María Jesús Montero promete que «la inteligencia artificial piense en andaluz» y repartir riqueza si es presidenta de la Junta
María Jesús Montero ha pasado «a la acción». Y detrás de ella como nueva secretaria general del PSOE andaluz, todo su partido con una meta muy nítida: desalojar a Juanma Moreno (PP) como presidente de la Junta de Andalucía. ¿Cuándo? La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda ha utilizado un adverbio que alude a un tiempo venidero indeterminado: « Mañana llegaremos a San Telmo y pasado mañana a los ayuntamientos andaluces». Lo ha dicho este viernes durante una intervención de 58 minutos en la primera reunión del Comité Director del PSOE andaluz cuando se han cumplido cien días desde su proclamación como secretaria general el pasado mes de enero en sustitución de Juan Espadas . Ante los socialistas asistentes al hotel de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) donde se celebraba el encuentro, la 'número dos' de Pedro Sánchez trató de motivar a los suyos y hacerles creer que, con ella como candidata (aunque aún no está oficialmente designada), recuperar la Junta de Andalucía, perdida en las elecciones autonómicas de 2018, es posible y que ese cambio ya «está en marcha», el lema que figura en los carteles de propaganda del PSOE. El otro eslogan que repitió en el discurso fue «venimos a ganar Andalucía para que Andalucía gane». A la cita acudieron el 76,2 por ciento de los miembros que integran el máximo órgano de la federación entre congresos. Para conseguirlo María Jesús Montero prometió un Gobierno andalucista y progresista que traiga «alegría» a los andaluces frente a la Junta de «los tristes» que, a su juicio, representan Moreno y el PP. «No vamos a dejar que estos tristes nos coman la moral», señaló. En su discurso motivador, la nueva líder del PSOE andaluz prometió muchas más cosas: «Traeremos riqueza para repartirla, que nuestro acento se oiga cada vez más fuerte en los consejos de administracion de las grandes empresas españolas» y « que la inteligencia artificial piense en andaluz ». A ello opuso un presidente andaluz, convertido en la diana de sus críticas, que representa todo lo malo habido y por haber: « el servilismo a las élites económicas y de Génova », el «conformismo», los «bulos» o el «desmantelamiento de la sanidad pública» y la presunta corrupción en los contratos sanitarios fraccionados que están siendo investigados judicialmente. La sanidad copó buena parte de las promesas más llamativas de la que fuera consejera de Salud en Andalucía entre los años 2004 y 2012, bajo los gobiernos de Manuel Chaves y José Antonio Griñán . Antes de que la expresidenta Susana Díaz la nombrara consejera de Hacienda, desde donde dio el salto en junio de 2018 al Gobierno central cuando la llamó Pedro Sánchez para dirigir el Ministerio de Hacienda. Si logra el objetivo de recuperar la Junta se comprometió a limitar «el porcentaje de conciertos sanitarios que se puedan hacer desde la sanidad pública» y que «jamás puedan concertarse las consultas de Atención Primaria con centros privados» porque «no vamos a permitir que se atraviese esa línea». Sabedora de que la sanidad representa una de las preocupaciones principales de los andaluces y las largas listas de espera desgastan al Ejecutivo andaluz, Montero, que es licenciada en Medicina y Cirugía, también aseguró que va a «recuperar» el derecho de los andaluces a «elegir centro sanitario» y facilitar el acceso de los ciudadanos de la Andalucía rural a tener «servicios especializados» cerca de sus pueblos porque la sanidad «no puede ser un mapa de desigualdades». Como política formada en la Medicina aunque apenas ha ejercido, María Jesús Montero dio a entender que tiene la medicina que Andalucía necesita para subirse al «tren del futuro» porque esta tierra necesita un «salto» hacia la «transformación profunda» y no un mero retoque. Con las miras puestas en las elecciones autonómicas andaluzas previstas en principio para el próximo año 2026, María Jesús Montero ha explicado que la Ejecutiva regional que ella dirige ha elaborado «un plan de trabajo contando con las prioridades de cada uno de los sectores y ciudadanos», y el PSOE-A «pasa a la acción». « Las casas del pueblo serán nuestros centros de operaciones, pero la calle tiene que ser también nuestra fuente », ha manifestado ante los suyos.
María Jesús Montero ha pasado «a la acción». Y detrás de ella como nueva secretaria general del PSOE andaluz, todo su partido con una meta muy nítida: desalojar a Juanma Moreno (PP) como presidente de la Junta de Andalucía. ¿Cuándo? La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda ha utilizado un adverbio que alude a un tiempo venidero indeterminado: « Mañana llegaremos a San Telmo y pasado mañana a los ayuntamientos andaluces». Lo ha dicho este viernes durante una intervención de 58 minutos en la primera reunión del Comité Director del PSOE andaluz cuando se han cumplido cien días desde su proclamación como secretaria general el pasado mes de enero en sustitución de Juan Espadas . Ante los socialistas asistentes al hotel de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) donde se celebraba el encuentro, la 'número dos' de Pedro Sánchez trató de motivar a los suyos y hacerles creer que, con ella como candidata (aunque aún no está oficialmente designada), recuperar la Junta de Andalucía, perdida en las elecciones autonómicas de 2018, es posible y que ese cambio ya «está en marcha», el lema que figura en los carteles de propaganda del PSOE. El otro eslogan que repitió en el discurso fue «venimos a ganar Andalucía para que Andalucía gane». A la cita acudieron el 76,2 por ciento de los miembros que integran el máximo órgano de la federación entre congresos. Para conseguirlo María Jesús Montero prometió un Gobierno andalucista y progresista que traiga «alegría» a los andaluces frente a la Junta de «los tristes» que, a su juicio, representan Moreno y el PP. «No vamos a dejar que estos tristes nos coman la moral», señaló. En su discurso motivador, la nueva líder del PSOE andaluz prometió muchas más cosas: «Traeremos riqueza para repartirla, que nuestro acento se oiga cada vez más fuerte en los consejos de administracion de las grandes empresas españolas» y « que la inteligencia artificial piense en andaluz ». A ello opuso un presidente andaluz, convertido en la diana de sus críticas, que representa todo lo malo habido y por haber: « el servilismo a las élites económicas y de Génova », el «conformismo», los «bulos» o el «desmantelamiento de la sanidad pública» y la presunta corrupción en los contratos sanitarios fraccionados que están siendo investigados judicialmente. La sanidad copó buena parte de las promesas más llamativas de la que fuera consejera de Salud en Andalucía entre los años 2004 y 2012, bajo los gobiernos de Manuel Chaves y José Antonio Griñán . Antes de que la expresidenta Susana Díaz la nombrara consejera de Hacienda, desde donde dio el salto en junio de 2018 al Gobierno central cuando la llamó Pedro Sánchez para dirigir el Ministerio de Hacienda. Si logra el objetivo de recuperar la Junta se comprometió a limitar «el porcentaje de conciertos sanitarios que se puedan hacer desde la sanidad pública» y que «jamás puedan concertarse las consultas de Atención Primaria con centros privados» porque «no vamos a permitir que se atraviese esa línea». Sabedora de que la sanidad representa una de las preocupaciones principales de los andaluces y las largas listas de espera desgastan al Ejecutivo andaluz, Montero, que es licenciada en Medicina y Cirugía, también aseguró que va a «recuperar» el derecho de los andaluces a «elegir centro sanitario» y facilitar el acceso de los ciudadanos de la Andalucía rural a tener «servicios especializados» cerca de sus pueblos porque la sanidad «no puede ser un mapa de desigualdades». Como política formada en la Medicina aunque apenas ha ejercido, María Jesús Montero dio a entender que tiene la medicina que Andalucía necesita para subirse al «tren del futuro» porque esta tierra necesita un «salto» hacia la «transformación profunda» y no un mero retoque. Con las miras puestas en las elecciones autonómicas andaluzas previstas en principio para el próximo año 2026, María Jesús Montero ha explicado que la Ejecutiva regional que ella dirige ha elaborado «un plan de trabajo contando con las prioridades de cada uno de los sectores y ciudadanos», y el PSOE-A «pasa a la acción». « Las casas del pueblo serán nuestros centros de operaciones, pero la calle tiene que ser también nuestra fuente », ha manifestado ante los suyos.
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