El equipo de Donald Trump intenta lanzar el mensaje de que los bandazos del flamante presidente de Estados Unidos y lo que al común de los mortales nos parece una locura, responde en realidad a un sesudo plan económico cuyo objetivo es debilitar al dólar para hacer al país más competitivo y que consiga así vender mejor sus productos. Es lo que en la Casa Blanca llaman el Acuerdo de Mar-a-Lago, como informó David Alandete, el corresponsal de ABC en Washington el pasado martes. Sinceramente cuesta mucho creer que las amenazas continuas de una guerra arancelaria, que hacen prever más inflación y, por tanto, dificultan la rebaja de tipos, permitan depreciar mucho al dólar. Es cierto que la incertidumbre que...
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