Empezó de la peor manera el partido ante el
Inter para el
Barça. Con
Lamine Yamal finalmente en el once pese a las molestias en un adductor que le obligaron a dejar el calentamiento, el equipo de
Simone Inzaghi echó un jarro de agua fría en el vigente campeón de la
Copa del Rey al meter el 0-1 a los 33 segundos. Tras un rechace de
Jules Koundé, el balón llegó a la banda derecha, donde
Denzel Dumfries envió un centro al corazón del área. Allí,
Iñigo Martínez resbaló de forma fatal y no pudo obstaculizar el remate de tacón de
Marcus Thuram, que alojó el cuero al fondo de las mallas sin que
Wojciech Szczesny pudiera evitar el gol del delantero francés.
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