El Vaticano anuncia que el cónclave para elegir al próximo papa será el 7 de mayo
Más de 130 electores se reunirán a puertas cerradas en el Vaticano para elegir al próximo jefe de la Iglesia; muchos no se conocen entre sí
ROMA.- El cónclave comenzará el miércoles 7 de mayo, según decidieron este lunes los cardenales presentes en Roma —tanto los mayores como los menores de 80 años— durante la quinta Congregación General, anunció hoy el Vaticano. En un encuentro con periodistas, el director de la Sala de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, precisó que en la reunión participaron 190 cardenales, de los cuales “un centenar” son menores de 80 años y, por tanto, con derecho a voto.
Las votaciones para elegir al sucesor de Francisco, quien falleció a las 7.35 de la mañana del lunes pasado, comenzarán en la tarde del miércoles. De acuerdo con las normas de la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, en ese momento se realizará un único escrutinio. Por la mañana, en un ambiente cargado de tensión, tendrá lugar la “misa pro-eligendo Pontífice” en la Basílica de San Pedro, un rito previo a la votación más secreta y llena de misterio que suele captar la atención del mundo entero. Posteriormente, los cardenales realizarán una procesión hasta la Capilla Sixtina, donde escucharán una meditación del predicador de la Casa Pontificia antes de entrar en el cónclave, encerrándose “cum clave” hasta elegir al 267 papa de la Iglesia.
La misa pro eligendo Pontífice —“por la elección del Papa”— será presidida por el cardenal decano, Giovanni Battista Re, quien también ofició el funeral del papa Francisco el domingo pasado. Sin embargo, debido a sus 91 años, no ingresará al cónclave. En su lugar, quien tomará las riendas del proceso será el cardenal Pietro Parolin, también italiano, secretario de Estado de la Santa Sede y gran favorito para desempeñar un papel clave en la elección.
Ahora que ya se conoce la fecha, que había sido el gran interrogante de los últimos días, comienzan las operaciones logísticas para acondicionar no solo la Capilla Sixtina —ubicada entre los impresionantes frescos de Miguel Ángel y otros maestros del Renacimiento—, sino también el espacio donde los cardenales electores deberán encerrarse.
“Nadie se quedará en la calle”, aseguró Bruni. Aunque no especificó si finalmente serán 135 o menos los votantes —se habla de dos cardenales, uno español y uno bosnio, que no podrán llegar a Roma por problemas de salud—, aclaró que, además de la residencia Santa Marta, el hotel vaticano famoso por ser la residencia del papa Francisco, los cardenales electores podrán hospedarse en lo que se conoce como Santa Marta vieja. Este edificio, ubicado junto al nuevo, fue inaugurado en 1996 por el papa Juan Pablo II con el objetivo de proporcionar a los cardenales un espacio más cómodo y moderno. Sin embargo, dado que el número de cardenales supera los 120 previstos por Pablo VI, no todos podrán alojarse en Santa Marta nueva. Por ello, se acondicionará la antigua Santa Marta, que alberga algunas oficinas de la Pontificia Comisión para América Latina.
Ahora que ya se conoce la fecha, Bruni también confirmó que comenzarán las operaciones para poner en marcha la famosa estufa que permitirá la salida de la fumata negra (si no se elige un papa) o blanca (si se proclama habemus papam) desde la Capilla Sixtina. Además, detalló que durante la reunión de cardenales de esta mañana se produjeron 20 intervenciones, en las que se discutieron “el futuro de la Iglesia, sus desafíos en el mundo actual, las cualidades que deberá tener el nuevo Papa, la evangelización y la cuestión de los abusos”, aunque sin ofrecer más detalles. Las Congregaciones Generales se llevan a cabo en la máxima reserva, y los cardenales, al inicio, hacen un juramento de confidencialidad. Sin embargo, siempre surgen filtraciones. De hecho, el viernes pasado, según pudo saber LA NACION, se solicitó a los cardenales que no ofrecieran entrevistas, aunque esta recomendación fue respetada solo parcialmente.
+++++Matteo Bruni, director @HolySeePress confirma que los cardenales decidieron que el cónclave para elegir al sucesor de Francisco comenzará el miércoles 7 de mayo pic.twitter.com/Xr7F3kc52u— Elisabetta Piqué (@bettapique) April 28, 2025
Bruni también anunció que, mediante sorteo, fueron elegidos para asistir al cardenal camarlengo Kevin Farrell durante los próximos tres días el cardenal filipino Luis Antonio Tagle —otro de los favoritos—, el alemán Reinhard Marx —de línea progresista— y el corso-francés Dominique Mamberti.
Se especulaba con que la fecha de inicio del cónclave podría ser el 5 o el 6 de mayo. Aunque, evidentemente los cardenales decidieron tomarse un poco más de tiempo. ¿Por qué? Porque el gran problema de este cónclave es que la gran mayoría de los 133 cardenales electores, provenientes de 71 países, con derecho a voto, no se conocen. Muchos ni siquiera se han visto una sola vez. Por otro lado, a diferencia del anterior cónclave -el de 2013- que ocurrió no porque un papa había muerto, sino porque había renunciado (Benedicto XVI), ahora no se pueden reunir dos veces al día, a la mañana y a la tarde, porque deben participar en las ceremonias vinculadas a los nueve días de luto, los novendiales. Esto hace que haya menos oportunidades de verse, hablar, “olfatearse” los unos a los otros.
Ante una pregunta, Bruni reconoció que durante la reunión pre-cónclave se habló del “caso Becciu”, -el cardenal sancionado por el papa Francisco- que pretende ser readmitido al cónclave. “No hubo resolución”, dijo el vocero.
Preguntado si era verdadera la versión que circula de que Becciu había dado él solo un paso hacia atrás, Bruni dijo que no tenía “indicaciones” al respecto.
Se espera que el colegio cardenalicio corte por lo sano y le comunique al cardenal Angelo Becciu que debe renunciar a su reclamo, considerado por muchos “desagradable”. Exsustituto de la Secretaría de Estado y persona de confianza el principio del Papa argentino, Becciu en septiembre de 2020 fue defenestrado y excluido por el Pontífice de la participación a un eventual cónclave, tras estallar un escándalo de corrupción.
En los últimos años, no obstante, debido a la generosidad de Francisco, Becciu, de 76 años, siguió participando de liturgias, celebraciones y consistorios, ya que no perdió su título cardenalicio. Amén de sostener su inocencia y clamar haber sido condenado injustamente a fines de 2023 a cinco años de prisión por una pésima y millonaria inversión en Londres -con fondos reservados de la secretaría de Estado- y otros casos de nepotismo, Becciu, que también fue invitado a las Congregaciones Generales, exigió ser readimitido a la votación del próximo Papa, porque es un “deber”, más que un derecho de un cardenal.
En medio de un clima de intrigas digno de las mejores películas de suspenso, desde hace días se habla de la existencia de un documento firmado por Francisco con su inicial, “F”, que indica claramente que Becciu, de 76 años y origen sardo, no puede entrar a la Capilla Sixtina. El documento habría sido firmado por Francisco el 24 de marzo, al día siguiente de haber sido dado de alta del hospital Gemelli, según el diario Il Messaggero. El cardenal Parolin, al parecer, tiene en sus manos esta carta escrita a máquina, que podría aparecer este lunes y cerrar, de una vez por todas, la cuestión.
Al día siguiente de un funeral memorable, con cientos de miles de personas en la Plaza de San Pedro y en las calles de Roma, en tanto, el cardenal Parolin, el gran favorito para suceder a Francisco porque en medio de un colegio de electores donde nadie se conoce, él es el único muy conocido -junto al filipino Antonio Luis Tagle-, tuvo su primera gran aparición pública como candidato papable fuerte.
Celebró la misa del segundo día de luto por el papa Francisco, que coincidió con el Jubileo de los Jóvenes, evento que debería haberse dado junto con la canonización del beato Carlo Acutis -el influencer de Dios-, que fue postergada hasta la elección de un nuevo Papa, el único que puede proclamar los santos.
Ante 200.000 personas que volvieron a llenar la Plaza de San Pedro -adolescentes venidos desde toda Italia y de varias partes de Europa y el mundo, con remeras con el logo del Jubileo o vestidos de boy scouts- y ante las cámaras, Parolin se mostró como un candidato de continuidad. Como era de esperar, en su homilía elogió a Francisco y trazó el perfil o “mandato” que deberá tener el sucesor.
Diplomático de larga data, con un estilo muy “curial”, distinto al de su antecesor argentino, al principio del sermón Parolin -que habla perfecto español y fue nuncio en Venezuela antes de ser llamado por Francisco a Roma para ser secretario de Estado-, evocó el Evangelio del día, que narra la aparición de Jesús resucitado ante sus discípulos.
“La imagen inicial que el Evangelio nos ofrece puede representar el estado de ánimo de todos nosotros, de la Iglesia y del mundo entero. El Pastor que el Señor donó a su pueblo, el Papa Francisco, terminó su vida terrena y nos ha dejado. El dolor de su partida, el sentido de tristeza que nos embarga, la turbación que percibimos en el corazón, la sensación de pérdida, todo esto lo estamos viviendo, como los apóstoles acongojados por la muerte de Jesús”, dijo.
“Y, sin embargo, el Evangelio nos dice que precisamente en estos momentos de oscuridad el Señor se presenta ante nosotros con la luz de la resurrección, para iluminar nuestros corazones. El Papa Francisco nos lo ha recordado desde su elección y lo ha repetido con frecuencia, poniendo en el centro de su pontificado esa alegría del Evangelio que llena la vida entera de los que se encuentran con Jesús”, añadió, citando Evangelii Gaudium, el documento programático del papa argentino.
Parolin recordó luego que en el segundo domingo de Pascua se celebra la fiesta de la misericordia, concepto clave del pontificado de Francisco. “Sólo la misericordia sana y crea un mundo nuevo, apagando los fuegos de la desconfianza, del odio y de la violencia. Esta es la gran enseñanza del Papa Francisco”, destacó. “El Papa Francisco fue testigo luminoso de una Iglesia que se inclina con ternura hacia quien está herido y sana con el bálsamo de la misericordia; y nos ha recordado que no puede haber paz sin que reconozcamos el valor del otro, sin la atención al que es más débil y, sobre todo, no puede haber nunca paz si no aprendemos a perdonarnos recíprocamente, usando entre nosotros la misma misericordia que Dios tiene para con nuestra vida”, resaltó, trazando, así, lo que muchos piensan que debe ser el mandato del próximo papa.