Una dosis de confianza para tiempos inciertos

Vivimos tiempos inciertos en los que la realidad se transforma a una velocidad apabullante. Tiempos de desafíos (climáticos, pero también geopolíticos, financieros, económicos, sociales…). Tiempos de escenarios complejos, que no responden a patrones conocidos. En los que avances esperanzadores conviven con resistencias al progreso, y que suceden tan vertiginosos que nos atropellan, que apenas nos permiten contemplar en profundidad lo que acontece a nuestro alrededor.  

Ante el estupor, sosiego. Ante lo precario, luminosidad en el discurso, brío y coraje para razonar. Eso es lo que propone la publicación Sin límites: El poder del pensamiento positivo en tiempos de cambio, un proyecto de Ethic, Moeve, Fundación Querer y Noaway que se ha presentado en la sede de Moeve en Madrid. Editada en papel y en formato virtual, la revista reúne a diferentes expertos que proponen formas de pensar inspiradoras y estimulantes para encarar estos retos a los que nos enfrentamos tanto como individuos como sociedad. Sin caer en ingenuidades, analiza aspectos como las políticas educativas, la investigación científica, el acceso a la salud o la igualdad de oportunidades desde una perspectiva acrisolada, desde la música a la neurociencia.

«Querer y sentirse querido»

Para Victor Küppers, el valor de las personas «está, sobre todo, en su actitud»

Durante la presentación, el divulgador de psicología positiva y conferenciante Victor Küppers recordó que el valor de las personas «está, sobre todo, en su actitud». Explicó que las circunstancias nos vienen dadas en la mayoría de los casos, y que el desafío está en cómo afrontarlas. «Todos tenemos problemas, pero no todos los encaramos de igual manera». La cuestión primordial, a su juicio, es relativizar lo que nos sucede y distinguir los auténticos dramas (la muerte de un familiar, una enfermedad de alguien a quien queremos, etc.) de cuestiones que no son propiamente problemas sino «circunstancias que resolver».

La gran aliada, para Küppers, es la serenidad, que no significa conformismo sino templanza para saber qué escapa a nuestro control e intervenir en aquello que podemos modificar, con voluntad. Esta actitud no es incompatible con el enfado, pero ese enfado ha de dar paso pronto a una actitud responsable y proactiva. Por último, Küppers definió la felicidad como «querer y sentirse querido», a la vez que la vinculó con ser buena persona.     

El cerebro, aliado del bienestar

Uno de los mejores aliados para investir nuestro pensamiento de claridad de ánimo es el cerebro. Pero es el órgano más desconocido. Por ello, un diálogo entre el psiquiatra y director del Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas, Enrique Rojas, y la neuropediatra y experta en desarrollo del cerebro infantil María José Más, moderado por la presidenta de Fundación Querer, Pilar García de la Granja, arrojó un ramillete de ideas alentadoras.

El doctor Enrique Rojas reivindica la importancia de «llevarse bien con uno mismo», de controlar «esa voz interior negativa, que tiende a boicotearnos»

Según Rojas, se requieren tres cualidades para tener «una buena vida»: inteligencia, voluntad y afectividad. «La inteligencia es la capacidad de síntesis, de distinguir lo accesorio de lo fundamental, de reconocer la realidad. Busca la verdad», arguyó el experto. La voluntad la describió como la disposición de cada cual para establecer sus objetivos concretos y luchar por ellos. «La voluntad busca el bien», afirmó. Y la afectividad sería «ese mundo oceánico que nos aleja o nos acerca a las personas que tenemos alrededor, busca la belleza».

El psiquiatra insistió en la importancia de «llevarse bien con uno mismo», de controlar «esa voz interior negativa, que tiende a boicotearnos», así como de desplegar un proyecto de vida que contemple cuatro ámbitos: «el amor, el trabajo, la cultura y la amistad». 

Por último, reparó en la importancia de los primeros años de la persona, y en cómo la familia condiciona el desarrollo del individuo. A su juicio, existen cuatro tipos de familias: la autoritaria, la permisiva (en la que todo vale), la negligente (tendente a la desestructuración) y aquella que tiene un alto grado de exigencia y afectividad, que es la única óptima, en su opinión.

María José Mas: «Cuanto más vivamos, cuantas más sean nuestras experiencias, mayor será la biblioteca de que dispone el cerebro para encarar la vida»

A este respecto, María José Mas reflexionó sobre la plasticidad del cerebro, que aumenta cuanto mayor es nuestra experiencia. «El cerebro observa, analiza y descubre patrones a partir de los cuales ofrece respuestas a las distintas situaciones ante las que nos encontramos. Cuanto más vivamos, cuantas más sean nuestras experiencias, mayor será la biblioteca de que dispone el cerebro para encarar la vida».

La neuropediatra definió la felicidad como el equilibrio entre las expectativas y la realidad. «A ese equilibrio lo llamamos esperanza», añadió, al tiempo que incidió en la fuerza de los vínculos afectivos como uno de los sostenes de la persona y, por tanto, de la felicidad. 

Romper las barreras mentales

El cerebro y sus capacidades, la fuerza de imaginar respuestas, de construir soluciones, de tender puentes entre elementos que resuelven conflictos. Pero el cerebro también incuba sus propios miedos. Se sabotea a sí mismo, impidiéndonos conseguir nuestras metas. El escritor y director Miguel Ángel Tobías y la actriz, cantante y dramaturga Miriam Fernández conversaron al respecto, moderados por Arantxa Sasiambarrena, CEO y fundadora de Noaway.  

Miriam Fernández: «La única manera de avanzar en la vida es levantarte cada vez que te caes»

«Los médicos me dijeron que nunca podría llevar una vida normal. Cuando nací, mis padres biológicos me dieron en adopción al saber que era una niña con parálisis cerebral. Mi familia adoptiva me ayudó a ser lo que soy. A los cuatro años di mi primer paso», explicó Fernández. «La única manera de avanzar en la vida es levantarte cada vez que te caes, y hay que colocar el cuerpo y el corazón para hacerlo, y rodearte de personas que te quieren».

La cantante aseguró que «todo cambio importante comienza por ti mismo». Recordó sus tiempos de escuela cuando, por su discapacidad, los compañeros la «miraban raro», sin sonreírle nunca. «¿Cómo iban a sonreírme si yo misma no lo hacía conmigo?», se preguntó en voz alta. Para Miriam Fernández, la felicidad «es la decisión diaria de serlo».

A este respecto, Miguel Ángel Tobías añadió que «deberíamos ser conscientes de la capacidad de afectarnos unos a otros», algo que, tal y como explica, le llevó a hacer los documentales que realiza, donde da testimonio de ejemplos vitales «que nos inspiran y nos hacen mejores». «Hago terapia a través de mis proyectos audiovisuales», aseguró.

Miguel Ángel Tobías: «No hay nada más patológico que vivir una vida que no quieres vivir»

A su juicio, una de las claves de la felicidad es ser conscientes de que «la vida es un regalo», algo que «olvidamos a menudo» porque «nos creemos inmortales». «Cuando nos ocurre algo doloroso, pensamos en por qué nos ha ocurrido esto a nosotros. Pero, ¿por qué no iba a sucederte?», añadió.

Finalizó su intervención asegurando que «la palabra que nos tiene que acompañar toda la vida es la palabra “esperanza”. La esperanza nos da la fuerza necesaria para no rendirnos», y con ello animó a cada uno de los asistentes a vivir la vida que realmente quieren vivir. «No hay nada más patológico que vivir una vida que no quieres vivir», concluyó.  

Optimismo realista

Los desafíos se afrontan desde lo personal y como sociedad, pero las empresas también están comprometidas con hacer del futuro un lugar más halagüeño del que pintan los más funestos. Sobre esto conversaron Bettina Karsch, directora de Recursos Humanos de Moeve, y Carlos Barrasa, Excutive Vice President Commercial & Clean Energies de Moeve. Pilar García de la Granja fue de nuevo la conductora de la charla.

Carlos Barrasa: «para realizar nuestra transformación, se necesitan muchos ingenieros, pero también optimismo para superar contextos complejos»

Karsch aseguró en su intervención que «debemos crear ecosistemas en las empresas para impulsar la transformación, uniendo el propósito corporativo con el propósito personal, para hacer un mundo mejor». Mientras, Carlos Barrasa trasladó ese pensamiento positivo al sector energético, añadiendo que «para realizar nuestra transformación, se necesitan muchos ingenieros, pero también optimismo para superar contextos complejos. Las empresas somos vehículos de esperanza activa, y demostramos que la transición energética es posible».

El acto se cerró con la intervención del director y fundador de Ethic, Pablo Blázquez, quien recordó que «los catorce años que cumple en 2025 el proyecto Ethic han sido posibles gracias al trabajo en equipo» y reivindicó que, en tiempos convulsos, prima cuidar aquello que Habermas definió como «razón comunicativa», es decir, la construcción de un espacio donde el diálogo sea posible.

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