¿Grabarse o no en el gimnasio?: La guía que necesitas para sobrevivir sin ser el personaje incómodo del día

Hay algo que nadie te dice cuando decides empezar a ir al gimnasio, no solo se trata de levantar pesas, correr en la caminadora o intentar sobrevivir a una clase de HIIT sin vomitar. También hay toda una dinámica social y un mundo de reglas no escritas que te hacen pensar si vale la pena todo este esfuerzo para sacar el abdomen de verano.

Entrar al gimnasio puede sentirse como aterrizar en otro planeta: máquinas raras, reglas y gente que parece nacida para levantar pesas sin sudar. Y por si fuera poco, una encuesta reciente reveló que 1 de cada 4 personas se siente incómoda en el gimnasio, y el 28% vive con el miedo constante de usar mal el equipo y terminar como meme viral.

Y no sólo eso, sino que hay cierto tipo de reglas que aunque no están escritas, es importante que conozcas para no quedar en ridículo.

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La guía que necesitas para sobrevivir sin ser el personaje incómodo del día

No todo se graba y si lo haces hazlo con conciencia

Grabar tu entrenamiento puede ayudarte a mejorar la técnica o compartir tu progreso, pero no está cool poner un tripié justo donde pasa todo el mundo.

Según Nick Finney (sí, el que ha entrenado a J.Lo), si grabas, busca una zona tranquila y no te ofendas si alguien se cruza por accidente. Josh Davies, de OMNI Wellness, lo dice claro: “Grabar es tu decisión, pero los demás no tienen por qué adaptarse a ti”.

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Corregir sin que te lo pidan = red flag

Todos hemos visto a alguien hacer mal un ejercicio y si tu le sabes es probable que den ganas de ayudar, pero a menos que esté en riesgo real de lesionarse, mejor guarda tus tips.

Shona Vertue, entrenadora y yogui, lo dice clarito: “Entrenar puede ser una experiencia vulnerable. No necesitas que alguien te diga qué haces mal si no lo pediste”. Y si te nace decir algo, hazlo con empatía y mejor déjalo así si ves que tus consejos no son bien recibidos.

¿Se puede coquetear en el gym?

Lo sabemos, es un tema delicado y es bien sabido que muchos utilizan el gimnasio para encontrar a su media naranja. Para algunos es un spuper no, pero para otros podría ser el inicio de una historia de amor entre pesas.

Si vas a intentar algo, sé sutil y educado, nada de interrumpir una serie para lanzar una indirecta o impedir el uso del equipo por querer ligar, y recuerda,  si notas incomodidad, abandona la misión inmediatamente, esto no es Tinder.

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Contestar llamadas: ¿Sí o no?

Hablar por teléfono en el gym es de lo más molesto que puedes hacer y no solo lo decimos nosotros, los entrenadores con más experiencia también lo creen. La mayoría va a entrenar para olvidarse del mundo, no para escuchar tu junta de ventas o la conversación con tu madre. Un WhatsApp rápido o cambiar la playlist es aceptable, pero si tu voz se escucha más que la música del lugar, estás haciendo demasiado ruido.

Compartir es de gymbros

Si alguien está usando una máquina y ves que está descansando, puedes preguntar si pueden alternarse, eso sí, espera a que termine su serie para evitar que se lesione. Que no se te ocurra tomar discos del rack de alguien en plena sentadilla y jamás ocupes dos máquinas a la vez si el gimnasio está lleno.

Sí, el sudor se limpia (aunque no lo veas)

Es básico y no negociable: limpia el equipo que usaste, siempre. Aunque creas que no sudaste, aunque solo estuviste dos minutos y aunque jures que no es necesario, hazlo.

No se trata solo de higiene, también es respeto por la persona que sigue, ir al gimnasio es un escape para muchas personas, que por respeto a los demás e incluso a ti misma, limpia el equipo que usaste.

¿Topless o descalzo?

Sabemos que después de unas buenas reps el ego se infla, y claro, a veces da ganas de quitarse la camiseta para ver cómo se marcan los músculos o presumir ese “pump” que tanto costó. Pero si estás en un gimnasio con mucha gente, lo más recomendable es mantener la camiseta puesta.

No se trata de ocultarse, sino de respetar a las personas a tu alrededor, que están ahí para entrenar, no para ver torsos sudados. Además, desde el punto de vista higiénico, dejar el equipo lleno de sudor corporal no es lo más cool.

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Lo mismo va con entrenar descalzo, hay ejercicios específicos, como peso muerto o sentadillas profundas, donde estar sin zapatos puede ayudar a mejorar la técnica, pero eso no significa que puedas andar como si estuvieras en la playa.

¿Gruñir como Goku?

Un poco de esfuerzo es completamente normal cuando estás dándolo todo en un levantamiento pesado. A veces un gruñido, un respiro fuerte o un “¡uf!” se escapa cuando estás levantando más de tu peso corporal y eso es parte del juego.

Pero otra cosa muy diferente es soltar gritos como si estuvieras peleando contra Freezer, ahí ya no estás entrenando duro, estás queriendo llamar la atención, y eso puede incomodar a quienes buscan concentrarse o mantener un ambiente tranquilo.

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