El PP busca convertir la respuesta a la guerra comercial de Trump en una bronca interna contra Sánchez

Feijóo viajó a Bruselas para criticar los planes del Gobierno ante la imposición de aranceles en EEUU que negociaba su equipo económico, usa la presencia de Cuerpo en las conversaciones para atacar a María Jesús Montero y arremete contra el viaje del presidente a ChinaLa UE pausa 90 días los aranceles a EEUU como gesto a Trump España, junto al resto del mundo, afronta una nueva crisis de alcance planetario. Tras la pandemia o la invasión rusa de Ucrania y su incidencia en el aumento de los precios, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha supuesto la apertura de una guerra comercial desde EEUU al resto de países. El Gobierno ha armado un primer paquete de ayudas a las empresas afectadas por los aranceles de la mano la UE, que este jueves ponía en 'standby' su ofensiva. Pero, en ese contexto, el PP ha optado de nuevo por hacer oposición a Pedro Sánchez pese a presentarse como un “partido de Estado”. “Es una cuestión de Estado, el PP estará al servicio de la nación”, dijo Alberto Núñez Feijóo el pasado lunes en una declaración sin preguntas tras reunirse con asociaciones empresariales. El líder de la oposición anunció su propio plan para paliar los efectos de los aranceles anunciados por Trump y reclamó al Gobierno asumirlos e introducirlos en el real decreto-ley que se iba a aprobar el martes. La propuesta del PP ha sido la misma que suele plantear ante cualquier crisis: bajar impuestos y cotizaciones sociales. En el mismo ‘pack’, Feijóo ha planteado prolongar la vida útil de las centrales nucleares. Pero la negociación se fue al traste por la “desconfianza” que la dirección del PP asegura tener en el Gobierno. Esta vez, el motivo esgrimido fue el acuerdo del Ejecutivo con Junts para añadir una disposición al decreto de ayudas que plantea respetar el “equilibrio territorial” en la asignación de recursos. Según los datos oficiales, las empresas radicadas en Catalunya representaron en 2024 casi un cuarto de las exportaciones a EEUU. En el PP sostienen que el Gobierno “mintió” a su negociador, Juan Bravo. Hoy por hoy, el primer partido en número de diputados y de gobiernos autonómicos se inclina por el ‘no’ en la votación para convalidar el decreto de las ayudas. O, al menos, eso dice. El plazo para que el Congreso lo avale o rechace es de un mes desde su aprobación en el Consejo de Ministros. Con estas premisas, Feijóo viajó el miércoles a Bruselas, donde se reunió con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y con los comisarios de Comercio, Maros Sefcovic, y de Defensa, Andrius Kubilius. En una comparecencia ante los medios de comunicación, el líder del PP reiteró que sus votos dependerán de que el Gobierno asuma sus postulados: “No nos hemos movido. Seguimos con nuestro plan. El Gobierno se ha alejado”. Feijóo defendió en Bruselas a su colega de partido europeo, Ursula von der Leyen, de quien dijo que está “siendo prudente, inteligente” por “usar la diplomacia” y “conseguir la unidad de los Estados miembros”. En contraposición, el líder del PP afirmó: “España necesita un plan y, de momento, el Gobierno plantea un parche”. En la Moncloa, sin embargo, se inclinan por apostar que esta vez el líder de la oposición va de farol. “Tengo mis dudas de que el PP vote que no, sinceramente. Sería un regalo político para nosotros. A lo mejor se abstienen como mucho porque tendría mucho coste para ellos”, valoraba este jueves en los pasillos del Congreso una de las personas más cercanas al presidente del Gobierno. En las filas socialistas está extendida la sensación, de hecho, de que hay mucho de “postureo” en el enfado y el desmarque de los populares después de la interlocución mantenida por el ministro Cuerpo con el jefe económico de la calle Génova y con las Comunidades Autónomas. “De verdad que no hemos dejado de hablar y de trasladarles de toda la información. El propio Bravo lo ha reconocido públicamente y la mayoría de Comunidades Autónomas han salido muy satisfechas de la reunión. Seguimos negociando y dialogando. Diríamos que la situación está muy lejos de esa ruptura que intenta trasladar el PP, pero seguramente están primando su estrategia”, sostienen en la Moncloa. El “irresponsable” viaje a China Feijóo ha defendido en los últimos días la necesidad de mantener los lazos comerciales con EEUU. Frente a la posibilidad de abrir “nuevos mercados”, el PP apuesta por “mantener el vínculo atlántico”. Y ve con buenos ojos avanzar en tratados de libre comercio con India, Singapur o Mercosur. De lo que no quiere oír hablar la derecha es de acercar posiciones con China, segunda potencia económica del mundo. El PP arremetió este jueves con dureza contra la gira asiática emprendida por Pedro Sánchez, quien visitó primero Vietnam y después el propio país que preside Xi Jinping.  La vicesecretaria de Educación y Sanidad del PP, Ester Muñoz, aseguró ante los medios

Abr 11, 2025 - 07:10
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El PP busca convertir la respuesta a la guerra comercial de Trump en una bronca interna contra Sánchez

El PP busca convertir la respuesta a la guerra comercial de Trump en una bronca interna contra Sánchez

Feijóo viajó a Bruselas para criticar los planes del Gobierno ante la imposición de aranceles en EEUU que negociaba su equipo económico, usa la presencia de Cuerpo en las conversaciones para atacar a María Jesús Montero y arremete contra el viaje del presidente a China

La UE pausa 90 días los aranceles a EEUU como gesto a Trump

España, junto al resto del mundo, afronta una nueva crisis de alcance planetario. Tras la pandemia o la invasión rusa de Ucrania y su incidencia en el aumento de los precios, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha supuesto la apertura de una guerra comercial desde EEUU al resto de países. El Gobierno ha armado un primer paquete de ayudas a las empresas afectadas por los aranceles de la mano la UE, que este jueves ponía en 'standby' su ofensiva. Pero, en ese contexto, el PP ha optado de nuevo por hacer oposición a Pedro Sánchez pese a presentarse como un “partido de Estado”.

“Es una cuestión de Estado, el PP estará al servicio de la nación”, dijo Alberto Núñez Feijóo el pasado lunes en una declaración sin preguntas tras reunirse con asociaciones empresariales. El líder de la oposición anunció su propio plan para paliar los efectos de los aranceles anunciados por Trump y reclamó al Gobierno asumirlos e introducirlos en el real decreto-ley que se iba a aprobar el martes. La propuesta del PP ha sido la misma que suele plantear ante cualquier crisis: bajar impuestos y cotizaciones sociales. En el mismo ‘pack’, Feijóo ha planteado prolongar la vida útil de las centrales nucleares.

Pero la negociación se fue al traste por la “desconfianza” que la dirección del PP asegura tener en el Gobierno. Esta vez, el motivo esgrimido fue el acuerdo del Ejecutivo con Junts para añadir una disposición al decreto de ayudas que plantea respetar el “equilibrio territorial” en la asignación de recursos. Según los datos oficiales, las empresas radicadas en Catalunya representaron en 2024 casi un cuarto de las exportaciones a EEUU.

En el PP sostienen que el Gobierno “mintió” a su negociador, Juan Bravo. Hoy por hoy, el primer partido en número de diputados y de gobiernos autonómicos se inclina por el ‘no’ en la votación para convalidar el decreto de las ayudas. O, al menos, eso dice. El plazo para que el Congreso lo avale o rechace es de un mes desde su aprobación en el Consejo de Ministros.

Con estas premisas, Feijóo viajó el miércoles a Bruselas, donde se reunió con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y con los comisarios de Comercio, Maros Sefcovic, y de Defensa, Andrius Kubilius. En una comparecencia ante los medios de comunicación, el líder del PP reiteró que sus votos dependerán de que el Gobierno asuma sus postulados: “No nos hemos movido. Seguimos con nuestro plan. El Gobierno se ha alejado”.

Feijóo defendió en Bruselas a su colega de partido europeo, Ursula von der Leyen, de quien dijo que está “siendo prudente, inteligente” por “usar la diplomacia” y “conseguir la unidad de los Estados miembros”. En contraposición, el líder del PP afirmó: “España necesita un plan y, de momento, el Gobierno plantea un parche”.

En la Moncloa, sin embargo, se inclinan por apostar que esta vez el líder de la oposición va de farol. “Tengo mis dudas de que el PP vote que no, sinceramente. Sería un regalo político para nosotros. A lo mejor se abstienen como mucho porque tendría mucho coste para ellos”, valoraba este jueves en los pasillos del Congreso una de las personas más cercanas al presidente del Gobierno.

En las filas socialistas está extendida la sensación, de hecho, de que hay mucho de “postureo” en el enfado y el desmarque de los populares después de la interlocución mantenida por el ministro Cuerpo con el jefe económico de la calle Génova y con las Comunidades Autónomas. “De verdad que no hemos dejado de hablar y de trasladarles de toda la información. El propio Bravo lo ha reconocido públicamente y la mayoría de Comunidades Autónomas han salido muy satisfechas de la reunión. Seguimos negociando y dialogando. Diríamos que la situación está muy lejos de esa ruptura que intenta trasladar el PP, pero seguramente están primando su estrategia”, sostienen en la Moncloa.

El “irresponsable” viaje a China

Feijóo ha defendido en los últimos días la necesidad de mantener los lazos comerciales con EEUU. Frente a la posibilidad de abrir “nuevos mercados”, el PP apuesta por “mantener el vínculo atlántico”. Y ve con buenos ojos avanzar en tratados de libre comercio con India, Singapur o Mercosur.

De lo que no quiere oír hablar la derecha es de acercar posiciones con China, segunda potencia económica del mundo. El PP arremetió este jueves con dureza contra la gira asiática emprendida por Pedro Sánchez, quien visitó primero Vietnam y después el propio país que preside Xi Jinping. 

La vicesecretaria de Educación y Sanidad del PP, Ester Muñoz, aseguró ante los medios en el Congreso que “ha habido muchas declaraciones de primeros ministros diciendo que tenemos que seguir manteniendo relaciones con EEUU y que desde luego lo que no tenemos que hacer es mirar a China”. “Los socios europeos no ven con buenos ojos este acercamiento” porque “genera una tensión internacional dentro de la propia UE”.

Pero la propia Von der Leyen ha hablado en los últimos días con el primer ministro chino, y ya planteó el pasado mes de enero en el Foro de Davos la necesidad de abrir ambos mercados el uno al otro. De hecho, este mismo verano se celebrará una cumbre UE-China.

Pero es que Von der Leyen envió a Pekín al mismo comisario de Comercio con el que Feijóo estuvo el lunes reunido para negociar las relaciones comerciales entre China y la UE tras la imposición de aranceles por parte de Trump. También Francia ha optado por afianzar sus lazos bilaterales. El ministro de Exteriores, Jean-Noël Barrot, ha visitado el país esta misma semana.

Para el PP, el viaje “llega en el peor momento posible y de una forma muy irresponsable”, en palabras de Muñoz, aunque no afirman si Von der Leyen, comisarios o algún dirigente europeo les ha trasladado alguna queja por un viaje que todo indica está coordinado con la UE.

Con todo, ni la dirección nacional del PP ni otras voces potentes del partido se han ahorrado las críticas a Sánchez. La más dura, una vez más, Isabel Díaz Ayuso quien, desde su viaje a Ecuador justo cuando su pareja declara ante los tribunales como imputado, acusa al presidente de “homenajear la memoria de tiranos sanguinarios”.

Génova y las comunidades autónomas

El lunes, Feijóo también exigió la presencia de las comunidades autónomas en la toma de decisiones de las medidas de ayuda. El líder del PP dijo, como suele hacer, que “también son Estado”. El Gobierno incluyó esta petición en el real decreto-ley, y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, las convocó a una primera reunión este mismo jueves.

Pero la decisión sobre el voto en el Congreso no la tomarán los presidentes autonómicos. Aunque podrán dar su opinión, y seguro que la darán, será un análisis sobre el daño que pueden infligir al Gobierno lo que determine el sentido del voto que, salvo sorpresa, no se desvelará hasta el último momento para intentar debilitar más la posición de Sánchez, que confía en amarrar la mayoría de la investidura para no depender del PP y las necesidades de la dirección nacional de la calle Génova de Madrid.

El PP no solo ha arremetido contra Sánchez por viajar a China y Vietnam. O contra Carlos Cuerpo por “mentir”. También han criticado la ausencia en las negociaciones de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero. Este miércoles, durante la sesión de control, los diputados del PP bascularon entre asegurar que Sánchez se la ha quitado del medio por pérdida de confianza y asegurar que la también ministra de Hacienda “no da para más” por la acumulación de encomiendas del presidente. Dos afirmaciones incompatibles pero sostenidas casi a la vez en el tiempo. 

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