Luis Linares Zapata: Soberanía y miedo
La Francia colonialista, derrotada en Dien Bien Fu, dejó como herencia un Vietnam dividido en dos países. El del norte, bien ensamblado entre gobierno y pueblo, comunistas. El del sur, tratando de formar una democracia tipo occidental, que nunca integró. En Estados Unidos regía una capa de ilustrados burócratas y políticos en cuya cúspide mandaba el presidente Kennedy. Entre ellos decidieron auxiliar al sur para evitar que cayeran en las garras del comunismo. Si esto pasaba, todo el sudeste asiático peligraba. Una incipiente teoría del dominó, se llamó a tan rudimentaria suposición. Basada en una conciencia de superioridad racial e ideológica, esa élite permitió la participación del ejército gringo en lo que era en verdad una guerra civil. El final, después de millones de soldados y civiles muertos y heridos terminó con la salida –por la puerta trasera y tachonada de traiciones– de los estadunidenses y el triunfo de los norvietnamitas.
La Francia colonialista, derrotada en Dien Bien Fu, dejó como herencia un Vietnam dividido en dos países. El del norte, bien ensamblado entre gobierno y pueblo, comunistas. El del sur, tratando de formar una democracia tipo occidental, que nunca integró. En Estados Unidos regía una capa de ilustrados burócratas y políticos en cuya cúspide mandaba el presidente Kennedy. Entre ellos decidieron auxiliar al sur para evitar que cayeran en las garras del comunismo. Si esto pasaba, todo el sudeste asiático peligraba. Una incipiente teoría del dominó, se llamó a tan rudimentaria suposición. Basada en una conciencia de superioridad racial e ideológica, esa élite permitió la participación del ejército gringo en lo que era en verdad una guerra civil. El final, después de millones de soldados y civiles muertos y heridos terminó con la salida –por la puerta trasera y tachonada de traiciones– de los estadunidenses y el triunfo de los norvietnamitas.
Publicaciones Relacionadas