La Airef propone que los nuevos funcionarios vayan a la sanidad pública y que Muface sea voluntario
Son las conclusiones a las que llega en un informe publicado este lunes en el que analiza el gasto asociado a la asistencia sanitaria del mutualismo administrativo, después de que el Gobierno haya elevado hasta 4.808,5 millones de euros el concierto sanitario de Muface para 2025-2027 para evitar que quedara desierto.

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) cree necesario transformar el modelo de actual de Muface. El organismo presidido por Cristina Herrero propone que los nuevos funcionarios se incorporen a la sanidad pública y que el régimen especial se convierta en voluntario. Son las conclusiones a las que llega en un informe publicado este lunes en el que analiza el gasto asociado a la asistencia sanitaria del mutualismo administrativo, después de que el Gobierno haya elevado en casi 5.000 millones de euros el concierto sanitario de Muface para atraer a las aseguradoras y evitar que la licitación para el periodo 2025-2027 quedara desierta.
El estudio señala que el modelo de Muface es "una excepción singular" entre los países con sistemas sanitarios universales y apunta a que existe margen para mejorar su eficacia, eficiencia y equidad. Según Muface, esto pasa por acometer dos reformas estructurales en el sistema: por un lado, hacer que la adscripción a este régimen de mutualismo sea voluntaria en lugar de obligatoria y, por otro lado, que los nuevos funcionarios que entren a la Administración se incorporen progresivamente al Sistema Nacional de Salud (SNS), que tendría que ser reforzado.
Según los cálculos de la Airef, traspasar al SNS los 1,6 millones de mutualistas y beneficiarios del sistema —principalmente hijos— supondría 0,9 consultas adicionales al día en Atención Primaria, 24,6 pacientes más por cada 1.000 habitantes en consultas especializadas y 1,3 pacientes más sobre el mismo ratio en intervenciones quirúrgicas.
El supervisor fiscal recalca que estos cambios supondría un ahorro tanto para los funcionarios como para las arcas públicas, al eliminar las aportaciones de aquellos que opten por abandonar el sistema mutualista. No obstante, reconoce que no se trataría de una transformación inmediata. Plantea, por ejemplo, que de aquí a 2027, a lo largo del próximo concierto, podría realizarse una consulta integral a todos los mutualistas para saber cuántos se mantendrían como mutualistas y cuántos saldrían al Sistema Nacional de Salud si se les diera la opción.
El informe no señala únicamente a una cuestión de ahorro. Apunta a que el hecho de que cuando ingresan en la Administración los funcionarios tengan que elegir si, dentro de Muface, acogerse a la sanidad pública o a la privada choca con el espíritu de la provisión pública universal a la que sí tienen acceso el resto de ciudadanos. Actualmente para los funcionarios de carrera de la Administración General del Estado y los que estén en prácticas es obligatorio adscribirse al régimen mutualista, a través del cual luego pueden escoger entre la sanidad pública o la privada.
Según los datos que ofrece la Airef, solo el 24% de los mutualistas optan actualmente por la provisión pública, una proporción se incrementa sustancialmente cuando se padecen enfermedades de mayor gravedad. De hecho, más del 66% de las hospitalizaciones de severidad mayor o extrema de los mutualistas son atendidas en centros públicos, y el porcentaje se eleva hasta el 90% cuando el paciente es menor de 40 años.
En cambio, la Airef detecta que en la sanidad privada existe una mayor accesibilidad en las especialidades de traumatología, dermatología y ginecología. "Esta característica se refleja especialmente en la utilización de ciertas pruebas diagnósticas avanzadas de imagen, particularmente en resonancia magnética en la que la tasa supera en más de tres veces la del sistema nacional de salud", señala el informe.
En el ámbito farmacéutico, el organismo presidido por Cristina Herrero también detecta importantes diferencias. La Airef constata que los centros privados facturan a las mutualidades medicamentos hospitalarios a pacientes externos a precios significativamente más elevados que el de adquisición de los servicios públicos de salud, llegándose en algunos casos a sextuplicar el coste. Además, se observan también disparidades en la utilización de medicamentos genéricos, que suponen el 40% en la sanidad pública frente al 32% en la privada. Ante esta situación, la Airef propone optimizar los mecanismos de compra de medicamentos hospitalarios, implantar un programa integral de uso de genéricos, desarrollar la receta electrónica e implantar con carácter general la historia clínica digital.