El nuevo teleférico de Casa de Campo licita su reforma con cabinas más grandes y seguras

El Ayuntamiento invertirá 31,9 millones en redactar y ejecutar el proyecto que devolverá el uso a la atracción.

Abr 3, 2025 - 07:08
 0
El nuevo teleférico de Casa de Campo licita su reforma con cabinas más grandes y seguras

En 2022 cerró sus puertas por problemas de seguridad, en 2024 se anunció su renovación y este 2025 se redactará el nuevo proyecto para el Teleférico de Madrid. La Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) acaba de poner en marcha la licitación para transformar integralmente la estación, sustituir las cabinas, actualizar el sistema y estructuras del teleférico, tal y como informan fuentes del área municipal de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad. Para ello, la EMT abrirá un proceso abierto a través del cual las constructoras podrán proponer sus ideas para dar una segunda vida a esta atracción de la capital que viaja entre las terminales de Pintor Rosales y Casa de Campo.

Tras esto, la empresa municipal adjudicará la redacción y ejecución para reformar el servicio. Una vez se formalice el contrato, el adjudicatario contará con 14 meses para diseñar y llevar a cabo la reforma y las obras de renovación. A este plazo se sumarán otros 12 meses tras la finalización de las obras que contemplan la puesta en marcha del servicio, el seguimiento del funcionamiento y una primera revisión anual del fabricante. El contrato tiene un valor estimado de 31,9 millones de euros. La primera fase cuenta con un presupuesto de 690.703 euros para la redacción del proyecto de ejecución y la segunda fase será en la que se invierta la mayoría del presupuesto, 29,7 millones de euros, en la ejecución de la obra. Dentro de esta segunda fase, casi la mitad del importe irá destinada a la instalación electromecánica.

También se sustituirán las 80 cabinas con un diseño y capacidad nueva. Las anteriores tenían seis plazas, pero las nuevas podrán transportar hasta un grupo de diez personas. Dentro de esta renovación también habrá cabinas destinadas a personas con movilidad reducida, con capacidad para ocho plazas. De este modo, la nueva capacidad del teleférico será de hasta 1.800 personas por hora en viajes con una duración media de 11 minutos a 40 metros del suelo. Además, dichas cabinas tendrán una mejor visibilidad que las anteriores.

Una obra "más compleja de lo que puede parecer"

Dicho contrato para renovar totalmente el Teleférico es la solución que ha encontrado el Ayuntamiento para frenar la degradación del estado en el que se encuentra por el desgaste temporal desde su apertura en el año 1969. Concretamente, fue una inspección realizada en el cableado la que puso punto y final a los viajes, provocando el cierre del servicio en 2022. Ahora, con la licitación ya en marcha, el Ayuntamiento incide en que su renovación permitirá que sea un servició "automático, seguro, con alta capacidad y que, además, garantizará la accesibilidad y será un medio de transporte respetuoso y con bajos niveles de ruido", tal y como apuntan dichas fuentes.

De lo delicado del entorno de Casa de Campo y de la seguridad del servicio habló recientemente el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida al ser preguntado por los plazos de la reforma: "Es una obra mucho más compleja de lo que puede parecer, tanto por las características técnicas de la infraestructura porque supone sustituir toda la infraestructura y las cabinas, tanto como por el lugar en el que se ubica, la Casa de Campo", respondió el alcalde. Aun así, aseguró que "es un proyecto que sigue en plazo" y que "a finales del 2025, los madrileños podrán disfrutar con sus hijos del teleférico". Además de los madrileños, el área municipal de Borja Carabante confía en atraer también a los turistas con esta renovación: "El nuevo sistema tecnológico convertirá el teleférico en un atractivo turístico", prometen desde dicha área.

Y es que, pese a estar gestionado por la EMT, el uso de este medio está dirigido a ser únicamente lúdico, "por lo que no estará cubierto por la tarjeta de transporte", tal y como ya puntualizó Almeida en el anuncio de la recuperación del servicio. La idea de conectar por aire estos dos polos de Madrid por cabinas aéreas fue del exalcalde de la capital, Carlos Arias Navarro y él mismo lo inauguró en junio de 1969. La ejecución del proyecto fue encargada a una empresa suiza llamada Von Roll, pero fue supervisada por el entonces Ministerio de Obras Públicas. Las obras comenzaron a mediados de 1968 y concluyeron en el plazo de un año con una inversión inicial de 100 millones de pesetas. Ahora, el momento en el que el cielo de Casa de Campo se cubra de nuevo con cabinas que transporten a madrileños y no madrileños admirando las vistas.