Rechazados, detenidos y deportados: los casos más sonados de la ofensiva de Trump contra los extranjeros
La Administración Trump está tomando medidas sin precedentes para perseguir a migrantes y personas que se oponen a su idearioEl Supremo de EEUU ordena a Trump suspender las deportaciones basadas en la Ley de Enemigos Extranjeros Donald Trump volvió la Casa Blanca prometiendo “la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”. Su gobierno se ha puesto manos a la obra, militarizando todavía más la frontera de Estados Unidos con México y persiguiendo a refugiados y solicitantes de asilo mientras siembra el miedo con redadas en comunidades de personas sin papeles y detenciones a migrantes para deportarlos. Sus críticos están indignados pero no pueden decir que estén sorprendidos. Lo que pocos esperaban es el capítulo legal que se ha abierto a continuación, con una ofensiva de varios niveles dirigida contra personas consideradas opositoras a la agenda ideológica del presidente de Estados Unidos. Un asalto extraordinario que se engloba dentro de una ofensiva generalizada contra la educación superior, la independencia judicial y la Constitución de EEUU. A continuación, algunos de los casos más destacados que, por su naturaleza extrema y dudosa legalidad, han captado la atención del mundo. Corresponden en su mayoría a personas que sí tenían los papeles necesarios para residir en EEUU pero se convirtieron en objetivos de la Administración Trump en su rápido y poco legal proceso de consolidación de poder. Estudiantes y académicos perseguidos y 'desaparecidos' En las últimas semanas, los equipos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (Ice, por sus siglas en inglés) han comenzado a detener y a encarcelar a estudiantes y académicos extranjeros con visado o con tarjeta de residencia permanente en EEUU. En la mayoría de los casos, el gobierno ha esgrimido como motivo la participación de estas personas en las protestas propalestinas que se organizaron en las universidades por la guerra que Israel está librando en Gaza tras el atentado terrorista del 7 de octubre de 2023. Aunque no los acusen de ningún delito, la justificación que se alega para deportarlos es que “apoyan a Hamás”. Entre los detenidos figuran las siguientes personas: Mahmoud Khalil Mahmoud Khalil (en el centro), durante una rueda de prensa en 2024 por la acampada en la Universidad de Columbia en apoyo a Gaza. El palestino con tarjeta de residencia permanente Mahmoud Khalil, de 30 años, fue uno de los que lideraron las protestas por la guerra de Israel en Gaza el año pasado. Recién licenciado por la Universidad de Columbia de Nueva York, a Khalil lo arrestaron frente a su esposa embarazada y lleva desde mediados de marzo en un centro de detención de Luisiana. La libertad de expresión está protegida por la Constitución de EEUU pero en casos como el de Khalil la Administración Trump ha recurrido a oscuras leyes de inmigración para hacer un alegato poco común: que tiene la potestad de detener y deportar sumariamente a personas que considere contrarias a la política exterior de EEUU. Un grupo de extrema derecha proisraelí se atribuye el mérito de haber señalado el nombre de Khalil y el de otras personas para que las autoridades fueran contra ellas. Rümeysa Öztürk Tal como muestra un vídeo grabado por un testigo, la estudiante de doctorado de Tufts University Rümeysa Öztürk, de 30 años, fue rodeada en un barrio de las afueras de Boston por agentes de inmigración enmascarados y encapuchados que luego la introdujeron en un coche sin matrícula. Becaria Fulbright y ciudadana turca con visado, Öztürk era coautora de un artículo de opinión publicado por el periódico estudiantil que criticaba la reacción de la universidad al ataque militar de Israel contra Gaza y los palestinos. La estudiante fue detenida e ingresada precipitadamente en un centro de internamiento de Luisiana por aparente

La Administración Trump está tomando medidas sin precedentes para perseguir a migrantes y personas que se oponen a su ideario
El Supremo de EEUU ordena a Trump suspender las deportaciones basadas en la Ley de Enemigos Extranjeros
Donald Trump volvió la Casa Blanca prometiendo “la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”. Su gobierno se ha puesto manos a la obra, militarizando todavía más la frontera de Estados Unidos con México y persiguiendo a refugiados y solicitantes de asilo mientras siembra el miedo con redadas en comunidades de personas sin papeles y detenciones a migrantes para deportarlos. Sus críticos están indignados pero no pueden decir que estén sorprendidos.
Lo que pocos esperaban es el capítulo legal que se ha abierto a continuación, con una ofensiva de varios niveles dirigida contra personas consideradas opositoras a la agenda ideológica del presidente de Estados Unidos. Un asalto extraordinario que se engloba dentro de una ofensiva generalizada contra la educación superior, la independencia judicial y la Constitución de EEUU.
A continuación, algunos de los casos más destacados que, por su naturaleza extrema y dudosa legalidad, han captado la atención del mundo. Corresponden en su mayoría a personas que sí tenían los papeles necesarios para residir en EEUU pero se convirtieron en objetivos de la Administración Trump en su rápido y poco legal proceso de consolidación de poder.
Estudiantes y académicos perseguidos y 'desaparecidos'
En las últimas semanas, los equipos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (Ice, por sus siglas en inglés) han comenzado a detener y a encarcelar a estudiantes y académicos extranjeros con visado o con tarjeta de residencia permanente en EEUU.
En la mayoría de los casos, el gobierno ha esgrimido como motivo la participación de estas personas en las protestas propalestinas que se organizaron en las universidades por la guerra que Israel está librando en Gaza tras el atentado terrorista del 7 de octubre de 2023. Aunque no los acusen de ningún delito, la justificación que se alega para deportarlos es que “apoyan a Hamás”. Entre los detenidos figuran las siguientes personas:
Mahmoud Khalil
El palestino con tarjeta de residencia permanente Mahmoud Khalil, de 30 años, fue uno de los que lideraron las protestas por la guerra de Israel en Gaza el año pasado. Recién licenciado por la Universidad de Columbia de Nueva York, a Khalil lo arrestaron frente a su esposa embarazada y lleva desde mediados de marzo en un centro de detención de Luisiana.
La libertad de expresión está protegida por la Constitución de EEUU pero en casos como el de Khalil la Administración Trump ha recurrido a oscuras leyes de inmigración para hacer un alegato poco común: que tiene la potestad de detener y deportar sumariamente a personas que considere contrarias a la política exterior de EEUU.
Un grupo de extrema derecha proisraelí se atribuye el mérito de haber señalado el nombre de Khalil y el de otras personas para que las autoridades fueran contra ellas.
Rümeysa Öztürk
Tal como muestra un vídeo grabado por un testigo, la estudiante de doctorado de Tufts University Rümeysa Öztürk, de 30 años, fue rodeada en un barrio de las afueras de Boston por agentes de inmigración enmascarados y encapuchados que luego la introdujeron en un coche sin matrícula.
Becaria Fulbright y ciudadana turca con visado, Öztürk era coautora de un artículo de opinión publicado por el periódico estudiantil que criticaba la reacción de la universidad al ataque militar de Israel contra Gaza y los palestinos.
La estudiante fue detenida e ingresada precipitadamente en un centro de internamiento de Luisiana por aparente desacato a una orden judicial. Öztürk sostiene que allí ha sido desatendida y maltratada en “condiciones inseguras e inhumanas”.
Mohsen Mahdawi
Palestino y titular de un permiso de residencia permanente como estudiante de la Universidad de Columbia, a Mahdawi lo detuvieron los agentes del Ice el 14 de abril en Colchester (estado de Vermont). Así lo confirman sus abogados y un vídeo del incidente que adelantó The Intercept. Mahdawi destacó en las protestas de Columbia del año pasado.
Según su abogado, lo introdujeron en un coche sin matrícula frente a la oficina del gobierno federal a la que había acudido para una entrevista que formaba parte de su proceso de nacionalización como estadounidense.
Yunseo Chung
La también estudiante de Columbia Yunseo Chung, de 21 años, demandó a la Administración Trump por intentar deportarla y ahora vive escondida. Activista por los derechos de los palestinos, Chung fue detenida por la policía de Nueva York durante una protesta en marzo contra los castigos administrados por su universidad a los estudiantes que hacían activismo, de acuerdo con un artículo de The New York Times.
Nacida en Corea del Sur y residente en EEUU desde que tiene siete años, Chung dijo que un empleado del gobierno había comunicado a su abogado que le iban a revocar el permiso de residencia y a expulsarla del país.
Alireza Doroudi
“Donald Trump, Tom Homan [el ”zar de las fronteras“ de Trump] y el Ice han clavado una daga fría y despiadada en el corazón de la comunidad internacional de la UA [University of Alabama]”, dijo sobre la detención de Alireza Doroudi el grupo del Partido Demócrata en el campus.
No se sabe mucho sobre las acusaciones que la Administración Trump alega tener contra el iraní Doroudi, que estudiaba ingeniería mecánica en Alabama, pero según la cadena NBC ha sido trasladado al mismo centro del Ice en Jena (estado de Luisiana) donde está preso Khalil.
Badar Khan Suri
Más de 370 exalumnos se han unido a 65 estudiantes de la Universidad de Georgetown (en Washington DC) para firmar una carta de rechazo a la detención por parte de las autoridades de inmigración del doctor Badar Khan Suri, de nacionalidad india y becario postdoctoral en el Centro Alwaleed Bin Talal para el Entendimiento Cristiano-Musulmán (ACMCU).
Las autoridades han revocado su visado de estudiante alegando que el suegro de Khan Suri asesoró a autoridades de Hamás hace más de 10 años. También han dicho que lo consideraban “deportable” por publicaciones de redes sociales donde mostraba su apoyo a Palestina. Trasladado a Luisiana, fue detenido posteriormente en Texas, donde tiene en mayo fecha para comparecer ante el juez.
Kseniia Petrova
Las autoridades estadounidenses detuvieron en el aeropuerto de Logan (Boston) en febrero a esta investigadora de la Facultad de Medicina de Harvard por una aparente irregularidad en los trámites aduaneros relacionados con muestras de embriones de rana.
A Petrova, de 30 años, que regresaba a EEUU desde Francia, le dijeron que le revocaban el visado y la deportaban a su Rusia natal. Cuando Petrova respondió que temía sufrir persecución política en Rusia por sus críticas a la invasión de Ucrania, se la llevaron y la internaron en un centro de detención abarrotado de Luisiana.
Estudiantes con visados revocados
Entre mediados de marzo y mediados de abril el Departamento de Estado ha modificado el “estatus legal” de más de 1.300 estudiantes internacionales en un mínimo de 200 universidades de todo el país, llegando a revocar el visado en algunos casos, según un informe de la web sobre educación terciaria Inside Higher Education. “Explosión de visados revocados”, lo llamaron en la publicación especializada.
Aunque ni a las facultades ni a los estudiantes se les ha dado mucha información sobre los motivos, el secretario de Estado Marco Rubio ha arremetido contra los activistas y manifestantes universitarios tildándolos de “lunáticos”. En algunos casos se han mencionado sus opiniones propalestinas. Otros han llegado a la conclusión de que se habían convertido en un objetivo por faltas menores como multas por exceso de velocidad. Algunos no encuentran ninguna razón específica para que se les haya revocado el visado mientras el pánico se apodera de las universidades. Según la agencia de noticias Associated Press, muchos proceden de India y de China. Entre los casos más destacados figuran:
Felipe Zapata Velásquez
La familia de Felipe Zapata Velásquez, de 27 años, ha dicho que el estudiante de la Universidad de Florida estaba en su Columbia natal, “en proceso de recuperación física y emocional” después de que en marzo la policía de Gainesville lo detuviera por una infracción de tráfico y lo entregara al Ice.
Zapata Velásquez aceptó ser deportado para evitar una larga detención y peleas jurídicas. Maxwell Frost, congresista por el Partido Demócrata, acusó a las autoridades de haberlo “secuestrado”.
Momodou Taal
Con nacionalidad británica y gambiana, Momodou Taal cursaba un doctorado en el Centro de Estudios e Investigación Africanos de la Universidad de Cornell, y era un activista conocido en esta universidad de la Ivy League. El año pasado fue suspendido por participar en protestas antisionistas. Demandó a la Administración Trump por tachar de antisemitas a los estudiantes extranjeros que protestaban y le dijeron que se entregara a los funcionarios de inmigración. Desde entonces ha abandonado el país.
Deportado por error (reconocido)
Kilmar Ábrego García
El salvadoreño Kilmar Ábrego García fue deportado a El Salvador por error, tal y como admitió la Administración Trump antes de desobedecer un fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que le ordenaba “facilitar” el regreso de Ábrego García a su hogar y a su familia en Maryland desde la despiadada mega prisión de Tecoluca, en el país centroamericano.
Ábrego García no tenía permiso de residencia pero sí un estatus de protección para que no lo deportaran a El Salvador. Pero ahí es donde ha sido trasladado sin audiencia previa. La Administración Trump lo acusa de ser un gánster violento y lo ha dejado a su suerte en El Salvador, enfureciendo en el proceso a un juez federal y haciendo que salten las alarmas por la posibilidad de una crisis constitucional.
Sin acusarlo de ningún delito, Ábrego García fue deportado junto a cientos de venezolanos. Michael Coleman, jefe del sindicato de metalúrgicos, dijo que no formaba parte de ninguna banda y que era un “aprendiz que trabaja duro en busca del sueño americano”. Trump ha dicho que está estudiando la posibilidad de enviar a ciudadanos estadounidenses a las cárceles salvadoreñas.
Deportados sumariamente a un tercer país
Estados Unidos deportó a mediados de marzo a más de 230 venezolanos a la megacárcel de El Salvador sin siquiera una audiencia, pese a que un juez federal trató de detener esos vuelos y luego bloqueó otros.
Donald Trump tomó una medida extraordinaria para saltarse el procedimiento reglado: invocar la Ley de Extranjeros Enemigos de 1798, redactada solo para tiempos de guerra (lo que a su vez ha provocado un recurso de la ONG Unión Estadounidense por las Libertades Civiles).
John Roberts, presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos, reprendió a Trump por haber amenazado al juez, pero una mayoría del Alto Tribunal permitió que Trump utilizara la vetusta ley. Eso sí, el Tribunal Supremo también reafirmó por unanimidad el derecho de los procesados a que se respeten los procedimientos reglados y la potestad de los ciudadanos de presentar recursos de habeas corpus.
La mayoría de los hombres enviados a El Salvador no son delincuentes violentos ni forman parte de bandas criminales, en contra de lo que afirma la Administración Trump, según una investigación de The New York Times. Aparentemente, los acusaran de pertenecer a la banda transnacional venezolana Tren de Aragua por sus tatuajes.
Entre las familias que han salido a denunciarlo figuran las de:
Andry José Hernández Romero
Maquillador y peluquero, Hernández Romero, de 31 años, llegó el año pasado a California pidiendo asilo. En su cita con las autoridades explicó que vivía amenazado en Venezuela debido a su homosexualidad. Fue detenido y acusado de formar parte del Tren de Aragua por sus tatuajes. Con la llegada de Trump lo deportaron repentinamente por considerarlo una “amenaza a la seguridad”.
Jerce Reyes Barrios
El Departamento de Seguridad Nacional ha acusado al exfutbolista profesional Jerce Reyes Barrios, de 36 años, de pertenecer a una banda por sus tatuajes. Entre ellos, uno con una corona sobre un balón de fútbol y un rosario donde se lee la palabra “Dios”.
“Eligió ese tatuaje porque se parece al logo de su equipo favorito, el Real Madrid”, dijo su abogada, Linette Tobin. También, que Reyes Barrios había huido de Venezuela tras ser torturado por protestar contra el gobierno.
Francisco Javier García Casique
Los familiares de Francisco Javier García Casique, de 24 años, se quedaron conmocionados cuando lo vieron en el vídeo propagandístico filmado en El Salvador con decenas de presos venezolanos a los que bajaban de aviones a marchas forzadas.
García Casique es barbero en Maracay, su ciudad natal, y totalmente inocente del delito de pertenencia a banda, según sus familiares, que añaden que Francisco y su hermano Sebastián llevan tatuajes idénticos con citas de la Biblia.
Migrantes en busca de asilo trasladados a Panamá
Un avión militar estadounidense despegó en febrero de California con más de 100 inmigrantes de países tan lejanos como Afganistán, Irán, Uzbekistán, China, Sri Lanka, Turquía y Pakistán, para llevarlos a Panamá. Habían sido encadenados y deportados a un tercer país porque sus naciones de origen se negaban a recibirlos. Encerrados en un hotel de Ciudad de Panamá, hacían señas y escribían en las ventanas pidiendo ayuda.
El grupo, en el que también hay niños, fue trasladado y retenido en una instalación en lo profundo de la tupida selva que separa a Panamá de Colombia. Al parecer, después los liberaron y ahora están buscando asilo en otros países, con un futuro incierto. Entre las personas deportadas en ese vuelo figura:
Artemis Ghasemzadeh
La iraní de 27 años Artemis Ghasemzadeh escribió “ayúdennos” con pintalabios en una ventana del hotel de Ciudad de Panamá para alertar a unos reporteros del periódico The New York Times que estaban en la calle.
Como dijo al periódico aún bajo arresto, Ghasemzadeh había pensado que Estados Unidos le ofrecería protección por el peligro que corría en Irán tras convertirse del islam al cristianismo.
Estadounidenses interrogados y amenazados
Amir Makled
Nacido en Detroit, el abogado libanés-estadounidense Amir Makled fue interrogado en el aeropuerto al regresar de un viaje de vacaciones. Un equipo de respuesta antiterrorista lo retuvo y presionó para que entregara su teléfono y, posteriormente, parte de su contenido.
Makled representa a un manifestante estudiantil propalestino que ha sido detenido en la Universidad de Michigan.
El incidente demuestra el debilitamiento en la frontera de la protección que la cuarta enmienda de la Constitución garantiza contra “registros e incautaciones irrazonables”, según los expertos.
Nicole Micheroni
Nacida en EEUU y con nacionalidad estadounidense, la abogada de Massachusetts especializada en inmigración Nicole Micheroni habló tras recibir un correo electrónico de la Administración Trump donde se le decía: “Es hora de que abandone Estados Unidos”.
“Probablemente, con suerte, me lo enviaron por error, pero es un poco preocupante que estos vayan a ciudadanos estadounidenses”, dijo a la cadena NBC. En su opinión, el correo formaba parte de la táctica de miedo.
Visitantes que han sido detenidos
Jasmine Mooney, Canadá
Durante una de sus frecuentes visitas a California, a la canadiense Jasmine Mooney la esposaron y arrestaron durante dos semanas en un centro de detención de Estados Unidos por una supuesta irregularidad en su visado de trabajo.
Mooney ha hablado de duras condiciones y de un agujero negro informativo. También, de lo furiosa que está por muchos otros detenidos que conoció y siguen allí varados, sin acceso a los recursos que finalmente la sacaron del centro a ella.
Rebecca Burke, Reino Unido
Esta artista gráfica británica fue detenida en la frontera cuando iba como mochilera desde Seattle hasta Canadá. Por una confusión en el visado se convirtió en una de las 32.809 personas detenidas por el Ice durante los primeros 50 días de la presidencia Trump.
Fue liberada casi tres semanas después de su detención en penosas condiciones. Sin que lo advirtieran las autoridades, sacó del centro los dibujos que había hecho de otros compañeros detenidos.
Jessica Brösche, Alemania
Turista y tatuadora natural de Berlín, Jessica Brösche, de 29 años, fue arrestada por las autoridades de inmigración estadounidenses. Tras más de seis semanas detenida en Estados Unidos, incluidos lo que según su descripción fueron ocho días en régimen de aislamiento, fue deportada a Alemania. Su familia tildó lo sucedido de “película de terror”.
Fabian Schmidt, Alemania
Titular de un permiso de residencia permanente en Estados Unidos, el ciudadano alemán Fabian Schmidt, de 34 años, fue detenido e “interrogado violentamente” por agentes fronterizos estadounidenses cuando regresaba a New Hampshire tras un viaje a Luxemburgo. Lo retuvieron durante horas en el aeropuerto Logan de Boston, lo desnudaron y lo metieron en una ducha fría, según su familia. Después lo dejaron sin comida ni medicina y se desmayó.
A mediados de abril se encontraba detenido en un centro del Ice en Rhode Island. Su caso está siendo investigado.
Devueltos
'Jonathan'
Un hombre con visado para trabajar en EEUU que habló con The Guardian bajo condición de anonimato explicó que le habían denegado la entrada en Estados Unidos tras viajar a su Australia natal para esparcir las cenizas de su hermana.
A su llegada a Houston (en el estado de Texas), lo sacaron de la fila y le acusaron, entre otras cosas, de vender drogas y de no tener la documentación adecuada. Tras más de un día de detención lo embarcaron en un vuelo de regreso a Australia, a pesar de que llevaba cinco años trabajando en la costa este del país, donde vivía con su novia.
¿Prohibida la entrada por criticar a Trump?
Alvin Gibbs, Marc Carrey y Stefan Häublein, los miembros del grupo de punk rock UK Subs explicaron que les denegaron la entrada a EEUU y los detuvieron cuando viajaban a Los Ángeles para dar un concierto tras interrogarlos sobre sus visados.“No puedo evitar preguntarme si tuvieron algo que ver mis frecuentes y no precisamente halagadores comentarios públicos sobre su presidente [Trump] y su Administración”, dijo Alvin Gibbs, el bajista del grupo.
A Gibbs y a sus dos compañeros de banda los retuvieron durante 24 horas en duras condiciones antes de ser devueltos al Reino Unido.
Científico francés
El ministro galo de Educación Superior e Investigación denunció que a un científico francés (su nombre no ha trascendido) le denegaron la entrada a Estados Unidos después de que las autoridades de inmigración del aeropuerto registraran su teléfono y encontraran mensajes en los que expresaba críticas contra la Administración Trump.
El investigador se dirigía a una conferencia en Texas. “La libertad de opinión, la libre investigación y la libertad académica son valores que seguiremos defendiendo con orgullo”, protestó Baptiste en declaraciones a Le Monde.