Profesión: entrenador de robots humanoides para toda la industria
Robots for Humanity fue creada por emprendedores cordobeses; importan y programan robots para realizar tareas repetitivas o de alto riesgo en industrias como la automotriz, petróleo, gas y minería
La perspectiva de una planta industrial que solo emplea a robots humanoides en su línea de producción ha dejado de ser ciencia ficción. Hoy, la combinación de inteligencia artificial, robótica y el concepto de gemelos digitales (entornos virtuales que replican los espacios productivos), está transformando la industria, al punto de que ya hay fábricas en China donde los robots se fabrican unos a otros.
Según el Foro Económico Mundial, actualmente el 50% del PBI mundial proviene de trabajos manuales que podrían ser automatizados con robots humanoides. Y para el 2050, más de la mitad de los trabajos actuales serán hechos por robots.
Tomando esta inquietante proyección como una oportunidad, el ingeniero en telecomunicaciones y emprendedor Alejandro Parise creó Robots for Humanity. Esta startup, fundada a fines del año pasado en Córdoba, se dedica a programar y entrenar robots humanoides para hacer tareas peligrosas o repetitivas en diversas industrias.
No se trata meramente de sistemas de inteligencia artificial “en la nube” o de brazos robóticos -utilizados desde hace décadas en plantas industriales-, sino -como su nombre lo indica- de robots con aspecto y dimensiones humanas.
“Es necesario que los robots se asemejen a nosotros, para poder interactuar con ellos en un entorno laboral, porque el mundo está diseñado por y para humanos”, comenta Parise y aclara que “no se trata de reemplazar a los trabajadores humanos, sino desplazar aquellas tareas más tediosas o riesgosas, para que las personas podamos concentrarnos en tareas más estratégicas o creativas”.
“Solo en Estados Unidos, más de 10 millones de empleos son considerados inseguros o poco atractivos. Y a medida que la población envejece, las empresas enfrentan dificultades crecientes para cubrir ciertos puestos laborales. En estos casos los robots humanoides presentan una alternativa para sostener la productividad”, asegura.
Entrenamiento virtual
Actualmente, Robots for Humanity importa los robots de China y los “entrena” en entornos de realidad virtual basados en el concepto de gemelos digitales, utilizando herramientas del entorno creado por Nvidia. “Reproducimos virtualmente el espacio de trabajo donde va a interactuar el robot, exponiéndolo a diversas situaciones. Luego lo trasladamos a su puesto de trabajo real, sin errores ni complicaciones”, explica.
Para diseñar los programas de entrenamiento, Parise se basó en los contenidos y simulaciones virtuales creados con sus startups anteriores: Evaluados.AI, una plataforma de contenidos digitales para universidades creados con inteligencia artificial; e Issuu.VR, una plataforma de realidad virtual con simulaciones para entrenar en oficios.
“La principal ventaja de incorporar robots a la producción es la velocidad. Los robots pueden aprender en una semana lo que a las personas nos lleva varios años”, dice Parise, quien sumó a su equipo al científico de datos Erik Davidsson y al ingeniero Santiago Braña.
Como contrapartida, el costo aún es elevado. “Cada robot humanoide puede valer entre 25.000 y 100.000 dólares. Pero a medida que su producción se masifique, el precio irá descendiendo”, asegura el emprendedor.
Industria 4.0
Varias industrias locales, sobre todo del rubro automotriz y de minería, petróleo y gas, están interesadas en incorporar robots humanoides a sus plantas, e incluso algunas ya están en la fase de entrenamiento, comenta el fundador de Robots for Humanity. El plan para este año es comenzar las implementaciones con las empresas (los contenidos y entornos para entrenar a los robots se deben diseñar a medida), y luego exportar estos servicios a otros países de la región.
“Si bien en Argentina estamos algo rezagados, la tendencia de la industria digitalizada 4.0 ya llegó. Es cierto que los robots van a desplazar algunos empleos en las fábricas o en los pozos petroleros. Pero se van a crear otros, como entrenadores, reparadores y controladores de robots. Van a convivir en un mismo espacio laboral los trabajadores robots con los trabajadores humanos -analiza Parise-. Y la misma persona que antes hacía un trabajo pesado o tedioso, va a poder entrenar o controlar a distancia al robot que hará esa misma tarea.”