La ciencia desvela si todos somos infieles por naturaleza

¿Todos somos infieles por naturaleza? La ciencia no ofrece una única respuesta definitiva, pero sí múltiples perspectivas que ayudan a entender esta idea

May 11, 2025 - 19:56
 0
La ciencia desvela si todos somos infieles por naturaleza

La infidelidad es un fenómeno complejo que ha sido objeto de estudio desde múltiples disciplinas científicas como la psicología, la biología evolutiva, la antropología y la sociología. Preguntarse si “somos infieles por naturaleza” implica indagar en lo más profundo de la conducta humana, desde nuestra historia evolutiva hasta los entornos sociales y culturales en los que vivimos. 

La infidelidad es algo que muchas veces sucede y no sabemos muy bien por qué. Según varios estudios, el 60 por ciento de los hombres y más del 45 por ciento de las mujeres engañarán en algún momento a su pareja. 

La ciencia no ofrece una única respuesta definitiva, pero sí múltiples perspectivas que ayudan a entender por qué las personas son infieles y si hay una base natural para ello. La ciencia no avala la idea de que "todos somos infieles por naturaleza", pero sí reconoce que existe un trasfondo biológico, psicológico y cultural que puede hacer que la infidelidad sea una posibilidad latente. Lo importante es comprender que, aunque tengamos impulsos, también tenemos conciencia, responsabilidad y capacidad para decidir qué tipo de relaciones queremos construir.

Ante la pregunta: ¿somos infieles por naturaleza?, la respuesta corta es no necesariamente, pero tenemos el potencial para serlo. La ciencia sugiere que hay predisposiciones biológicas que pueden influir, pero no determinan. Además, las relaciones humanas son complejas y están fuertemente influenciadas por el entorno, la cultura, las decisiones personales y las emociones.

La monogamia no es una condición natural universal, pero tampoco lo es la infidelidad. Lo que sí parece natural es la variabilidad en las formas de vincularnos. El ser humano tiene capacidad de elección, de construir compromisos, de cultivar la empatía y de priorizar valores personales. La fidelidad, más que una imposición biológica o cultural, parece ser una elección sostenida por el amor, el respeto y la comunicación.

Ser infieles puede tener que ver con la educación y con los genes.Ser infieles puede tener que ver con la educación y con los genes. Foto: Pixabay.

Ciencia e infidelidad

Según un estudio de la Universidad de Florida, el narcisismo estaría vinculado con la infidelidad durante la primera etapa de la convivencia matrimonial. Otras investigaciones apuntan a que podrían existir determinados genes relacionados con la infidelidad, dado que la conducta viene motivada, en buena parte, por las variaciones genéticas vinculadas a lo que el cerebro entiende como un camino hacia la recompensa.

Un estudio de la Universidad de Binghamton señaló “la presencia de un gen de alta variabilidad que parece ser un factor decisivo en la modulación de la tendencia a la infidelidad de la persona”. Según explican los investigadores, “la selección natural elige una u otra variante del gen según las ventajas o los inconvenientes que ofrece una u otra conducta en la manera de relacionarse con el sexo opuesto”.

Además, algunos datos apuntan a que la infidelidad es un efecto de la dopamina. Este neurotransmisor se liberaría al engañar a nuestra pareja y al ocultar que estamos viviendo una relación paralela ya sea en el tiempo o de manera esporádica. Otros estudios apuntan a que es una cuestión de oportunidad: esto es, cuando se presenta la ocasión no hay demasiadas dudas. Pero parece que hay tantas razones o motivos para ser infiel como personas.

Infidelidad y psicología

Desde la psicología, la infidelidad no es vista tanto como una predisposición biológica, sino como el resultado de una interacción compleja entre factores individuales y del entorno. Muchos psicólogos sostienen que la infidelidad no ocurre en un vacío, sino en un contexto relacional en crisis o en deterioro. Aunque no justifica la acción, ayuda a comprenderla.

Los factores individuales incluyen la baja autoestima, una necesidad de validación externa, trastornos de personalidad (como el narcisismo) o insatisfacción sexual o emocional. Entre los factores relacionales aparecen desde una comunicación deficiente, falta de intimidad; sentimientos de desconexión o abandono o problemas de distinta índole no resueltos dentro de la pareja.
Un aspecto relevante es que el significado de la infidelidad varía entre personas y culturas. Para algunos, una conversación íntima con alguien fuera de la pareja puede ser una traición; para otros, solo cuenta el contacto físico. Las expectativas y límites de cada relación son clave.

La infidelidad puede darse por muchos motivos.La infidelidad puede darse por muchos motivos. Foto: Pixabay.

Cómo saber si te es infiel

La infidelidad no afecta a todo el mundo por igual ni se manifiesta de la misma manera en unas personas que en otras. En una relación de pareja, la confianza es clave para que sea una relación sana y feliz, sin malos entendidos ni sospechas absurdas que pueden dar al traste con la libertad de ambos miembros de la pareja. Confiar en el otro y sentirse seguro a su lado, requiere compromiso y que cada uno ponga y tenga unos límites bien definidos de lo que quiere o no quiere de esa relación.

Aunque como decíamos cada pareja y cada persona y sus relaciones son un mundo, aquí te planeamos cinco señales que podrían indicar que tu pareja te está siendo infiel. Es importante tener en cuenta que estas señales no son pruebas definitivas, sino indicadores que podrían justificar una conversación abierta y honesta con la otra persona.

  • Cambios repentinos en el comportamiento. Se muestra más distante, irritable o evasivo sin razón aparente y además cambia su rutina diaria sin dar explicaciones claras.
  • Exceso de privacidad con el móvil o redes sociales. Si se lleva el móvil al baño, borra mensajes o el historial de llamadas frecuentemente o evita por todos los medios que tengas su móvil cerca… puede que ahí haya algo más que simple privacidad.
  • Disminución del interés por ti. Puede haber una bajada repentina en las muestras de afecto, en los momentos de intimidad o la manera en la  que te muestra sus emociones o sentimientos por ti. Es como que está emocionalmente desconectado.
  • Ausencias difíciles de justificar. De repente, tiene reuniones, viajes o salidas de último minuto que no puede explicar bien o muestra incoherencias en lo que dice que hace y lo que realmente ocurre.
  • Preocupación excesiva por su apariencia personal. Si antes no iba al gimnasio ni se preocupaba por su aspecto o ropa y ahora sí lo hace, quizá deberías hablarlo con él para tener claro a qué te estás exponiendo.