Los Knicks, a las finales del Este 25 años después

¡Ahora sí! Tras un cuarto de siglo en el que los de New York parecían condenados a la desgracia, estos se han levantado más fuertes que nunca antes para firmar hasta ahora unos excelentes playoffs a los que anoche pusieron la guinda, y es que todos los aficionados de los Knicks pudieron disfrutar un partidazo ante Boston Celtics en el que se impusieron por un aplastante 119-81 y que les sirvió para regresar a las finales del Este 25 años después… y por la puerta grande.

Cerrando en círculo

Cuando la franquicia neoyorquina confió su banquillo a Tom Thibodeau muchos dudaron. Si bien en los Chicago Bulls hizo un enorme trabajo, su fama de exprimir jugadores y su extraño paso por Minnesota Timberwolves hizo que más de uno levantase las orejas. Pues bien, podían tener motivos para ello, pero más aún hay en el presente para aplaudir a un equipo de autor en el que Jalen Brunson es el líder de un grupo que anoche dio el salto definitivo de buen equipo a aspirante al anillo. ¡Y ojo! Tienen años por delante con el actual roster para seguir apretando.

Unos Knicks con marca personal

Con el esfuerzo como emblema, estos Knicks simplemente entusiasman. Anoche sabían que estaban ante una oportunidad histórica. Jugaban en casa, en el Madison, y un triunfo ante Boston les acercaba a la gloria. No dudaron. Fue un ejercicio de personalidad y confianza, uno en el que todos dieron lo mejor de sí sin mirar atrás, sin arrepentimientos.

Bajo la batuta de Jalen Brunson, autor de 23 puntos, y con un acompañamiento de lujo que se mide en otros tres jugadores del quinteto inicial por encima de la veintena, el partido solo duró un cuarto, y es que en el segundo pisaron el acelerador para firmar un espectacular parcial de 38-17. Sí, finiquitaron a los actuales campeones y les sobraba medio partido.

Lo cierto es que fueron ampliamente superiores en todo. Cogieron casi 20 rebotes más, metieron más triples, consiguieron más asistencias, robos, tapones… Mostraron autoridad y una marca personal que ahora le tocará medir con los Indiana Pacers.

Atropellados sin Tatum

Si el primer partido sin Jayson Tatum sirvió para entender que Boston es mucho más que su estrella, el segundo subrayó que en caso de crisis solo ese mismo jugador franquicia puede sacarles a flote.

Anoche naufragaron con todo y lo peor para ellos es que no se puede achacar la eliminación a la lesión de Tatum, ya que antes de ella estaban 3-1 abajo. Volviendo al partido, podemos decir que Jaylen Brown dio la cara con 20 puntos, pero no hubo ni rastro de esos Celtics capaces de avasallarte desde el perímetro y cuya defensa tampoco desmerece. Estuvieron lejísimos de los Knicks en la serie, de principio a fin.

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