Si en marzo oyes tronar, limpia tu hera y barre el pajar. Esta expresión popular es más cierta que nunca este marzo, mes que ha visto unas precipitaciones históricas - un 143% por encima de lo normal- que permiten adelantar una cosecha que sin duda será buena y dará respiro al campo tras las críticas sequías de 2022 y 2023. Sin embargo, estos 25 días de lluvias, que han sido ininterrumpidas en algunas regiones, dejan un balance desigual en función de la tipología de precipitación y los cultivos afectados. El agua siempre es deseable -y necesaria en el caso del secano-, pero cuando llega en forma de tromba y se encharca puede ocasionar destrozos y enfermedades fúngicas , como ha...
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