La vida personal de Ter Stegen: sus inicios como futbolista, una infancia sin padre y su divorcio de Daniela Jehle

Tras una temporada de baja médica a raíz de sufrir una fractura en la rodilla, Marc-André Ter Stegen recibía el alta y era convocado para la final de Copa que el Barça juega contra el Real Madrid este sábado. Era Hansi Flick quien avanzaba que el portero se encontraba listo para volver al campo y sus entrenos confirmaban que el futbolista se había recuperado ya de la lesión. Sin embargo, en los últimos meses Ter Stegen se convertía en protagonista de titulares en los medios de comunicación al sorprender a sus seguidores con otro anuncio que evidenciaba que en lo personal también atravesaba un momento difícil. El pasado mes de marzo, el futbolista emitía un comunicado en sus redes sociales para anunciar que él y su mujer Daniela Jehle habían decido poner fin a su matrimonio. «Después de una cuidadosa reflexión, Dani y yo hemos decidido tomar caminos separados. Esta decisión no ha sido fácil, pero ambos creemos que es el mejor paso para nosotros. Nuestro enfoque conjunto está en hacer lo mejor para nuestros hijos. Seguimos comprometidos a trabajar juntos como padres y a tratarnos con respeto y aprecio, como siempre lo hemos hecho», escribía el portero sin detallar los motivos de su divorcio tras más de una década de relación. Enseguida, la prensa del corazón desvelaba la supuesta verdad de la ruptura. En ese momento, ambos ya llevarían varios meses sin hacer vida de pareja a causa de una infidelidad por parte de Daniela, quien habría sido vinculada sentimentalmente a su entrenador personal, un hecho inesperado para Ter Stegen y por el que daba el paso de abandonar la vivienda familiar para trasladarse a un hotel de Barcelona, aunque se justificó que las reformas de su casa le habían obligado a hacer las maletas. Su historia de amor comenzó en 2012, siendo ella una estudiante de arquitectura y él jugador en el Borussia. Cinco años después de enamorarse, se dieron el «sí, quiero» en Sitges con una ceremonia discreta y alejada del foco mediático. Fruto de su relación, la expareja dio la bienvenida al mundo a dos hijos, Ben y Tom . A pesar de seguir la máxima de la discreción en su faceta más personal, el jugador no ha podido evitar en ocasiones hablar de su pasado y desvelar cómo se enfrentó al principio de su carrera y lo que significó para él. «Cuando salí del colegio no estaba preparado. Ya estaba en la cantera del Borussia Mönchengladbach y ganaba una cantidad importante para un joven de 18 años. Salir de casa fue importante. Maduré rápido. Aprendí a pagar mis facturas, a buscar, por ejemplo, distintos seguros», cuenta sobre cómo tuvo que madurar rápidamente recién cumplida su mayoría de edad. Ante sus inicios, también recordó que le asaltaron las dudas: «No jugaba tanto como quería y empecé a preguntarme si estaba donde tenía que estar», expresó en una ocasión. Quien «daría todo» por sus hijos tampoco escondió en una entrevista para 'La Vanguardia' hace varias semanas un duro episodio de su infancia, el abandono de su padre cuando él era un niño de 10 años. «Es seguramente el tema más duro de abordar. Es triste tener que decirlo, pero como no estuvo presente, no tengo esta sensación de carencia», contó agradeciendo a su madre y a su abuelo su crianza y el apoyo que le demostraron en su etapa escolar y sus entrenamientos. En una faceta empresarial, se reconocía fan del café por el que se aventuró en los negocios. «Al principio, me interesaban las marcas de las máquinas. Después empecé a visitar distintos lugares y preguntaba por qué lo hacían de una manera u otra, qué molinillo utilizaban... Y no he parado desde entonces», se sinceró quien invirtió en 'Café de Finca' después de hacerlo en la 'start-up' 'Kleta', de alquiler de bicicletas. Sobre su posible retiro, también aseguraba que «el fútbol ocupa mucho tiempo de mi vida y llega un momento en el que necesito hacer otras cosas»

Abr 26, 2025 - 23:55
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La vida personal de Ter Stegen: sus inicios como futbolista, una infancia sin padre y su divorcio de Daniela Jehle
Tras una temporada de baja médica a raíz de sufrir una fractura en la rodilla, Marc-André Ter Stegen recibía el alta y era convocado para la final de Copa que el Barça juega contra el Real Madrid este sábado. Era Hansi Flick quien avanzaba que el portero se encontraba listo para volver al campo y sus entrenos confirmaban que el futbolista se había recuperado ya de la lesión. Sin embargo, en los últimos meses Ter Stegen se convertía en protagonista de titulares en los medios de comunicación al sorprender a sus seguidores con otro anuncio que evidenciaba que en lo personal también atravesaba un momento difícil. El pasado mes de marzo, el futbolista emitía un comunicado en sus redes sociales para anunciar que él y su mujer Daniela Jehle habían decido poner fin a su matrimonio. «Después de una cuidadosa reflexión, Dani y yo hemos decidido tomar caminos separados. Esta decisión no ha sido fácil, pero ambos creemos que es el mejor paso para nosotros. Nuestro enfoque conjunto está en hacer lo mejor para nuestros hijos. Seguimos comprometidos a trabajar juntos como padres y a tratarnos con respeto y aprecio, como siempre lo hemos hecho», escribía el portero sin detallar los motivos de su divorcio tras más de una década de relación. Enseguida, la prensa del corazón desvelaba la supuesta verdad de la ruptura. En ese momento, ambos ya llevarían varios meses sin hacer vida de pareja a causa de una infidelidad por parte de Daniela, quien habría sido vinculada sentimentalmente a su entrenador personal, un hecho inesperado para Ter Stegen y por el que daba el paso de abandonar la vivienda familiar para trasladarse a un hotel de Barcelona, aunque se justificó que las reformas de su casa le habían obligado a hacer las maletas. Su historia de amor comenzó en 2012, siendo ella una estudiante de arquitectura y él jugador en el Borussia. Cinco años después de enamorarse, se dieron el «sí, quiero» en Sitges con una ceremonia discreta y alejada del foco mediático. Fruto de su relación, la expareja dio la bienvenida al mundo a dos hijos, Ben y Tom . A pesar de seguir la máxima de la discreción en su faceta más personal, el jugador no ha podido evitar en ocasiones hablar de su pasado y desvelar cómo se enfrentó al principio de su carrera y lo que significó para él. «Cuando salí del colegio no estaba preparado. Ya estaba en la cantera del Borussia Mönchengladbach y ganaba una cantidad importante para un joven de 18 años. Salir de casa fue importante. Maduré rápido. Aprendí a pagar mis facturas, a buscar, por ejemplo, distintos seguros», cuenta sobre cómo tuvo que madurar rápidamente recién cumplida su mayoría de edad. Ante sus inicios, también recordó que le asaltaron las dudas: «No jugaba tanto como quería y empecé a preguntarme si estaba donde tenía que estar», expresó en una ocasión. Quien «daría todo» por sus hijos tampoco escondió en una entrevista para 'La Vanguardia' hace varias semanas un duro episodio de su infancia, el abandono de su padre cuando él era un niño de 10 años. «Es seguramente el tema más duro de abordar. Es triste tener que decirlo, pero como no estuvo presente, no tengo esta sensación de carencia», contó agradeciendo a su madre y a su abuelo su crianza y el apoyo que le demostraron en su etapa escolar y sus entrenamientos. En una faceta empresarial, se reconocía fan del café por el que se aventuró en los negocios. «Al principio, me interesaban las marcas de las máquinas. Después empecé a visitar distintos lugares y preguntaba por qué lo hacían de una manera u otra, qué molinillo utilizaban... Y no he parado desde entonces», se sinceró quien invirtió en 'Café de Finca' después de hacerlo en la 'start-up' 'Kleta', de alquiler de bicicletas. Sobre su posible retiro, también aseguraba que «el fútbol ocupa mucho tiempo de mi vida y llega un momento en el que necesito hacer otras cosas»