Los lobos estaban dirigiendo a las masas
Estos últimos días, no he podido dejar de pensar en aquellas manifestaciones de 2019 que llenaron de orgullo y esperanza las calles de nuestro país por la igualdad y la dignidad de las mujeres, y cómo tentativas intencionadas de enfrentamiento y división, dentro del movimiento feminista, nos dañaron.

Estos últimos días, no he podido dejar de pensar en aquellas manifestaciones de 2019 que llenaron de orgullo y esperanza las calles de nuestro país por la igualdad y la dignidad de las mujeres, y cómo tentativas intencionadas de enfrentamiento y división, dentro del movimiento feminista, nos dañaron.
Lo acontecido en las últimas semanas muestra que el listón y las exigencias morales con las que Podemos había intentado obtener rédito electoral o cuestionamiento de un sector amplio de la izquierda y del feminismo se les ha vuelto en contra. Una maniobra interesada para intentar quedar como únicos adalides del feminismo…
¡Como si la historia del feminismo no se hubiera conseguido gracias a la valentía y la sororidad de mujeres que fueron precursoras y promotoras de cada uno de los avances de la igualdad! Las feministas 'clásicas' así fueron despreciadas todas aquellas que en los últimos años y décadas habían aportado a esta honrosa lucha.
Las palabras del cofundador de Podemos evidencian que sus propias líneas rojas eran puro fariseísmo. Por fortuna, los delitos están delimitados por la ley y, en este caso, "cualquier relación no puede ponerse bajo sospecha ni cualquier comportamiento ser sospechoso de punible".
¡Ay, amigo! ¿Dónde quedó el 'hermana, yo sí te creo'?
Y resulta que las mismas que ocultaban y tapaban, en sus filas, comportamientos indignos y lamentables, contribuyen a legitimar discursos negacionistas contra la violencia machista de esos ultras que vieron en la defensa del patriarcado, el caldo de cultivo idóneo para
atacar las luchas históricas del feminismo. Quizás para entender lo que ha pasado aquí, debemos recordar cómo este movimiento, del cual uno de sus fundadores fue el señor Monedero, fue en sus inicios liderado exclusivamente por hombres. Los mismos que sabiendo interpretar el momento en el que se encontraba la sociedad española, vieron la necesidad de nombrar mujeres demanda social que se abría paso en sus calles, vieron la necesidad de nombrar mujeres al frente de su organización. Como ya recordó Pablo Iglesias a Yolanda Díaz, que fue elegida para que la autoridad residiera en el mismo sitio.
Y para que en este escenario no faltase ningún ingrediente, se acaba señalando a periodistas que osan preguntar por el velo de silencio extendido sobre manoseos, baboseos… de ex dirigentes, ex simpatizantes de Podemos y por alumnas de la Universidad Complutense. Lo de siempre, ¡matemos al mensajero!
Otro capítulo aparte, merece la respuesta de la Universidad. Reafirma su compromiso, abre expediente y activa el protocolo, ¡faltaría más!
Lo que cabe preguntarse: ¿Dónde estaba cuando las alumnas se avisaban entre sí dejar abierta la puerta en las tutorías, intentar pasar desapercibidas en su indumentaria, y se desoían los avisos del punto violeta?
Después de todo esto, es lógico pensar que el señor Monedero quisiera justificarlo todo como si fuera un sueño de no se sabe quién y de que la izquierda se pelee y se divida.
Al final, siempre se cae en la misma trampa: cuando se está más pendiente de luchar por ocupar los espacios, perdemos de vista a la gente y no nos damos cuenta que los verdaderos lobos son los que están dirigiendo a las masas.