Es venezolana y cuenta cómo sobrevivió al derrumbe de Jet Set en República Dominicana: “Es un milagro estar viva”
Conoce más sobre la periodista venezolana que cuenta cómo sobrevivió al derrumbe de Jet Set en República Dominicana.

Cuarenta minutos. Ese fue el tiempo que Elianta Quintero, una periodista venezolana, estuvo bajo los escombros de la discoteca Jet Set, en República Dominicana, hasta que fue rescatada. La mujer contó que había ido al concierto de Rubby Pérez, una de las 113 víctimas fatales de la tragedia, para acompañar a su primo. “Jamás pensé en llamarme ‘sobreviviente’, pero me tocó”, expresó.
El momento del colapso del techo de la disco Jet Set: “Fue un microsegundo”
Elianta contó en una entrevista con Shirley Varnagy que, poco antes de que el techo del local bailable se viniera abajo, nada hacía sospechar lo que iba a suceder. “Estábamos en pleno concierto", contó. Durante el concierto, Rubby Pérez “había dicho unas palabras extremadamente bonitas para el pueblo venezolano”. “Estábamos muy emocionados”, recordó.
Sin previo aviso, el desastre llegó. “El concierto iba perfecto y, de repente, vimos como un movimiento extraño de gente hacia el centro del local. Fue todo en un microsegundo”, comentó.
Luego, un sonido estremecedor cambió todo. “Lo puedo describir como un estruendo, no sé si como una explosión, pero hubo un sonido”, explicó.
Lo próximo que recordó la periodista fue que se encontró aplastada por una montaña de escombros, en medio de la oscuridad más absoluta: “No veía nada, escuchaba la gente gritar. Y escuchaba que la gente que estaba conmigo me llamaba”.
Quintero señaló que si bien oía que la buscaban y decían su nombre, ella no contestaba. No quería hablar porque temía quedarse sin aire porque estaba “muy aprisionada” bajo los restos del techo de la discoteca.
Cómo logró mantenerse con vida bajo los escombros durante 40 minutos: “Lo más importante era seguir respirando”
La periodista venezolana consideró que la ubicación de la mesa en la que estaba ubicada antes de la tragedia fue clave. “Yo estaba muy cerca de la tarima, pero no en el centro. Y el bar que estaba al lado de mi mesa daba una salida de emergencia”, explicó.
Uno de los mayores desafíos que tuvo que enfrentar fue mantener la calma, pese a estar aprisionada bajo los escombros y ser claustrofóbica. “Yo no puedo estar en un espacio cerrado porque me falta el aire", señaló. Sin embargo, en ese momento se aferró a su fe religiosa para no entrar en pánico: “Sabía que si me ponía a pensar, me iba a perder por mi claustrofobia y empecé a hablar con Dios. Lo más importante era seguir respirando”.
A medida que pasaban los minutos, comenzó a escuchar ruido. “Empezamos a escuchar voces. Sentía que venían caminando desde adentro de la discoteca hacia afuera. Empezaron a pisarnos porque estábamos debajo de todo”, relató.
Fue entonces cuando supo que era “cuestión de tiempo” que la rescataran. Esa espera duró casi una hora. Según explicó, las personas que estaban atrapadas comenzaron a gritar y guiaron a los rescatistas, que finalmente llegaron hasta donde ella se encontraba y la liberaron.
La búsqueda desesperada de sus seres queridos entre los escombros de Jet Set
Una vez rescatada, Elianta pasó de víctima a buscar a otras personas desaparecidas. “Mi gran angustia era la gente que había dejado debajo de los escombros”, señaló. Uno de los momentos más difíciles fue no recibir respuesta de su amiga. “Ella estaba con nosotros, estaba cerca”, comentó. Sin embargo, por más que la llamaban, no contestaba
“La sacaron cuatro horas después. Ella iba camino hacia el baño y quedó bajo los escombros, muy profundo”, precisó. Los rescatistas lograron sacarla “por una ventanilla”. Su caso, aseguró, es “el de mayor milagro”, ya que a pesar de todo el tiempo que estuvo atrapada solo tuvo heridas menores, como “una pequeña cortadura en una ceja”.
Su amiga no estuvo sola: “Ella duró cuatro horas de la mano de un muchacho que tenía las piernas partidas por una viga". Durante todo ese tiempo, la mujer intentó animarlo porque "se estaba rindiendo”.
Tras abandonar el lugar, Elianta recibió cuidados médicos. “Me atendieron y me trasladaron a la clínica en una ambulancia porque tenía rota la cabeza”, indicó. Sin embargo, sus heridas no fueron graves. “Físicamente estoy muy adolorida. Hay muchos hematomas, muchos golpes, mucha contusión, pero afortunadamente no hay nada comprometido”, valoró. Por último, concluyó: “Es un milagro estar viva”.