Qué suerte la nuestra
La respuesta del Gobierno de Pedro Sánchez a los aranceles de Trump es el mejor ejemplo de la gestión de una crisis.

Cuando cursaba el Grado de Ciencias Políticas, recuerdo que dos de las claves en la gestión de crisis y en momentos de incertidumbre política eran la gestión proactiva y la anticipación. Pues bien, no se me ocurre un mejor ejemplo práctico que la respuesta del Gobierno de Pedro Sánchez a la nueva política arancelaria de la Administración Trump. En un momento de guerra comercial sin precedentes, teníamos dos opciones como país: esperar a las consecuencias y actuar frente a ellas, o adelantarnos, liderar la respuesta y poner certidumbre a la incertidumbre. Eso segundo ha hecho el Gobierno de España.
Horas antes de que Donald Trump concretara los aranceles a Europa, el presidente Sánchez se reunió con todos los agentes sociales para consensuar una respuesta de país. Al día siguiente del anuncio del presidente estadounidense, tuvo un encuentro en La Moncloa con representantes de las industrias españolas afectadas por los aranceles. Y en el primer Consejo de Ministros, aprobó el primer decreto de ayudas a los sectores afectados, dotado con más de 14.000 millones de euros, y una campaña para relanzar nuestros productos nacionales. Todo, con el objetivo de proteger nuestras empresas y trabajadores.
A esa respuesta inmediata, se añade la visita institucional de enorme importancia a Vietnam y China. En estos dos países, Pedro Sánchez ha apoyado nuevas inversiones de empresas españolas en el territorio y, sobre todo, ha liderado el acercamiento del conjunto de la Unión Europea al gran mercado chino. El refuerzo de la presencia de España y de Europa en Asia diversifica y expande nuestra capacidad comercial y la hace menos dependiente de mercados inestables.
El Gobierno progresista se ha visto obligado en estos siete años a gestionar crisis nacionales e internacionales como la covid, el volcán de La Palma o las consecuencias de la invasión de Ucrania… Y ahora, la guerra comercial iniciada por Estados Unidos. Pese a todo esto, España lidera las cifras de crecimiento económico y de creación de empleo, y ha reforzado, a la vez, nuestro estado del bienestar. Con este gobierno, estamos viendo normal lo extraordinario… ¿Se imaginan la misma situación con un gobierno del PP dependiente de un partido de extrema derecha antieuropeísta? Pues eso. Qué suerte la nuestra.