La 'Señora del Valle' reina sobre los cerros de Toledo
Mientras miles de jóvenes disfrutaban de la música de los DJs contratados por los chiringuitos de los partidos políticos, la Hermandad de la Virgen del Valle ha vuelto este primer día de mayo a sacar a hombros a su patrona por los cerros toledanos, una zona mágica de la ciudad, frente a la impresionante vista del Casco Histórico. Bajo un arco de flores, entre cohetes, repiques de la campanas de la ermita y los vítores de cientos de fieles, la querida imagen ha salido en procesión, a los acordes del himno nacional. Hombres y mujeres de la Cofradía han portado a la Virgen en una tarde casi veraniega, un desfile en el que ha participado, un año más, la Unión Musical Benquerencia. Cerraban el cortejo varios concejales, como Noelia de la Cruz, Marta Medina, Pablo García y Pedro Jesús López Argudo, del PSOE, y del gobierno local, José Manuel Velasco y también Iñaki Jiménez y Rubén Lozano, que han llevado a hombros a la imagen justo cuando se giró para saludar a las monjas jerónimas del convento de Santa Pablo, sus antiguas custodias, que, al otro lado del río Tajo rezaban a su Virgen del Valle. Como marca la tradición, las religiosas sacaron su pañuelo blanco y la procesión continuó su camino hasta la ermita, donde reina desde hace siglos para la ciudad de Toledo. La tradición otorga al convento de San Pablo de las Jerónimas el origen de la devoción a la Virgen del Valle. La advocación aparece documentada en 1642 por una religiosa del Convento de Jesús y María. La imagen, tallada en madera, representa a la Virgen con el niño sostenido en su brazo izquierdo. Aunque se desconoce quién fue el autor de la talla y la fecha de ejecución de la misma, todo apunta a que se realizó a principios del siglo XIX.
Mientras miles de jóvenes disfrutaban de la música de los DJs contratados por los chiringuitos de los partidos políticos, la Hermandad de la Virgen del Valle ha vuelto este primer día de mayo a sacar a hombros a su patrona por los cerros toledanos, una zona mágica de la ciudad, frente a la impresionante vista del Casco Histórico. Bajo un arco de flores, entre cohetes, repiques de la campanas de la ermita y los vítores de cientos de fieles, la querida imagen ha salido en procesión, a los acordes del himno nacional. Hombres y mujeres de la Cofradía han portado a la Virgen en una tarde casi veraniega, un desfile en el que ha participado, un año más, la Unión Musical Benquerencia. Cerraban el cortejo varios concejales, como Noelia de la Cruz, Marta Medina, Pablo García y Pedro Jesús López Argudo, del PSOE, y del gobierno local, José Manuel Velasco y también Iñaki Jiménez y Rubén Lozano, que han llevado a hombros a la imagen justo cuando se giró para saludar a las monjas jerónimas del convento de Santa Pablo, sus antiguas custodias, que, al otro lado del río Tajo rezaban a su Virgen del Valle. Como marca la tradición, las religiosas sacaron su pañuelo blanco y la procesión continuó su camino hasta la ermita, donde reina desde hace siglos para la ciudad de Toledo. La tradición otorga al convento de San Pablo de las Jerónimas el origen de la devoción a la Virgen del Valle. La advocación aparece documentada en 1642 por una religiosa del Convento de Jesús y María. La imagen, tallada en madera, representa a la Virgen con el niño sostenido en su brazo izquierdo. Aunque se desconoce quién fue el autor de la talla y la fecha de ejecución de la misma, todo apunta a que se realizó a principios del siglo XIX.
