La cofradía de la Presentación abre el Sábado de Pasión de Córdoba camino a la Catedral

Gana la determinación a la incertidumbre, la voluntad a la cautela pacata. El Sábado de Pasión, la gran jornada de vísperas de la Semana Santa de Córdoba, ya está en la calle y lo abre, como pasó el año pasado, la hermandad de la Presentación al Pueblo . No podía hacer esperar a su barrio, que espera en la plaza de Cañero y que recibe con entusiasmo a sus nazarenos de cola blanca, el Señor de los Afligidos, que en la fuerza de su gesto parece moverse para encontrarse con quienes le rezan en la iglesia. Saben a clásico los claveles de color rojo sangre que están en el friso del paso de misterio, que este año estrena los candelabros arbóreos que lo iluminan. Puede haber sido, quizá, la última vez que haya salido por la puerta principal de la iglesia. La hermandad tiene ya los trámites avanzados para abrir el nuevo vano en la zona occidental , que permitirá una salida más sencilla. Al echar a andar hacia la Catedral había como un sueño que se hacía realidad: el clasicismo de la banda de la Redención , los azahares que chillaban olor en los naranjos y las aceras repletas. Lo hace la cofradía a un paso ligero, en busca del templo mayor de la diócesis y con la presencia de algunas nubes inquietantes que por el momento no han descargado. Muchos cofrades la acompañan. Por las calles de casas bajas va el Señor de los Afligidos camino a la Catedral de Córdoba, con el sueño de que el próximo año pueda pedir la venia en la carrera oficial, como quiere. Un soplo de optimismo ha recorrido el día mientras los suyos querían quitarle la corona de espinas y consolarle del sufrimiento. A las 19.00 horas tienen que salir el Cristo de las Lágrimas desde el Parque Figueroa y la hermandad de la O , con la Virgen y el Señor de la Victoria en sus Tres Caídas, desde el centro cívico Levante, en Fátima, y a las 20.00 lo hará el Traslado al Sepulcro desde la Consolación. Ya es Semana Santa.