Frente al colapso eléctrico y el caos generado por el apagón , la solidaridad ciudadana puso luz a un fatídico lunes que dejó desconectada a la península ibérica . Vecinos que ayudaban a ancianos en la calle y en las residencias, propietarios de restaurantes y taxistas que fiaban a sus clientes ante el bloqueo de sus datáfonos, policías que cargaban en sus espaldas a personas impedidas para que pudieran acceder a sus viviendas y ciudadanos de a pie que decidieron endulzar con sus gestos una jornada tan sombría; fueron la cara amable de un día sin precedentes de angustia y confusión. Pedro Touceda, vecino de Madrid, explica a ABC cómo sintió el abrazo ciudadano y cómo también lo ofreció. «Mi...
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