El PSOE cierra sus congresos sin apenas primarias y solo dos líderes críticos frente al bloque alineado con Ferraz
Cinco ministros han tomado las riendas de cinco federaciones y solo Page y Gallardo han sobrevivido a la pugna de Ferraz.

La gira de Pedro Sánchez por todo el territorio para arropar el liderazgo de los renovados secretarios generales de las federaciones socialistas ha concluido este sábado con Baleares y Navarra como últimas paradas. De todos los congresos que se celebraron desde enero, solo hubo primarias en tres, Extremadura, Cantabria y Murcia, y de los barones más críticos con el liderazgo de Sánchez, solo quedaron dos, el extremeño Miguel Ángel Gallardo y el castellano-manchego Emiliano García-Page. Con este elenco, el PSOE ya pone rumbo y fecha a una dilatada precampaña que tiene como objetivo ganar poder territorial de cara a las elecciones generales previstas para 2027.
El secretario general del partido lo dejó claro en el 41 Congreso Federal de diciembre: "Tenemos una sola prioridad, volver a ganar las elecciones autonómicas, municipales y generales en 2027 en toda España". A partir de ahí, la maquinaria socialista se puso en marcha. Cinco ministros —María Jesús Montero, Pilar Alegría, Óscar López, Diana Morant y Ángel Víctor Torres— se postularon en cinco territorios con el fin de liderar las federaciones de Andalucía, Aragón, Madrid, Comunidad Valenciana y Canarias, respectivamente. De los mismos, los tres primeros lograron apartar a sus antecesores sin necesidad de enfrentarse a una batalla interna.
Juan Espadas, anterior líder del PSOE andaluz, dio un paso a un lado para dejar vía libre a Montero, que el pasado 21 de febrero tomó el mando de esta federación. En el caso de Pilar Alegría, su único contrincante del sector de Javier Lambán era Darío Villagrasa, que fue perdiendo apoyos y acabó abandonando la posibilidad de enfrentarse a unas primarias. La también ministra portavoz se entronó el pasado 23 de marzo.
El camino de Óscar López, ex mano derecha de Sánchez y actual ministro de Transformación Digital, para liderar el PSOE de Madrid sin primarias fue más farragoso. Juan Lobato decidió dimitir tras la polémica desatada por registrar ante notario los mensajes que mantuvo con Pilar Sánchez Acera, asesora de López en Moncloa, sobre los presuntos delitos fiscales de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Tras ello, el actual secretario general del PSOE-M oficializó su victoria el 2 de febrero.
Realmente, solo ha habido tres federaciones con proceso de primarias: Cantabria, Murcia y Extremadura. En el caso de Cantabria, el hasta ahora secretario general, Pablo Zuloaga, no se resignó a enfrentarse con el que salió finalmente victorioso, el diputado Pedro Casares. Ambos son considerados próximos a Ferraz, no obstante, la Dirección socialista optó por apoyar al segundo, que asumió el liderazgo del PSOE cántabro el pasado fin de semana.
Tampoco eran críticos con Sánchez los dos contrincantes en las primarias de Murcia, Francisco Lucas y Diego Conesa. No obstante, el primero, que finalmente ha salido ganador, es también miembro de la cúpula socialista y durante su campaña defendió que los líderes de federaciones pequeñas tuviesen influencia en Madrid. En el caso de Extremadura sí ha habido enfrentamiento entre el sector crítico de Miguel Ángel Gallado y el afín al presidente del Gobierno de Esther Gutiérrez, saliendo ganador el primero.
Ferraz impulsó la candidatura de Gutiérrez para intentar desplazar al secretario general en el cargo, abiertamente crítico con acuerdos con los independentistas como el de la financiación singular para Cataluña. Finalmente, Sánchez acudió a su coronación el 19 de enero, cuando salió reelegido, protagonizando el único varapalo a Ferraz en estas exiguas primarias.
Pero también sobrevive a la alineación oficialista el presidente de Castilla-La Mancha y principal azote de Sánchez dentro del partido, Emiliano García-Page. El presidente del Gobierno acudió tanto a su congreso como al de Gallardo con el fin de "normalizar" las relaciones con las últimas aldeas galas del PSOE, aunque tras las últimas críticas de Page por el pacto para la reubicación de menores migrantes y el impuesto a la banca, no parece haber cumplido con el objetivo.
Con los congresos autonómicos ya cerrados, ahora es el turno de los provinciales y locales. No obstante, voces de mucho peso dentro del partido ya fijan para finales de año el arranque de una precampaña que, en el caso de Andalucía y Castilla y León se convertirá en campaña oficial en el año 2026, cuando están previstas sus elecciones ordinarias. En este sentido, fuentes del PSOE creen que los resultados de las andaluzas servirán como termómetro de cara a 2027 pero, para eso, aun queda una dilatada contienda territorial.