Entrenamiento híbrido, HIIT, running… las 5 tendencias más destacadas del fitness para este verano
Un experto nos explica algunas de las grandes tendencias en ejercicio físico para ponernos en forma y sentirnos mejor por dentro y por fuera

El fitness no es solo entrenar en un gimnasio con máquinas o pesas. Existen multitud de tipos de entrenamientos que nos pueden ayudar a mantenernos más sanos, sin dolores musculares y, de cara al verano, también con una buena forma física. El sector del fitness está en constante transformación, con nuevas tendencias que se ponen de moda cada año y que motivan a las personas a dar ese primer paso hacia una vida más activa y saludable.
Como siempre explicamos, ponerse a entrenar al máximo cuando se acercan los meses estivales, no es lo ideal y, más bien al contrario, puede hacer que te lesiones. Deberíamos hacer ejercicio físico (y seguir un estilo de vida saludable) durante los doce meses de años y seguir una rutina deportiva que nos sirva para cumplir los objetivos que nos planteemos. Si eres novato en esto del ejercicio físico, déjate asesorar por un entrenador personal sobre cuál es el mejor entrenamiento para tu condición física y para lo que quieres conseguir. Recuerda siempre tener unos objetivos realistas para no frustrarte a la primera de cambio y dejar el deporte.
Cinco tendencias de fitness
Daniel Galindo, director del departamento de Experiencia e Innovación de VivaGym, nos explica cuáles son las tendencias más destacadas que marcan la diferencia en los gimnasios de hoy, “Estas tendencias brindan la oportunidad de descubrir nuevas formas de mantenerse activo, mejorar la salud y sentirse bien”, afirma Galindo.
1. Entrenamiento Híbrido: Competiciones tipo Hyrox, creado en 2017 en Alemania, ha crecido exponencialmente, atrayendo a más de 250.000 participantes anualmente en todo el mundo. Este tipo de competiciones híbridas están diseñadas para desafiar tanto la capacidad aeróbica como la fuerza muscular: ocho series de carrera de un kilómetro seguida de ocho estaciones de ejercicios funcionales. Las estaciones incluyen ejercicios como SkiErg, trineo, burpees, remo o Wall Ball.
Para probarlo, lo importante es entrenar de manera equilibrada, combinando resistencia con fuerza funcional; por ejemplo, se puede incorporar HIIT en la rutina, así como levantamientos de pesas y entrenamiento con kettlebells en el gimnasio, sin olvidar lo más importante: correr.
El running sigue siendo uno de los deportes más practicados. Foto: Pixabay.
2. HIIT: El Hight Intensity Interval Training sigue siendo una apuesta segura en la mejora del rendimiento físico. Pudiendo combinar diferentes ejercicios en intervalos cortos pero muy intensos. Con una rutina que varía entre infinidad de movimientos y/o ejercicios como levantamiento de pesas, sprints, kettelbell, saltos al cajón, etc… toda una experiencia completa, optimizando el tiempo y maximizando los beneficios. Esta modalidad ha ganado popularidad en gimnasios por su capacidad para mejorar la resistencia, incrementar la fuerza muscular y promover una mayor quema de grasa en menos tiempo. Además, la variedad de ejercicios mantiene la motivación alta, evitando que las rutinas se vuelvan monótonas.
3. Running: El running sigue siendo una de las prácticas más populares, pero con la proliferación de clubes virtuales y eventos en redes sociales, más personas se han sumado a esta actividad. Sin embargo, para correr de forma segura y prevenir lesiones comunes como la tendinitis o las fracturas, es crucial incluir en el entrenamiento ejercicios de fuerza. Trabajar el core y las piernas con ejercicios como sentadillas, zancadas o trabajo con bandas elásticas en el gimnasio ayuda a mantener una biomecánica adecuada y a reducir el impacto en las articulaciones. Se puede complementar el entrenamiento de running con estiramientos dinámicos y fortalecimiento de la zona lumbar para evitar molestias.
4. Movilidad: La movilidad es fundamental para prevenir lesiones y mejorar el rendimiento físico, ya que facilita movimientos más eficientes y reduce la rigidez. Incorporar ejercicios de movilidad como rotaciones articulares, estiramientos dinámicos y sentadillas profundas puede mejorar el rango de movimiento de las articulaciones y la flexibilidad muscular.
A medida que envejecemos o llevamos un estilo de vida sedentario, la movilidad juega un papel crucial en la mejora de la calidad de vida y la prevención de lesiones. Este tipo de entrenamiento es especialmente beneficioso para quienes pasan mucho tiempo sentados o quienes practican deportes de alto impacto, ya que contribuye a mantener la fluidez en el movimiento y a reducir la rigidez.
5. Pilates o Yoga: El pilates es conocido por su enfoque en la activación del core, la mejora de la flexibilidad y la estabilización postural. Mediante movimientos controlados, el pilates trabaja músculos profundos y estabilizadores que no suelen activarse en entrenamientos convencionales. El Yoga, además, integra respiración, meditación o otros beneficios tanto físicos como mentales que pueden ayudar a corregir desajustes posturales, prevenir dolores lumbares y mejorar la coordinación. Además, la supervisión profesional en el gimnasio asegura que los movimientos sean realizados correctamente, lo que reduce el riesgo de lesiones y optimiza los resultados.
Antes de entrenar, calienta durante unos minutos. Foto: Pixabay.
Así deberías iniciarte en el deporte
Cuando llega la cercanía del verano, mucha gente se vuelve loca haciendo dietas extremas y practicando ejercicio físico sin cabeza. Esto no debería ser así si lo que quieres es mantenerte sano y en forma durante todo el año. Las dietas extremas son malas para tu salud y además suelen tener efecto rebote. Si haces ejercicio sin saber lo que estás haciendo o para qué lo estás haciendo, te sentirás frustrado y no conseguirás ver resultados por mucho que te esfuerces o sudes en el gimnasio. Estas serían cuatro claves esenciales para empezar a hacer ejercicio físico de forma segura y sostenible:
- Define un objetivo claro y realista. Decide por qué quieres ejercitarte: ¿mejorar tu salud? ¿bajar de peso? ¿ganar fuerza? Tener una meta concreta te dará motivación y te ayudará a elegir el tipo de entrenamiento adecuado.
- Empieza poco a poco y con constancia. No intentes hacerlo todo desde el primer día. Comienza con sesiones cortas (20-30 minutos), dos o tres veces por semana, y ve aumentando gradualmente la intensidad y la frecuencia.
- Elige una actividad que disfrutes. Caminar, nadar, bailar, ir al gimnasio, hacer yoga… Lo importante es que te guste, porque así será más fácil mantener el hábito a largo plazo.
- Escucha a tu cuerpo y prioriza la técnica. Evita lesiones respetando tus límites y aprendiendo la técnica correcta. Si es posible, busca la guía de un profesional, especialmente al principio.