La empresa tecnológica que redefinió el ocio aéreo
En un sector tan competitivo como el de la aviación comercial, la experiencia del pasajero se ha convertido en un factor estratégico. En este contexto, la tecnológica barcelonesa Immfly ha sabido abrirse paso para impactar en la digitalización a bordo . Tras cerrar el ejercicio 2024 con una facturación de 43 millones de euros, la compañía encara el futuro con una ambición clara: «Consolidar su liderazgo a través del impulso del 'retail' aéreo y de la conectividad de alta velocidad, dos de los motores que marcarán el futuro inmediato de la industria». Fundada en 2013 por Pablo Linz y Jimmy Martínez Van Korf, Immfly nació con el objetivo de ayudar a las aerolíneas a fidelizar a sus clientes mediante una oferta de entretenimiento y servicios digitales a bordo. Desde entonces, ha evolucionado hacia una plataforma tecnológica integral, diseñada específicamente para ofrecer la máxima eficiencia y ligereza operativa. «Hemos conseguido una estructura que nadie antes ha logrado», destaca Pablo Linz, cofundador y consejero delegado. «Una única infraestructura que proporciona todo lo que necesita el avión, diseñada para ser lo más eficiente y 'light' posible», añade. Esta apuesta por la eficiencia no es solo un concepto. El sistema de Immfly pesa entre tres y cinco veces menos que los de sus principales competidores, lo que se traduce directamente en un ahorro de litros de combustible para las aerolíneas , además de facilitar la instalación y el mantenimiento, afirma la compañía. Actualmente, su tecnología equipa más de 2.500 aviones en todo el mundo y alcanza a cerca de 400 millones de pasajeros anualmente. Immfly trabaja con más de 50 aerolíneas globales, entre ellas Iberia, Pegasus Airlines, Virgin Australia, Avianca, JetBlue, Air Canada, Volaris, TAP y Norwegian. Uno de los pilares de su estrategia futura es el desarrollo de soluciones de 'retail' aéreo. El marketplace de Immfly no se limita a productos tradicionales: ofrece desde 'upgrades' de asiento y pedidos de comida personalizados hasta reservas de hoteles y actividades en destino, todo accesible desde el dispositivo móvil del pasajero . «Los clientes que implementan nuestra tecnología son capaces de vender siete veces más de lo que vendían antes», subraya Linz. El otro gran proyecto en marcha es la conectividad de alta velocidad. Immfly trabaja para que en 2026 los primeros Boeing salgan de fábrica equipados con su sistema, con el objetivo de que en 2030 su tecnología esté disponible en la cadena de producción de los modelos más populares del mercado. «Nuestro 'hardware' es neutral: puede conectarse a cualquier antena», explican desde la compañía, lo que facilita su adopción por parte de distintas aerolíneas y fabricantes. La compañía, que mantiene más del 50% de su capital en manos de sus fundadores a través del holding CJP, cuenta también con el respaldo de inversores como Aero Equity Industrial Partners –vehículo promovido por Boeing–, Criteria Venture Tech y Gate Group. De cara a 2025, Immfly afirma que espera superar los 50 millones de euros de facturación, con el objetivo de duplicar sus ingresos en tres años y consolidar su margen Ebitda en torno al 10%. En un momento de transformación para la industria aérea, Immfly pretende posicionarse como un socio clave en la transición hacia un modelo de negocio más digital, conectado y rentable, redefiniendo no solo el entretenimiento en vuelo, sino toda la experiencia del pasajero.
En un sector tan competitivo como el de la aviación comercial, la experiencia del pasajero se ha convertido en un factor estratégico. En este contexto, la tecnológica barcelonesa Immfly ha sabido abrirse paso para impactar en la digitalización a bordo . Tras cerrar el ejercicio 2024 con una facturación de 43 millones de euros, la compañía encara el futuro con una ambición clara: «Consolidar su liderazgo a través del impulso del 'retail' aéreo y de la conectividad de alta velocidad, dos de los motores que marcarán el futuro inmediato de la industria». Fundada en 2013 por Pablo Linz y Jimmy Martínez Van Korf, Immfly nació con el objetivo de ayudar a las aerolíneas a fidelizar a sus clientes mediante una oferta de entretenimiento y servicios digitales a bordo. Desde entonces, ha evolucionado hacia una plataforma tecnológica integral, diseñada específicamente para ofrecer la máxima eficiencia y ligereza operativa. «Hemos conseguido una estructura que nadie antes ha logrado», destaca Pablo Linz, cofundador y consejero delegado. «Una única infraestructura que proporciona todo lo que necesita el avión, diseñada para ser lo más eficiente y 'light' posible», añade. Esta apuesta por la eficiencia no es solo un concepto. El sistema de Immfly pesa entre tres y cinco veces menos que los de sus principales competidores, lo que se traduce directamente en un ahorro de litros de combustible para las aerolíneas , además de facilitar la instalación y el mantenimiento, afirma la compañía. Actualmente, su tecnología equipa más de 2.500 aviones en todo el mundo y alcanza a cerca de 400 millones de pasajeros anualmente. Immfly trabaja con más de 50 aerolíneas globales, entre ellas Iberia, Pegasus Airlines, Virgin Australia, Avianca, JetBlue, Air Canada, Volaris, TAP y Norwegian. Uno de los pilares de su estrategia futura es el desarrollo de soluciones de 'retail' aéreo. El marketplace de Immfly no se limita a productos tradicionales: ofrece desde 'upgrades' de asiento y pedidos de comida personalizados hasta reservas de hoteles y actividades en destino, todo accesible desde el dispositivo móvil del pasajero . «Los clientes que implementan nuestra tecnología son capaces de vender siete veces más de lo que vendían antes», subraya Linz. El otro gran proyecto en marcha es la conectividad de alta velocidad. Immfly trabaja para que en 2026 los primeros Boeing salgan de fábrica equipados con su sistema, con el objetivo de que en 2030 su tecnología esté disponible en la cadena de producción de los modelos más populares del mercado. «Nuestro 'hardware' es neutral: puede conectarse a cualquier antena», explican desde la compañía, lo que facilita su adopción por parte de distintas aerolíneas y fabricantes. La compañía, que mantiene más del 50% de su capital en manos de sus fundadores a través del holding CJP, cuenta también con el respaldo de inversores como Aero Equity Industrial Partners –vehículo promovido por Boeing–, Criteria Venture Tech y Gate Group. De cara a 2025, Immfly afirma que espera superar los 50 millones de euros de facturación, con el objetivo de duplicar sus ingresos en tres años y consolidar su margen Ebitda en torno al 10%. En un momento de transformación para la industria aérea, Immfly pretende posicionarse como un socio clave en la transición hacia un modelo de negocio más digital, conectado y rentable, redefiniendo no solo el entretenimiento en vuelo, sino toda la experiencia del pasajero.
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