Las otras Cinque Terre: pueblos de casas de colores y ambiente mediterráneo que escapan del turismo de masas
Están muy cerca de las famosas localidades que tantos turistas reciben, pero las encontraremos mucho más tranquilas y con menos visitantes.

Un despliegue de casitas de colores en acantilados frente al mar. Aguas calmadas y turquesas. Ambiente mediterráneo. Buena gastronomía. Las Cinque Terre son uno de los destinos más idílicos y deseados de Italia, y es que este conjunto de pueblos costeros rebosa tanta belleza que atrae a una gran cantidad de visitantes. Y precisamente ese es su principal problema: la masificación turística.
Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore son un auténtico paraíso en la tierra, pero si buscamos alguna localidad algo más tranquila, tenemos otras opciones cercanas que son igual de interesantes para visitar en la región de Liguria.
Portovenere
La pintoresca localidad de Portovenere comparte la categoría de Patrimonio de la Humanidad con las Cinque Terre. Y razones no le faltan. Aquí las casas de tonos suaves se combinan con torres de piedra creando un contraste único, una postal que se complementa con el puerto deportivo lleno de barcas y con un agradable paseo marítimo donde relajarse bajo el sol en alguna terraza.
El interior del pueblo se abre como un laberinto de calles estrechas y empinadas escaleras. Por la via Cappellini llegaremos al principal monumento del pueblo, la iglesia de San Pedro, levantada en estilo gótico en el siglo XIII sobre un promontorio rocoso que se adentra en el mar.
Montemarcello
Como un mirador natural, Montemarcello se asoma al mar de Liguria desde las alturas. Esta pequeña aldea del municipio de Ameglia, se enclava en una montaña, lo que nos permite disfrutar de una panorámica única del Golfo dei Poeti y las islas Palmaria, Tino y Tinetto, que también forman parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. A sus espaldas queda la llanura de las Bocche di Magra, donde las suaves colinas se extienden hasta la frontera con la región de la Toscana.
En el pueblo podremos pasear por calles empedradas, casas de aspecto medieval con balcones de floridos y construcciones con siglos de historia como la Torre del Sasso y la iglesia parroquial de San Pietro. Todo ello rodeado de un ambiente tranquilo e inspirador.
Levanto
La localidad de Levanto está inmersa en un valle lleno de olivos, vides y pinos que desembocan en el mar, concretamente en una larga playa donde podremos ver gran cantidad de surfistas cabalgando las olas. Otros arenales del lugar son la Spiaggia della Pietra, perfecta para familias por su poca profundidad, y la Spiaggia da Pipetta, con un suelo de guijarros.
Entre los monumentos históricos de Levanto, destacan la Loggia Municipal del siglo XIII, la iglesia gótica de Sant'Andrea Apostolo y el Oratorio de San Giacomo junto a la iglesia de Santa Maria della Costa. Una red de senderos conectan el pueblo con las aldeas circundantes, pasando por preciosos paisajes de suaves colinas.
Framura
El pueblo de Framura, dominado por los restos de su antiguo castillo, se debate entre la montaña y el mar. Este está dividido en cinco caseríos: Castagnola, donde se ubica la iglesia de San Lorenzo; Costa, con una torre de vigilancia carolingia y la Pieve de San Martín; Setta, que acoge una torre de vigilancia genovesa del siglo XV y la Capilla de San Rocco; Ravecca, de aspecto medieval; y Anzo, con la capilla neogótica de Santa Maria della Neve.
Además, la zona costera nos espera con su pequeño puerto y un reguero de calas tranquilas donde darnos un refrescante chapuzón en aguas limpias y cristalinas. De hecho, los amantes del submarinismo encontrarán una rica vida marina e incluso restos de naufragios.