Si alguien en el Gobierno dio la batalla contra el traspaso de las competencias de inmigración a Cataluña –o delegación– fue el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Desde que la noche del lunes trascendió que el PSOE y Junts, más de un año después de la promesa del Ejecutivo, habían cerrado un acuerdo en ese sentido , nada se ha escuchado de él. Ni compareció tras la reunión del Consejo de Ministros del martes ni acudió este miércoles en Bruselas a la cita con sus colegas europeos en el Consejo de Justicia y Asuntos de Interior de la Unión Europea (UE). Desde su equipo alegan una infección bacteriana que le ha mantenido fuera de foco, pero aseguran que se encontraba...
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