La inteligencia artificial da vida: nace el primer bebé por fecundación in vitro automatizada
En un laboratorio de Guadalajara, México, ocurrió algo que hasta hace poco parecía sacado de una película de ciencia ficción: nació un bebé in vitro concebido completamente por un sistema robótico controlado por inteligencia artificial. Sin manos humanas inyectando espermatozoides. Sin embriólogos con microscopios. Todo ejecutado por un robot con una precisión milimétrica que roza […]

En un laboratorio de Guadalajara, México, ocurrió algo que hasta hace poco parecía sacado de una película de ciencia ficción: nació un bebé in vitro concebido completamente por un sistema robótico controlado por inteligencia artificial. Sin manos humanas inyectando espermatozoides. Sin embriólogos con microscopios. Todo ejecutado por un robot con una precisión milimétrica que roza lo imposible.
Fecundación con inteligencia artificial
La fecundación in vitro (FIV) lleva décadas siendo un rayo de esperanza para millones de parejas que enfrentan problemas de fertilidad. Desde que nació Louise Brown, la primera bebé in vitro en 1978, esta técnica ha evolucionado a pasos agigantados. Uno de sus métodos más avanzados es la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), donde un especialista inyecta un solo espermatozoide directamente en un óvulo. Es una solución poderosa, especialmente para casos de infertilidad masculina, pero también es un proceso delicado. Un error mínimo puede significar la diferencia entre un embrión viable y un intento fallido.
Aquí es donde la inteligencia artificial entra al juego, y no precisamente como un extra. La IA, combinada con robótica de última generación, está tomando el control de este procedimiento con una precisión que los humanos difícilmente podrían igualar. El nacimiento de este bebé en México no es solo una anécdota; es la prueba de que el futuro de la reproducción asistida ya está aquí.
El bebé del futuro ya está aquí
El sistema detrás de este avance fue desarrollado por Conceivable Life Sciences, una empresa biotecnológica con sede en Nueva York. Su tecnología usa un modelo de IA entrenado para analizar espermatozoides y elegir los más saludables basándose en su forma, tamaño y movilidad. No hay espacio para la subjetividad. Luego, el robot lo recoge con una pipeta microscópica y lo inyecta en el óvulo con un movimiento tan exacto que parece coreografiado. ¿Lo más alucinante? Todo esto se hizo a distancia. Los científicos en Nueva York controlaron el robot mientras operaba en una clínica en Guadalajara, México, a través de una interfaz digital.
¿Cómo lo lograron?
Los investigadores trabajaron con una mujer de 40 años que había tenido un intento fallido de FIV previo, con óvulos que no lograron desarrollarse en embriones viables. El equipo fertilizó cinco óvulos con el sistema robótico automatizado y, para comparar, otros tres con el método manual tradicional como grupo de control. Los resultados fueron impresionantes: cuatro de los cinco óvulos tratados por el robot lograron una fertilización exitosa, igualando el desempeño del grupo manual.
Uno de los embriones generados por IA fue implantado en el útero de la paciente, y tras meses de espera, nació un bebé completamente sano. El procedimiento tomó 9 minutos y 56 segundos por óvulo, un poco más que el método manual, pero los investigadores ya están trabajando para hacerlo más rápido. Como dice Gerardo Mendizábal-Ruiz, el ingeniero principal: “La IA no solo iguala la capacidad humana; la supera”.
Los desafíos y lo que viene
No todo es perfecto, y los expertos lo saben. Joyce Harper, investigadora en reproducción asistida, advierte que necesitamos más estudios para confirmar que este método es consistentemente mejor que el tradicional. También está el detalle de que el primer embrión transferido en este experimento no prosperó, aunque el segundo sí dio resultado. Es un recordatorio de que, por más avanzada que sea la tecnología, la biología humana sigue siendo compleja y no siempre predecible.
Este nacimiento en Guadalajara no es solo una victoria científica; es un vistazo a un mundo donde la inteligencia artificial está redefiniendo lo posible. La IA no solo está cambiando cómo trabajamos o nos comunicamos; está transformando cómo nacemos. Es una idea que da vértigo, pero también esperanza, especialmente para quienes han luchado por formar una familia.