En las alturas

Las grandes catedrales góticas se construían buscando el cielo; las ciudades sagradas se erigían en las alturas, tanto como se hacía con infinidad de templos y monasterios. Hoy, aviones y drones surcan el firmamento en nombre de una humanidad que no parece creer ni siquiera en sí misma. Mientras, allí siguen los viejos retiros, espacios ganados a la piedra, al monte, a la montaña. Lugares donde el silencio es una presencia compacta y la noche, un manto inapresable. El Monasterio de la Santísima Trinidad, uno de los seis “monasterios en el cielo” de Meteora, en Grecia, fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y no cuesta sospechar por qué. Están los frescos del siglo XVII, el aroma al tiempo que emana de cada uno de esos rincones y la búsqueda de algo más, algo más grande que una simple vida humana: el hálito de la trascendencia.

Abr 11, 2025 - 07:11
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En las alturas

Las grandes catedrales góticas se construían buscando el cielo; las ciudades sagradas se erigían en las alturas, tanto como se hacía con infinidad de templos y monasterios. Hoy, aviones y drones surcan el firmamento en nombre de una humanidad que no parece creer ni siquiera en sí misma. Mientras, allí siguen los viejos retiros, espacios ganados a la piedra, al monte, a la montaña. Lugares donde el silencio es una presencia compacta y la noche, un manto inapresable. El Monasterio de la Santísima Trinidad, uno de los seis “monasterios en el cielo” de Meteora, en Grecia, fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y no cuesta sospechar por qué. Están los frescos del siglo XVII, el aroma al tiempo que emana de cada uno de esos rincones y la búsqueda de algo más, algo más grande que una simple vida humana: el hálito de la trascendencia.