El Papa lleva a su funeral a 'excluidos de la sociedad': sin techo, presos y transexuales le acompañan en su último viaje

"El santo padre eligió el nombre de Francisco para no olvidarlos nunca", ha señalado el Vaticano.

Abr 26, 2025 - 16:44
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El Papa lleva a su funeral a 'excluidos de la sociedad': sin techo, presos y transexuales le acompañan en su último viaje

Tras un funeral multitudinario celebrado en la plaza de San Pedro este sábado por la mañana, el féretro de Papa Francisco ha llegado a la Basílica de Santa María La Mayor alrededor de las 13.00 horas. Lo ha hecho en un papamóvil abierto para permitir a los fieles ver el cuerpo y a su llegada, el féretro ha sido bajado del vehículo y, entre aplausos, ha sido trasladado al interior del templo. Allí, además del cortejo fúnebre, un grupo de unas 40 personas -compuesto por pobres, presos, transexuales, sin techo y migrantes- esperaba instantes antes del entierro de su ataúd, mientras tocaban las campanas.

Estas personas se han ubicado en la escalinata de acceso a la Basílica y cada uno ha portado una rosa blanca en la mano. Estas personas han acogido el féretro en una última señal de respeto para un pontífice que tanta atención prestó a los últimos y descartados por la sociedad en su ministerio. Como explicó la Santa Sede al dar a conocer esta noticia, "los pobres tienen un lugar privilegiado en el corazón de Dios" y, por tanto, "también en el corazón y en la enseñanza del santo padre, que eligió el nombre de Francisco para no olvidarlos nunca".

"Un grupo de pobres y necesitados estará presente en la escalinata de acceso a la basílica de Santa María la Mayor para rendir sus últimos homenajes al Papa Francisco antes de la inhumación de su féretro", indicó este jueves la nota publicada por la Santa Sede. En ella también se explicó que esta decisión se había tomado debido a que los más necesitados siempre ocuparon un sitio "privilegiado" en el corazón del jesuita, quien eligió su nombre religioso en honor a San Francisco de Asís para no olvidarse nunca de ellos.

El ataúd del Papa ha viajado en un vehículo que ha salido del Estado de la Ciudad del Vaticano por la Puerta del Perugino pasadas las doce del mediodía, a una velocidad más elevada de lo prevista inicialmente. En concreto, ha recorrido la Galería Príncipe Amadeo de Saboya-Aosta para continuar por Corso Vittorio Emanuele, Piazza Venezia, Via dei Fori Imperiali y llegarr al Coliseo para llegar a la Via Labicana y Via Merulana hasta la Piazza Santa Maria Maggiore. A su paso por las vías romanas, los ciudadanos han aplaudido y exclamado "¡Viva el Papa!" y se han podido leer pancartas con la palabra "Grazie" (Gracias).

A su llegada a Santa María La Mayor, el ataúd ha sido cargado en hombros por los sediarios pontificios e introducido en el templo con una procesión guiada por un crucifijo y seguida por monjes, obispos, cardenales o otros miembros del clero entre cánticos y coros solemnes. Antes de reposar, el féretro ha sido llevado a la Capilla Paolina para dejarlo brevemente ante la mirada de la Virgen Salus Populi Romani, en cuyo altar unos niños dejaron unas cestas con algunas rosas blancas.

Después, ha sido llevado al sepulcro que Francisco encargó en vida, situado justo al lado de la Capilla Paolina. Su sepultura ha sido a puerta cerrada y el templo volverá a abrir a los fieles desde la mañana del domingo.

Sepulcro rociado con agua bendita

La sepultura en el nicho de la nave lateral de la basílica liberiana, entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza, está precedida por el canto de cuatro salmos y acompañada de cinco intercesiones. A continuación, se entona el Padrenuestro y, sobre el féretro del Papa Francisco se imprimen los sellos del Cardenal Camarlengo de la Santa Iglesia Romana, Kevin Joseph Farrell; de la Prefectura de la Casa Pontificia; de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Romano Pontífice y del Capítulo Liberiano.

Una vez concluidos estos gestos, se coloca el féretro en el sepulcro y se rocía con agua bendita, mientras se entona el Regina Caeli. Finalmente, el notario del Capítulo Liberiano redacta el acta auténtica que certifica el entierro y la lee a los presentes. Después lo firman el cardenal camarlengo, el regente de la Casa Pontificia, Leonardo Sapienza, el maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, Diego Ravelli y el notario.

El papa argentino, fallecido el lunes a los 88 años, fue despedido este sábado con un funeral en la plaza de San Pedro del Vaticano al que asistieron unas 250.000 personas y delegaciones de unos 130 países y organizaciones del mundo.