El desafío exportador de la industria petrolera argentina
El artículo 102 de la ley de Bases fija como nuevo objetivo para la industria petrolera: "maximizar la renta obtenida en la explotación". Con esta meta importa mucho más lo que pasa en el mundo que cuando el propósito prioritario era el autoabastecimiento. Tanto en petróleo como en gas natural, en una política exportadora, ya no podemos ignorar que somos tomadores de precios de referencia internacional (crudo) o regional (gas). También, debemos asumir el rol de formadores de costos locales. Los precios de referencia internacional y los costos medios totales son determinantes de la renta a apropiar y a distribuir en negocio petrolero.En la Argentina exportadora la renta del negocio va a depender de precios internacionales o regionales a los que hay que alinearse y no gerenciamos, y de costos que dependen de la bondad de nuestra geología, de la productividad sectorial y del riesgo argentino que pesa sobre toda actividad productiva. En la gestión de estos costos, la política pública y la actividad empresarial sí tienen injerencia. No más "barriles criollos" con precios internos desalineados de los internacionales; hay que trabajar en los costos.Commodities Petróleo y soja festejan tregua de EE.UU. y China, pero el oro se toma un respiro Con una mirada en los precios podemos señalar que el precio de referencia internacional ICE Brent ha venido bajando e incluso perforó el piso de los 60 dólares por barril. Los precios futuros también cotizan a la baja. Muchas de las proyecciones sobre producción y exportación que trascienden en los medios toman en cuenta cotizaciones entre USD 60 y 70 por barril. Con esas cotizaciones el desarrollo petrolero de Vaca Muerta es muy competitivo.Pero aquí viene la incertidumbre del costado de la geopolítica que tanto influye en estos mercados: Trump propone "drill baby, drill" para aumentar la producción doméstica de Estados Unidos, mientras presiona a la OPEP+ para que libere recortes de oferta. Este año la OPEP anunció aumentos de oferta de unos 400 mil b/d. Pero en Estados Unidos, como consecuencia de la guerra arancelaria con China, no está aumentando la producción como se esperaba. ¿A cuánto pueden bajar los precios si la economía mundial se ralentiza?, ¿Cómo impacta una baja significativa de precios en la producción de shale oil americano? Vaca MuertaLa presión de Trump para que los precios bajen se explica porque está compelido a bajar la inflación americana y asume que el precio del petróleo y sus derivados son determinantes de la inflación núcleo con impacto en los costos. La baja de la inflación permitiría a la Reserva Federal mantener el curso a la baja de la tasa de interés. Sin embargo, menos tasa de interés implica dólar más débil, y dólar más débil implica mayores precios de los commodities negociados en dólares.En el producto gas natural, somos tomadores de precios de los mercados de Asia, Europa o la región. A su vez, el precio en boca de pozo de nuestra formación Vaca Muerta compite con el precio Henri Hub del Golfo en Estados Unidos. También aquí dependemos de contratos u operaciones que fijen en destino un precio de exportación del gas que permita recuperar los costos logísticos y remunerar el gas en yacimiento. Pero, otra vez, los impactos de la geopolítica complican el horizonte.Se prevé un crecimiento de la demanda de GNL del 50% para el 2030. Esto implica un aumento de la demanda promedio diaria de gas por barco de 1504 a 2256 MMm3/día. Europa tiene una demanda de 870 MMm3/d que antes era provista en su mayor parte por gasoductos y que después del conflicto en Ucrania fue satisfecha por GNL proveniente de Estados Unidos y Qatar. Curiosidades Descubrimiento impactante: hallan evidencia clave que relaciona a los terremotos con la extracción de petróleo Si se acuerda un fin a la guerra, ¿se restablecerán los flujos de suministro ruso por los gasoductos existentes?, ¿Se terminará habilitando el gasoducto Nord Stream II que atraviesa el Báltico y conecta a Rusia con Alemania? Si el gas por ductos desplaza consumo de GNL en Europa, ¿a dónde se redireccionarán esos flujos de GNL?, ¿Cómo puede afectar esto los precios en los mercados regionales de GNL? La evolución de precios de GNL también tiene final abierto.Para consolidar entonces un perfil exportador y aprovechar las oportunidades de un desarrollo intensivo de Vaca Muerta para la región y el mundo, dependemos de la agenda que tenemos como formadores de costos. Hay que seguir bajando la tasa de riesgo país para alcanzar tasas semejantes a las de nuestros vecinos. Para eso salimos del cepo cambiario, y por eso debemos consolidar el programa de estabilidad con la regla fiscal intertemporal de equilibrio con reducción de gastos y baja de los impuestos más distorsivos.En la micro, la industria petrolera debe seguir avanzando en la introducción de tecnología que mejore la productividad y que reduzca los precios de break even. Pero la productividad y los menores costos en dólares para estos commodities tienen tambié

El artículo 102 de la ley de Bases fija como nuevo objetivo para la industria petrolera: "maximizar la renta obtenida en la explotación". Con esta meta importa mucho más lo que pasa en el mundo que cuando el propósito prioritario era el autoabastecimiento. Tanto en petróleo como en gas natural, en una política exportadora, ya no podemos ignorar que somos tomadores de precios de referencia internacional (crudo) o regional (gas). También, debemos asumir el rol de formadores de costos locales. Los precios de referencia internacional y los costos medios totales son determinantes de la renta a apropiar y a distribuir en negocio petrolero.
En la Argentina exportadora la renta del negocio va a depender de precios internacionales o regionales a los que hay que alinearse y no gerenciamos, y de costos que dependen de la bondad de nuestra geología, de la productividad sectorial y del riesgo argentino que pesa sobre toda actividad productiva. En la gestión de estos costos, la política pública y la actividad empresarial sí tienen injerencia. No más "barriles criollos" con precios internos desalineados de los internacionales; hay que trabajar en los costos.
Con una mirada en los precios podemos señalar que el precio de referencia internacional ICE Brent ha venido bajando e incluso perforó el piso de los 60 dólares por barril. Los precios futuros también cotizan a la baja. Muchas de las proyecciones sobre producción y exportación que trascienden en los medios toman en cuenta cotizaciones entre USD 60 y 70 por barril. Con esas cotizaciones el desarrollo petrolero de Vaca Muerta es muy competitivo.
Pero aquí viene la incertidumbre del costado de la geopolítica que tanto influye en estos mercados: Trump propone "drill baby, drill" para aumentar la producción doméstica de Estados Unidos, mientras presiona a la OPEP+ para que libere recortes de oferta. Este año la OPEP anunció aumentos de oferta de unos 400 mil b/d. Pero en Estados Unidos, como consecuencia de la guerra arancelaria con China, no está aumentando la producción como se esperaba. ¿A cuánto pueden bajar los precios si la economía mundial se ralentiza?, ¿Cómo impacta una baja significativa de precios en la producción de shale oil americano? Vaca Muerta
La presión de Trump para que los precios bajen se explica porque está compelido a bajar la inflación americana y asume que el precio del petróleo y sus derivados son determinantes de la inflación núcleo con impacto en los costos. La baja de la inflación permitiría a la Reserva Federal mantener el curso a la baja de la tasa de interés. Sin embargo, menos tasa de interés implica dólar más débil, y dólar más débil implica mayores precios de los commodities negociados en dólares.
En el producto gas natural, somos tomadores de precios de los mercados de Asia, Europa o la región. A su vez, el precio en boca de pozo de nuestra formación Vaca Muerta compite con el precio Henri Hub del Golfo en Estados Unidos. También aquí dependemos de contratos u operaciones que fijen en destino un precio de exportación del gas que permita recuperar los costos logísticos y remunerar el gas en yacimiento. Pero, otra vez, los impactos de la geopolítica complican el horizonte.
Se prevé un crecimiento de la demanda de GNL del 50% para el 2030. Esto implica un aumento de la demanda promedio diaria de gas por barco de 1504 a 2256 MMm3/día. Europa tiene una demanda de 870 MMm3/d que antes era provista en su mayor parte por gasoductos y que después del conflicto en Ucrania fue satisfecha por GNL proveniente de Estados Unidos y Qatar.
Si se acuerda un fin a la guerra, ¿se restablecerán los flujos de suministro ruso por los gasoductos existentes?, ¿Se terminará habilitando el gasoducto Nord Stream II que atraviesa el Báltico y conecta a Rusia con Alemania? Si el gas por ductos desplaza consumo de GNL en Europa, ¿a dónde se redireccionarán esos flujos de GNL?, ¿Cómo puede afectar esto los precios en los mercados regionales de GNL? La evolución de precios de GNL también tiene final abierto.
Para consolidar entonces un perfil exportador y aprovechar las oportunidades de un desarrollo intensivo de Vaca Muerta para la región y el mundo, dependemos de la agenda que tenemos como formadores de costos. Hay que seguir bajando la tasa de riesgo país para alcanzar tasas semejantes a las de nuestros vecinos. Para eso salimos del cepo cambiario, y por eso debemos consolidar el programa de estabilidad con la regla fiscal intertemporal de equilibrio con reducción de gastos y baja de los impuestos más distorsivos.
En la micro, la industria petrolera debe seguir avanzando en la introducción de tecnología que mejore la productividad y que reduzca los precios de break even. Pero la productividad y los menores costos en dólares para estos commodities tienen también pendientes reformas estructurales que el gobierno ha comprometido. Además, hay que facilitar más competencia en el sector servicios, eliminar el compre mandatorio o de contratación local, y eliminar las aduanas provinciales o municipales que existen de hecho. Hay obras de infraestructura a encarar con inversión privada y/o pública para bajar los costos logísticos.
El RIGI ha dado garantías de estabilidad tributaria y redujo la tasa de ganancias facilitando la viabilidad de los grandes proyectos. Es necesario, pero no es suficiente.
El tiempo apremia para consolidar el perfil exportador en petróleo y gas natural. Mientras se buscan compradores externos y se cierran contratos hay que seguir reduciendo los costos internos para apuntalar oportunidades de negocio.