El Ceremonia no pensaba cancelar el domingo: un dron los cachó haciendo soundcheck y hasta hay VIDEO
El domingo 6 de abril, el festival AXE Ceremonia fue oficialmente cancelado… pero no por voluntad propia. Un día antes, una estructura metálica colapsó en el Parque Bicentenario, provocando la muerte de dos periodistas: Miguel Ángel Rojas y Berenice Giles, colaboradores de la publicación Mr. Indie. A pesar de la tragedia, el festival no se […]
El domingo 6 de abril, el festival AXE Ceremonia fue oficialmente cancelado… pero no por voluntad propia. Un día antes, una estructura metálica colapsó en el Parque Bicentenario, provocando la muerte de dos periodistas: Miguel Ángel Rojas y Berenice Giles, colaboradores de la publicación Mr. Indie.
A pesar de la tragedia, el festival no se detuvo ese mismo sábado: los conciertos continuaron como si nada. Lo más inquietante, sin embargo, es que todo apunta a que tampoco pensaban suspender la fecha del domingo. Un video lo dejó claro.
El Ceremonia no pensaba cancelar: el video del dron lo muestra todo
En plena cobertura de los hechos, reporteros de N+ captaron imágenes con un dron desde el aire. El video muestra claramente que el escenario AXE —donde se presentaría Tyler, The Creator— estaba siendo preparado para el domingo, apenas unas horas antes del anuncio de cancelación.
El soundcheck estaba ocurriendo, lo cual evidencia que los organizadores seguían adelante con el plan original, a pesar del accidente mortal ocurrido el día anterior.
La cancelación del domingo se anunció hasta las 10 de la mañana por medio de redes sociales, pero el metraje del dron sugiere que esa decisión se tomó solo después de que la presión mediática y pública aumentó.
¿Los organizadores pensaban seguir como si nada?
El hecho de que se realizara un soundcheck en medio del duelo y la indignación generada por las muertes ha desatado críticas duras contra los responsables del evento. El escenario CHROMAKOPIA, donde se presentaría Tyler, The Creator, ya estaba montado y ajustando audio, lo que sugiere que la cancelación no fue una respuesta ética inmediata, sino una reacción forzada por las circunstancias.
Usuarios en redes sociales y asistentes han señalado que este tipo de decisiones muestran una falta total de sensibilidad y han cuestionado si el festival habría seguido su curso sin esa presión social y mediática. La respuesta de los organizadores, hasta el momento, ha sido limitada y poco clara.
Lo que queda claro es que el manejo de la situación dejó un sabor amargo, no solo por lo ocurrido, sino por la forma en que se intentó mantener el evento hasta el último minuto. El festival Ceremonia enfrenta ahora un escrutinio público que va mucho más allá de lo logístico: está en juego la responsabilidad ética de quienes lo organizan.
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