El padre de Montoya la lía contando cómo es Anita detrás de las cámaras: le bastan tres palabras demoledoras
Montoya en el ojo del huracán. Montoya, el sevillano que se ganó al público en ‘La isla de las tentaciones’, se enfrenta ahora a una nueva aventura en ‘Supervivientes’ con más intensidad emocional que pruebas físicas. Su participación en el reality está marcada por su historia con Anita, su expareja, también concursante. Su relación, siempre ... Leer más

Montoya en el ojo del huracán.
Montoya, el sevillano que se ganó al público en ‘La isla de las tentaciones’, se enfrenta ahora a una nueva aventura en ‘Supervivientes’ con más intensidad emocional que pruebas físicas. Su participación en el reality está marcada por su historia con Anita, su expareja, también concursante. Su relación, siempre en la cuerda floja, ha generado una oleada de emociones tanto dentro como fuera del concurso. A pesar de los altibajos, las cámaras han captado momentos de ternura que dejan entrever que, quizá, aún queda algo entre ellos.
La conexión entre Montoya y Anita ha cruzado fronteras. Su famoso reencuentro en la playa, donde él corría desesperado hacia ella mientras ella compartía confidencias (y algo más) con otro concursante, llegó incluso al plató de Oprah. Ahora, dentro de ‘Supervivientes’, el juego de luces y sombras continúa. Y aunque las discusiones no faltan, sus acercamientos han avivado la esperanza de quienes sueñan con una reconciliación televisada.
El último capítulo de esta telenovela ha sido de lo más sonado: tras una bronca en su playa, Anita corrió a los brazos de Montoya sin pensar en las normas del concurso. «A mí me da igual», decía él cuando se les advirtió del castigo por romper las reglas. «Y a mí también», respondía ella, decidida. El resultado ha sido un castigo conjunto: ambos están aislados en una pequeña jaula, separados del resto del grupo.
«Es mala mujer».
Como era de esperarse, la escena ha tenido un gran eco en el entorno cercano de la expareja. El programa ‘Tardear’ ha querido conocer las impresiones de las familias de ambos concursantes, y las respuestas no han dejado indiferente a nadie. En especial, las declaraciones del padre de Montoya han encendido las redes sociales y el debate público.
Juan Carlos, padre del sevillano, no se ha mordido la lengua. «Está mal psicológicamente por esta mujer. Tiene que curarse. Tendrá que dejar todo y curarse», ha sentenciado sobre el impacto emocional que Anita ha tenido en su hijo. Su opinión sobre ella no admite matices: «Ella es mala mujer, no se da de valer. Quiere por coj**** un padre para su hijo. Por coj**** quiere a Montoya». Unas palabras duras que no hacen sino avivar el fuego del drama.
Además, el padre del concursante ha mostrado su indignación por lo que considera una actitud oportunista de Anita. «Ahora quiere mucho al niño, cuando estaba foll**** en la isla no mencionaba al niño». Para él, Anita es «la ruina para un hombre» y asegura que su inclusión en ‘Supervivientes’ ha saboteado la evolución emocional de su hijo. «Él iba para curarse y para hacer su concurso libre. Pero claro, le meten a otra persona en el concurso y ese es el problema».
Otra cara de la moneda.
Mientras Juan Carlos lanza dardos envenenados, la familia de Anita ofrece una visión completamente distinta. Laura, su madre, ha defendido a Montoya y no ha dudado en mostrar su cariño hacia él. «Bienvenido», ha dicho al referirse a una posible reconciliación. Para ella, lo importante es que su hija es una luchadora nata: «Se pasa la vida sobreviviendo y teniendo retos muy fuertes, más que las pruebas de ahí».
En declaraciones al programa ‘Vamos a ver’, Laura también habló de cómo ve a Montoya en esta nueva etapa. “A él le veo como es, en su esencia. Él es así, es genuino”, aseguraba, mientras valoraba positivamente el acercamiento entre ambos: “Se quieren mucho. Han estado un año y pico juntos y han convivido muchísimo”. Incluso afirmó que el joven llegó a ser más presente que su propio hijo en casa, lo que demuestra la estrecha relación que compartieron.
Pepe, el padre de Anita, tampoco se ha mostrado hostil hacia Montoya. Al contrario, ha recordado con simpatía el carácter impulsivo del sevillano: «Cuando empieza parece una locomotora, no para». Aunque reconoce que Montoya puede alterarse con facilidad, no ha emitido juicios negativos. Para él, la intensidad del concursante forma parte de su esencia y es precisamente eso lo que lo hace auténtico.
Entre la tensión y el afecto.
Mientras en los Cayos Cochinos la historia entre Montoya y Anita continúa desarrollándose entre miradas, reproches y abrazos furtivos, el mundo exterior debate con fervor su destino. Las familias, lejos de estar alineadas, muestran posturas opuestas que solo reflejan la complejidad de esta historia que ya no pertenece solo a ellos, sino a toda una audiencia que no quiere perderse ni un solo capítulo.
Y es que, en ‘Supervivientes’, la supervivencia va más allá de pescar peces o encender fuego. Se trata también de sobrevivir a uno mismo, a los sentimientos que nunca se fueron del todo y a las heridas abiertas que cada ola parece querer borrar… sin éxito.