El pueblo templario de Extremadura que ya es uno de los más bonitos de España
Situado en el suroeste de la provincia de Badajoz y conocido como "la ciudad de las cuatro torres", sus calles blancas esconden edificios religiosos, palacios y casas señoriales que son el mejor testimonio de su glorioso pasado.

La provincia de Badajoz cuenta con fantásticos pueblos con una herencia cultural única que demasiadas veces pasamos de largo. Entre estos lugares hay uno que está de enhorabuena por haber sido incluido recientemente en la lista oficial de Los Pueblos más Bonitos de España. Y es que el encanto de Jerez de los Caballeros no podía quedar sin recompensa. Su casco antiguo amurallado, una arquitectura medieval y las estrechas calles de origen islámico lo convierten en el lugar perfecto para quienes quieren descubrir el legado templario y de paso deleitarse con la exquisita gastronomía de la dehesa extremeña.
La tierra donde nació Núñez de Balboa
Este pueblo pacense tiene todo lo que se puede desear para una relajada escapada: historia, cultura, gastronomía y bonitos paisajes. Una combinación perfecta que convierte a Jerez de los Caballeros en uno de los lugares más auténticos de Extremadura.
Por este pueblo pasaron fenicios y romanos, pero fueron los árabes y los caballeros templarios los que dejaron su mayor huella. En la tierra que vio nacer a Núñez de Balboa, conquistador español que descubrió el Océano Pacífico tras cruzar el istmo de Panamá en 1513 y que aquí cuenta con una plaza y su escultura, se encuentran también algunos de los mejores ejemplos de arquitectura barroca de toda la provincia de Badajoz.
Qué ver en Jerez de los Caballeros
Empezamos a descubrir Jerez de los Caballeros recorriendo sus encantadoras y tranquilas calles empinadas teñidas de blanco. Del centro histórico seguro que te llamará la atención los campanarios barrocos con adornos en tonos dorados y azules sobresaliendo sobre el perfil de la localidad. De todas las torres la que más destaca es la de la iglesia de San Bartolomé, tan ornamentada como su fachada principal. Del siglo XV, aunque ampliada en los dos siglos posteriores, fue donde bautizaron a Núñez de Balboa. Si subes a la torre campanario, podrás tener una bella panorámica de los tejados jerezanos.
La Plaza de España
Es uno de los lugares claves de Jerez de los Caballeros y el lugar donde se encuentra otra de las principales iglesias, la de San Miguel, también con elementos góticos y barrocos, un coro renacentista y una imponente torre campanario de 64 metros de altura. Es parecida a la de San Bartolomé, aunque sin los colores azules que distinguen a esta.
La plaza no solo es el lugar desde el que parten los caminos para ver los lugares principales del pueblo, también encontrarás numerosas terrazas donde disfrutar de un relajado tentempié o de la buena mesa, a base de carnes y embutidos ibéricos, que están entre los mejores y más afamados de nuestro país.
La iglesia más antigua del pueblo
Otras de las iglesias que no debes perderte es la de Santa María de la Encarnación, que fue construida sobre otro templo de origen visigodo y está considerada la más antigua del pueblo (siglo XV). También te recomendamos visitar la iglesia de Santa Catalina, una de las cuatro importantes que tiene la ciudad. Está situada en el barrio bajo siendo la que se encuentra más alejada del casco histórico.
El castillo de los templarios
Es otro de los puntos claves que hay que incluir en el itinerario. De origen musulmán, los Caballeros de la Orden del Temple lo remodelaron en el siglo XIII añadiendo torres y almenas. Está situado en lo alto de un cerro y tiene forma pentagonal. De ella tenemos que destacar sobre todo su imponente muralla y la Torre Homenaje. En el interior se encuentra una pequeña capilla del siglo XV y un aljibe. Un paseo por las murallas te permitirá disfrutar de preciosas vistas tanto del casco antiguo como del entorno.
Un recorrido por sus calles
Y aparte de ver monumentos e iglesias (que como ves no faltan en este pueblo) te aconsejamos disfrutar del placer de simplemente pasear por sus calles, empedradas y con numerosas cuestas. Hagas el recorrido que hagas tus pasos te llevarán hasta la Puerta de Burgos (siglo XIII), que junto a la Puerta de la Villa es una de las dos que se conservan de las seis que tenía la muralla medieval. Además, es uno de los puntos más icónicos y bonitos de la localidad.
La Ruta de los Palacios
En el paseo y de forma desperdigada también te irás topando con palacios y casonas señoriales (la mayoría de la época barroca) que suelen ser de dos plantas, fachada austera y con un patio central. Los más destacados están próximos a las plazas y templos más importantes, como el Palacio del Marqués de San Fernando, el Palacio de Guzmán Sotomayor y el Palacio de los Marqueses de Rianzuela.