Estados Unidos y China llegaron a un acuerdo comercial y reducirán las tarifas recíprocas
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el embajador comercial Jamieson Greer confirmaron el acuerdo durante una conferencia de prensa.

China y Estados Unidos anunciaron este domingo que llegaron a un acuerdo comercial que reducirá los aranceles recíprocos entre ambas naciones tras la escalada iniciada por el republicano Donald Trump.
Así, el gigante asiático reducirá del 125 % al 10 % los aranceles sobre productos estadounidenses, mientras que EE.UU. bajará los que aplica a los bienes chinos del 145 % al 30 %.
Los detalles del pacto fueron difundidos este lunes en un comunicado conjunto compartido tras las negociaciones celebradas en Ginebra, Suiza, este fin de semana por representantes de los respectivos gobiernos, que también acordaron crear un mecanismo permanente de consulta.
Este instrumento de dialogo estará liderado por el viceprimer ministro chino, He Lifeng, y el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y el representante comercial estadounidense, Jamieson Greer. Estos podrán reunirse en China, en EE.UU. o en un tercer país.
Durante la tregua de 90 días, ambos países seguirán con negociaciones de carácter más técnico que no solo incluirán cuestiones arancelarias, sino otros tipos de medidas que obstaculizan el comercio, en particular de la parte china, indicó Bessent desde Ginebra.
"El consenso en estos dos últimos días fue que ninguna de las partes desea un desacoplamiento [del comercio] y que lo que ha pasado con los aranceles tan altos equivale a un embargo, y nadie quiere esto", reflexionó.
Por su parte, Greer enfatizó la rapidez con la que se concretó el acuerdo, lo que, según él, reflejó que "las diferencias no fueron tan grandes como se pensaba". Sin embargo, recordó el contexto crítico que impulsó las negociaciones: "Estados Unidos tiene un enorme déficit comercial de 1,2 billones de dólares, por lo que el presidente declaró una emergencia nacional e impuso aranceles".
El embajador añadió que el pacto "ayudará a resolver esa emergencia nacional", aunque evitó especificar medidas concretas hasta la sesión informativa programada. Ambos funcionarios coincidieron en que el trabajo preliminar de los últimos dos días sentó las bases para futuros acuerdos.
Bessent se mostró satisfecho con el resultado de las reuniones y destacó la voluntad de China para avanzar en estas discusiones, así como el respeto mutuo. También valoró la utilidad de estos encuentros para "reparar las relaciones que se habían dañado" por la guerra comercial.
El secretario del Tesoro añadió que, ahora, ambos países cuentan con un mecanismo de consulta que permitirá "evitar" otra escalada comercial como la de los dos últimos meses.
"Yo diría que una de las cosas más importantes de este fin de semana es que Estados Unidos continuará trabajando en favor de un equilibrio estratégico en varias áreas que estuvieron expuestas a las debilidades de la cadena de suministros durante el Covid, sea en el área de los medicamentos, los semiconductores, el acero u otros", comentó.
En este sentido, Estados Unidos identificó hasta seis industrias y sus correspondientes debilidades en términos de cadena de suministros.
La guerra comercial entre ambas potencias iniciada con la llegada de Trump a la Casa Blanca se intensificó desde abril con la imposición de nuevos aranceles, lo que llevó los gravámenes a niveles sin precedentes: 145 % para las importaciones de bienes chinos a EE.UU. y 125 % para las de los estadounidenses que entraran a China.
La reunión de Ginebra, celebrada este fin de semana, fue el primer acercamiento formal desde que empezó esta última batalla arancelaria.
Jamieson Greer también dijo en Ginebra que en estos dos días se abordó por primera vez de forma directa con China el problema del fentanilo, y que EE.UU. les pidió que tomen medidas drásticas contra la producción y exportación ilegal de los químicos que permiten su elaboración.
"Hubo un compromiso sorprendente al abordar la crisis del fentanilo. Es la primera vez que China entiende la magnitud de lo que pasa en Estados Unidos", afirmó.