Paula Ribó, se ha convertido en uno de los exponentes más importantes de la actual cultura pop. Autora del icónico Ay mamá, le ha dado una vuelta de tuerca a su creatividad en su nuevo trabajo, donde deja los himnos de estadio en un cajón para componer algunas de las canciones que mejor retratan las emociones y los pensamientos de su generación.

"El público es muy inteligente y nota mucho cuando las cosas están hechas desde la honestidad y la libertad, no hay que subestimarlo"

"En la contradicción está la riqueza, y asumirla también nos hace más humildes"

"Intento equilibrar a Paula Y Rigoberta. Creo que la una sin la otra no podrían existir y cuando estoy bien es cuando ambas se inspiran"

"Nunca me he casado con ningún género, y eso me permite oscilar de uno a otro sin miedo"

"He estirado como un chicle la feminidad histriónica, encontrando belleza en su deformidad. Ha sido muy liberador"

"Igual ha habido momentos que me he podido sentir juzgada, pero se me han olvidado. No me gusta nada el victimismo y, en realidad, me siento muy querida. Para nada me siento diana de nadie"

"Me emociona cumplir años, me siento cada vez más segura de mí misma, pero, a la vez, soy una melancólica empedernida del paso del tiempo y me da mucha pena que las cosas no vuelvan a ocurrir"

"Ni todos somos activistas ni tenemos que serlo, pero hay que hacer lo que una sienta que hay que hacer"

"No me da la sensación de que haya una homogeneización sonora. Igual en el mundo latino sí, pero tampoco me parece tóxico, es lo que el público consume y yo soy la primera que llega a una fiesta y quiero poner Bad Bunny"

"Eurovisión no es uno de mis objetivos. Melody me parece una mujer maravillosa y está muy entregada. La apoyamos todos mucho con su diva, todas somos unas divas salvajes y poderosas"