No es como Pisa: en Cáceres hay un arco torcido... a propósito
Este monumento, "casi" tan fotografiado como la torre italiana, fue modificado para facilitar el paso de los carruajes hacia la parte monumental de la ciudadEl puente romano en Cáceres que se conserva de forma casi intacta a pesar de tener casi dos mil años de antigüedad Se podría decir que todo aquel que ha visitado Pisa se ha hecho una foto con la famosa torre de fondo. Y también se podría decir que hay unanimidad respecto al origen del clamoroso error arquitectónico (aunque acabase siendo un reclamo turístico). Fue un fallo involuntario. No hubo intención alguna de hacerlo. Sin embargo, a 1.900 kilómetros de la ciudad italiana, en la mismísima Cáceres, hay un arco, situado en pleno centro de la ciudad extremeña y “casi” tan fotografiado como la torre italiana, que ofrece una vista parecida. Porque el arco en cuestión está torcido. Pero se torció… a propósito. El monumento en cuestión se llama Arco de la Estrella y, de hecho, es la puerta principal de entrada a la ciudad monumental de Cáceres. Se podría decir que el arco une la Plaza Mayor de la ciudad con la Plaza de Santa María, ambas centros neurálgicos de la ciudad antigua y nueva durante varios siglos. ¿Y por qué se torció? Muchos, al verlo de cerca, tal vez piensen que fue un error parecido al cometido en Pisa. Pero no. El origen de por qué está torcido el arco cacereño reside en una orden. Para facilitar el tráfico de carruajes. De estilo barroco, el Arco de la Estrella fue construido por Manuel de Larra Churriguera en el siglo XVIII sobre una construcción del siglo XV. Fue el lugar elegido por la Reina Católica para jurar los Fueros y privilegios en 1477. Y fue también aquí donde juró los fueros a la ciudad el rey Fernando “El Católico” en 1479. Pero se trata en concreto de un arco rebajado de gran amplitud y en esviaje, es decir, torcido. ¿Objetivo? Facilitar el paso de los carruajes a la ciudad monumental. De hecho llegó a ser construido mediante perforación de la muralla, que conserva su almenaje. Es decir, que se trataba de que, gracias a torcer uno de los lados, caballos y nobles transportados pudieran acceder a la parte de los palacios con facilidad. Tal y como ocurre con la torre de Pisa, el monumento es hoy por hoy uno de los monumentos más relevantes de esta ciudad. En la parte posterior hay un templete en el que está la estatua de la Virgen de la Estrella, la misma que da nombre al peculiar y torcido arco. Se trata de una imagen, la de la virgen, a la que se confiaban los viajeros cuando salían de la ciudad. Si volvían de épicas aventuras o viajes, le agradecían a la misma su regreso.

Este monumento, "casi" tan fotografiado como la torre italiana, fue modificado para facilitar el paso de los carruajes hacia la parte monumental de la ciudad
El puente romano en Cáceres que se conserva de forma casi intacta a pesar de tener casi dos mil años de antigüedad
Se podría decir que todo aquel que ha visitado Pisa se ha hecho una foto con la famosa torre de fondo. Y también se podría decir que hay unanimidad respecto al origen del clamoroso error arquitectónico (aunque acabase siendo un reclamo turístico). Fue un fallo involuntario. No hubo intención alguna de hacerlo.
Sin embargo, a 1.900 kilómetros de la ciudad italiana, en la mismísima Cáceres, hay un arco, situado en pleno centro de la ciudad extremeña y “casi” tan fotografiado como la torre italiana, que ofrece una vista parecida. Porque el arco en cuestión está torcido. Pero se torció… a propósito.
El monumento en cuestión se llama Arco de la Estrella y, de hecho, es la puerta principal de entrada a la ciudad monumental de Cáceres. Se podría decir que el arco une la Plaza Mayor de la ciudad con la Plaza de Santa María, ambas centros neurálgicos de la ciudad antigua y nueva durante varios siglos.
¿Y por qué se torció?
Muchos, al verlo de cerca, tal vez piensen que fue un error parecido al cometido en Pisa. Pero no. El origen de por qué está torcido el arco cacereño reside en una orden. Para facilitar el tráfico de carruajes.
De estilo barroco, el Arco de la Estrella fue construido por Manuel de Larra Churriguera en el siglo XVIII sobre una construcción del siglo XV. Fue el lugar elegido por la Reina Católica para jurar los Fueros y privilegios en 1477. Y fue también aquí donde juró los fueros a la ciudad el rey Fernando “El Católico” en 1479.
Pero se trata en concreto de un arco rebajado de gran amplitud y en esviaje, es decir, torcido. ¿Objetivo? Facilitar el paso de los carruajes a la ciudad monumental. De hecho llegó a ser construido mediante perforación de la muralla, que conserva su almenaje. Es decir, que se trataba de que, gracias a torcer uno de los lados, caballos y nobles transportados pudieran acceder a la parte de los palacios con facilidad.
Tal y como ocurre con la torre de Pisa, el monumento es hoy por hoy uno de los monumentos más relevantes de esta ciudad. En la parte posterior hay un templete en el que está la estatua de la Virgen de la Estrella, la misma que da nombre al peculiar y torcido arco. Se trata de una imagen, la de la virgen, a la que se confiaban los viajeros cuando salían de la ciudad. Si volvían de épicas aventuras o viajes, le agradecían a la misma su regreso.