¿Papa Francisco le ‘jaló las orejas’ a JD Vance? Vaticano opinó sobre deportaciones de Trump
El Papa Francisco ha hecho pública su desaprobación a los planes de Donald Trump de deportar a millones de personas sin documentos en EU, al remarcar que los migrantes deben ser tratados con dignidad.

El vicepresidente estadounidense JD Vance se reunió este sábado 19 de abril con el número dos del Vaticano en medio de las tensiones por las deportaciones masivas de Donald Trump.
El Vaticano reafirmó la buena relación con la Casa Blanca... pero señaló que se produjo “un intercambio de opiniones” sobre los conflictos internacionales actuales, los migrantes y los presos.
El Vaticano emitió un comunicado después de que JD Vance, que se convirtió al catolicismo, se reunió con el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, y el ministro de Exteriores, el arzobispo Paul Gallagher. Por el momento se desconoce si Vance saludó al papa Francisco, que ha retomado algunas funciones oficiales mientras se recupera de una neumonía.
¿De qué hablaron JD Vance y el secretario de Estado del Vaticano?
El despacho de Vance indicó que “discutieron su fe religiosa compartida, el catolicismo en Estados Unidos, la situación de comunidades cristianas perseguidas en todo el mundo y el compromiso del presidente Trump en restaurar la paz mundial”.
La Santa Sede ha respondido con cautela al gobierno de Trump, manteniendo su tradición de neutralidad diplomática. Ha mostrado su alarma por la represión a los migrantes y los recortes en la ayuda internacional, mientras insiste en resoluciones pacíficas para las guerras en Ucrania y Gaza.
El Papa Francisco también ha cambiado la doctrina de la Iglesia para indicar que la pena capital es inmoral y ha hecho del ministerio a los reclusos un sello distintivo de su papado.
Esas preocupaciones se reflejaron en el comunicado del Vaticano, que apuntó que las conversaciones fueron cordiales y que la Santa Sede expresó su satisfacción con el compromiso del gobierno de proteger la libertad de culto y de conciencia.
“Hubo un intercambio de opiniones sobre la situación internacional, especialmente en lo que respecta a los países afectados por la guerra, las tensiones políticas y las difíciles situaciones humanitarias, con especial atención a los migrantes, refugiados y presos”, agregó la nota.
“Finalmente, se expresó esperanza por una colaboración serena entre el Estado y la Iglesia católica en Estados Unidos, cuyo valioso servicio a las personas más vulnerables fue reconocido”, añadió.
La referencia a la “colaboración serena” parecía aludir a la acusación de Vance de que la Conferencia Episcopal de EU estaba reubicando a “inmigrantes ilegales” para obtener fondos federales. Los principales cardenales estadounidenses han rechazado enérgicamente esa afirmación.
“Está claro que el enfoque del actual gobierno de Estados Unidos es muy diferente al que estamos acostumbrados y, especialmente en Occidente, en el que hemos confiado durante muchos años”, expresó Parolin en declaraciones al diario La Repubblica en la víspera de la visita de Vance.
Los ‘choques’ de EU con el Papa Francisco
Francisco y Vance han tenido fuertes desacuerdos sobre inmigración y los planes del gobierno de Trump para deportar a los migrantes en masa.
El religioso argentino ha hecho de la atención a los migrantes un sello distintivo de su papado y sus puntos de vista progresistas sobre cuestiones de justicia social suelen enfrentarlo con miembros de la Iglesia católica estadounidense, más conservadora.
Después de un pedido público de Francisco pocas semanas antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca, el expresidente Joe Biden conmutó las condenas de 37 de las 40 personas sentenciadas a muerte en cárceles federales. Trump es un defensor declarado de la ampliación de la pena capital.
Pocos días antes de ser hospitalizado en febrero, Francisco criticó los planes de deportación de la Casa Blanca, advirtiendo que privarían a los migrantes de su dignidad inherente. En una carta a los obispos de Estados Unidos, Francisco también pareció responder directamente a Vance por haber afirmado que la doctrina católica justificaba esas políticas.