El Gobierno insiste en oficializar el catalán en la UE con una votación para contentar a Puigdemont

Pedro Sánchez ha puesto a funcionar la maquinaria del Palacio de la Moncloa para intentar contentar a Carles Puigdemont en la Unión Europea. Para ello, el próximo 27 de mayo , se someterá a votación el reconocimiento del catalán, gallego y euskera como lenguas oficiales en Bruselas. Aunque la petición sale del Gobierno, es difícil que prospere, ya que requiere el voto unánime de los ministros de Asuntos Generales de los Veintisiete. Según consta en el borrador de la agenda de la reunión, al que ha tenido acceso Europa Press, el asunto figura como un punto para la «adopción» de una «modificación del reglamento que determina las lenguas de uso por la Comunidad Económica Europea», aunque no han trascendido los detalles de la propuesta que se pondrá sobre la mesa de los ministros. Se trata de la segunda ocasión en la que España intenta la oficialidad del catalán desde que pactó esta reforma con Junts como parte del acuerdo de investidura de Pedro Sánchez . De prosperar, será la primera en la que los ministros llegan a celebrar la votación. Aún así, fuentes consultadas por ABC aseguran que «es difícil» que salga adelante y que el Gobierno consiga contentar a Puigdemont. Aunque desde Moncloa se están movilizando para que sea así, no conseguirá cambiar el voto de los países cuyos gobiernos son de un signo contrario al Ejecutivo de Sánchez. Según ha podido saber este periódico, son varios los socios europeos que se decantan por votar en contra, entre ellos, por ejemplo, Italia, Alemania y Francia . Este último, además se niega a hacer oficiales las lenguas oficiales en su territorio, por lo que supondría un problema porque para el Gobierno de Emmanuel Macron es importante que el francés sea la única lengua de la república. La estrategia de Sánchez, por lo que se ve, persigue hacer ruido para que Puigdemont vea que el Gobierno intenta cumplir con lo pactado con Junts . Lo que genera cierta inquietud es que Polonia, quien ostenta ahora la presidencia de la UE, haya aceptado incluir esta votación en el orden del día de la votación, ya que se trata de un país con un Gobierno de ideología contraria a la de Sánchez. Habrá que esperar para saber el cambio de cromos que se ha deslizado desde Moncloa para que esta cuestión pueda llegar a convertirse en una votación formal en Bruselas. La primera ocasión en la que esta votación figuró como punto de adopción en la UE fue en septiembre 2023 , cuando España lideró la presidencia de turno europea y lo fijó en la agenda del Consejo. Ante la falta de apoyos , se optó por dejarlo únicamente en debate y no se llegó a someter a votación. Durante el semestre en que la presidencia de turno del Consejo de la UE fue española, el Gobierno incluyó esta petición de reforma en varias reuniones de ministros sin que se llegara a tomar ninguna decisión, ya que los países con mayores dudas sobre su impacto económico, práctico y legal exigen que se evalúe el alcance de tal reforma en todas estas áreas antes si quiera de abrir un debate de fondo. Desde entonces, el Gobierno ha intensificado los contactos con cada país para conseguir apoyos y defiende la particularidad de España , que tiene tres lenguas regionales cooficiales y planteó una aplicación gradual, empezando únicamente por el catalán. Para superar las reservas de sus socios, España se ha ofrecido a asumir todos los costes que supondría el uso de las tres lenguas en las instituciones —pese a que el reglamento establece que el reconocimiento implica financiación comunitaria—, aunque por el momento no se ha puesto cifra a lo que supondría. En este sentido, la Comisión Europea ofreció en diciembre de 2023 una estimación de 132 millones de euros al año (44 millones por lengua), pero avisó de que era un cálculo muy preliminar basado únicamente en la experiencia previa del gaélico.

May 12, 2025 - 18:44
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El Gobierno insiste en oficializar el catalán en la UE con una votación  para contentar a Puigdemont
Pedro Sánchez ha puesto a funcionar la maquinaria del Palacio de la Moncloa para intentar contentar a Carles Puigdemont en la Unión Europea. Para ello, el próximo 27 de mayo , se someterá a votación el reconocimiento del catalán, gallego y euskera como lenguas oficiales en Bruselas. Aunque la petición sale del Gobierno, es difícil que prospere, ya que requiere el voto unánime de los ministros de Asuntos Generales de los Veintisiete. Según consta en el borrador de la agenda de la reunión, al que ha tenido acceso Europa Press, el asunto figura como un punto para la «adopción» de una «modificación del reglamento que determina las lenguas de uso por la Comunidad Económica Europea», aunque no han trascendido los detalles de la propuesta que se pondrá sobre la mesa de los ministros. Se trata de la segunda ocasión en la que España intenta la oficialidad del catalán desde que pactó esta reforma con Junts como parte del acuerdo de investidura de Pedro Sánchez . De prosperar, será la primera en la que los ministros llegan a celebrar la votación. Aún así, fuentes consultadas por ABC aseguran que «es difícil» que salga adelante y que el Gobierno consiga contentar a Puigdemont. Aunque desde Moncloa se están movilizando para que sea así, no conseguirá cambiar el voto de los países cuyos gobiernos son de un signo contrario al Ejecutivo de Sánchez. Según ha podido saber este periódico, son varios los socios europeos que se decantan por votar en contra, entre ellos, por ejemplo, Italia, Alemania y Francia . Este último, además se niega a hacer oficiales las lenguas oficiales en su territorio, por lo que supondría un problema porque para el Gobierno de Emmanuel Macron es importante que el francés sea la única lengua de la república. La estrategia de Sánchez, por lo que se ve, persigue hacer ruido para que Puigdemont vea que el Gobierno intenta cumplir con lo pactado con Junts . Lo que genera cierta inquietud es que Polonia, quien ostenta ahora la presidencia de la UE, haya aceptado incluir esta votación en el orden del día de la votación, ya que se trata de un país con un Gobierno de ideología contraria a la de Sánchez. Habrá que esperar para saber el cambio de cromos que se ha deslizado desde Moncloa para que esta cuestión pueda llegar a convertirse en una votación formal en Bruselas. La primera ocasión en la que esta votación figuró como punto de adopción en la UE fue en septiembre 2023 , cuando España lideró la presidencia de turno europea y lo fijó en la agenda del Consejo. Ante la falta de apoyos , se optó por dejarlo únicamente en debate y no se llegó a someter a votación. Durante el semestre en que la presidencia de turno del Consejo de la UE fue española, el Gobierno incluyó esta petición de reforma en varias reuniones de ministros sin que se llegara a tomar ninguna decisión, ya que los países con mayores dudas sobre su impacto económico, práctico y legal exigen que se evalúe el alcance de tal reforma en todas estas áreas antes si quiera de abrir un debate de fondo. Desde entonces, el Gobierno ha intensificado los contactos con cada país para conseguir apoyos y defiende la particularidad de España , que tiene tres lenguas regionales cooficiales y planteó una aplicación gradual, empezando únicamente por el catalán. Para superar las reservas de sus socios, España se ha ofrecido a asumir todos los costes que supondría el uso de las tres lenguas en las instituciones —pese a que el reglamento establece que el reconocimiento implica financiación comunitaria—, aunque por el momento no se ha puesto cifra a lo que supondría. En este sentido, la Comisión Europea ofreció en diciembre de 2023 una estimación de 132 millones de euros al año (44 millones por lengua), pero avisó de que era un cálculo muy preliminar basado únicamente en la experiencia previa del gaélico.