El lebrel húngaro o magyar agár, un perro con raíces nómadas

El magyar agár es especialmente musculoso y posee una gruesa capa de piel entre todos los lebreles.

Mar 23, 2025 - 10:06
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El lebrel húngaro o magyar agár, un perro con raíces nómadas

Los magiares, un pueblo nómada de origen euroasiático, irrumpieron en el panorama europeo en el siglo IX al atravesar los Cárpatos y asentarse en la cuenca del Danubio, lo que hoy conocemos como Hungría. Eran jinetes formidables, estrategas en la guerra y maestros en la caza, habilidades esenciales para su supervivencia. No es de extrañar que, junto a sus valiosos caballos, los magiares contaran también con perros especialmente seleccionados para la caza, como el magyar agár.

Este lebrel de origen antiquísimo ha acompañado a los húngaros a lo largo de más de mil años de historia. Su presencia está documentada desde la llegada de los magiares a la región, como lo evidencian los restos óseos hallados en excavaciones arqueológicas en la zona de los Cárpatos. Su función principal era cazar liebres y ciervos en los vastos llanos húngaros, tarea para la que se requería velocidad, resistencia y una gran agudeza visual.

Sin embargo, en el siglo XIX la raza experimentó un cambio significativo debido a los cruces con varias razas de lebreles ingleses, con el objetivo de aumentar su velocidad en la caza y en las carreras. A pesar de esta influencia externa, el magyar agár ha mantenido sus características y es considerado un símbolo del patrimonio canino de Hungría.

Se encuentra reconocida por las todas las asociaciones caninas internacionales y nacionales con una excepción: el Kennel Club Americano (AKC), que lo considera una variedad del galgo inglés debido a las similitudes entre ambas razas.

Un lebrel resistente y versátil

El lebrel húngaro es un perro fuerte y robusto, ligeramente más musculoso y resistente que el galgo inglés. Históricamente, acompañaba a los cazadores a caballo durante largos recorridos, pudiendo recorrer entre 30 y 50 kilómetros en un solo día.

Aunque guarda una gran similitud con el galgo inglés, las diferencias anatómicas hacen que el magyar agár sea más resistente a climas extremos y que tolere mejor el esfuerzo prolongado, lo que a su vez lo convirtió en un atesorado perro de caza en los fríos inviernos húngaros.

Perseverantes, vigilantes e ideales para hogares activos

El magyar agár combina la rapidez y agilidad de los lebreles con un carácter afectuoso y equilibrado, que lo hace muy cercano a su familia. A diferencia de otros lebreles europeos, tiene un carácter más vigilante y protector, reservado con los desconocidos y observador por naturaleza. No obstante, gracias a su carácter estable, se considera apto para la convivencia con niños y otros animales si se le socializa desde cachorro.

A pesar de ser un perro tranquilo en casa, el magyar agár necesita ejercicio regular y no es una raza adecuada para personas sedentarias, ya que requiere largos paseos diarios y la oportunidad de correr en espacios amplios. En el pasado, eran criados para resistir largas jornadas, y su capacidad atlética sigue presente en la raza actual. Es un perro que responde bien al entrenamiento, aunque a veces puede mostrar el carácter independiente propio de los lebreles.

Para ampliar información sobre esta raza, se recomienda contactar con CEGAS y DLE, el Club Español de Galgos Afganos, Salukis y Demás Lebreles Extranjeros, entidad colaboradora de la Real Sociedad Canina de España. Asimismo, desde Animaleros recordamos la importancia de valorar la adopción, donde en España cientos de galgos autóctonos terminan en refugios tras la temporada de caza.