El Betis Baloncesto vuelve a despegar en San Pablo (100-61)

Por la vía rápida, sin estresarse y con una contundente victoria que desarboló a un Amics Castelló cuesta abajo y sin frenos, ya descendido, el Real Betis Baloncesto se blindó de nuevo en casa recuperando la costumbre de ganar en San Pablo. Lo hizo de una manera cómoda en un partido poco exigente que dominó en todo momento y resolvió con dos oleadas que fueron dos salidas de tacos calcadas en el primer y el segundo cuarto. Con eso le bastó para marcar distancias y que su rival sacara la bandera blanca. El Betis Baloncesto pasó el rodillo con apenas nueve jugadores, sin los lesionados Benite ni Radoncic . Tampoco jugó un solo minuto Rubén López de la Torre. Seis jugadores superaron la decena de puntos, el equipo sumó 14 triples de 24 intentos y Dallo , el último en llegar, aportó 14 puntos y seis rebotes. Con su 25ª victoria, los verdiblancos se apropiarían hoy mismo de la cuarta plaza definitivamente si el imparable Monbús Obradoiro no fuera capaz de ganar al Fuenlabrada en un pulso con mucho picante por la zona alta de la tabla. No se hizo el remolón el Betis Baloncesto, proactivo desde el primer balón en disputa. El Amics Castelló se jugaba la vida, pero por su deficiente puesta en escena no lo pareció. Sin contemplaciones, los verdiblancos se dispararon hasta el 8-0 sin romper a sudar, con Hughes protagonista en ambos lados de la pista: reboteaba y anotaba ante un rival sin recursos para taladrar el muro defensivo del Betis . Suárez elevó la cuenta hasta el 11-0 y, con 6.50 hasta el cierre del primer cuarto, el técnico visitante pidió tiempo y abroncó, con razón, a sus hipotensos discípulos. Arcos acertaba un triple con el Betis desdibujándose (11-6), sin jugar en equipo. Con el 11-0 lo creyó ganado, pero el partido recién había comenzado, quedaba todo y tras el 0-8 del Castelló llamó a sus hombres García Vitoria. Porque su equipo se había parado en ataque y destensado en defensa. Se había dormido y no, no era aún la hora de la siesta. En dos de las tres siguientes posesiones, de hecho, perdió el balón y metió a su rival en el partido (13-11). Una anécdota. Con dos bases en pista, el Betis buscó más control y amplió a seis (19-13) antes de la segunda falta (innecesaria) de DeBisschop. Desde el 11-0, parcial 7-15 en un primer cuarto del Betis de altibajos , primero enchufado y luego sesteando demasiado. García de Vitoria reactivaría a sus chicos en el descanso entre cuartos. Dallo, del que se espera mucho más aunque hasta la fecha haya aportado poco, anotó ocho puntos seguidos en la apertura del segundo cuarto, amén de sumar una recuperación, reivindicándose. Renfroe, de formidable entrada a canasta apoyándose en la tabla, elevaba un 10-0 que fotocopiaba el comienzo del partido y apremiaba el tiempo muerto visitante (29-15). Se confirmaba que al Betis le bastaba con oleadas para asegurarse el control . En el 12-0 (31-15) se cerró un parcial con el anfitrión agujereando la porosa defensiva adversaria, que concedía tiempo y espacios. Todos ellos aprovechados por el magnético Renfroe, incluso por Álex Suárez (38-18). Quedaban cinco minutos hasta el receso y el partido estaba roto (40-18). El Betis era un rodillo incontenible para un Amics Castelló sin fe ni agresividad, casi entregado a su suerte. Y eso que no transmitían los verdiblancos la sensación de haber pisado a fondo su acelerador. Hughes clavaba un triple sin vigilancia defensiva (45-22) y el partido se resumía entre la autogestión del Betis, muy superior, y el quiero y no puedo del Castelló. La laxa zona visitante, en un intento de abrigarse mejor, la destruyeron entre Cvetkovic y Hughes (53-30) . El Betis se proyectaba hasta los cien puntos en una mañana plácida que no tenía pinta alguna de torcerse. Suárez elevaba el serial triplista hasta el 8/11 al intermedio con su equipo dándose un atracón de puntos y confianza (56-32). Los verdiblancos ya sumaban 67 créditos de valoración colectiva y tenían a cuatro jugadores (Suárez, Renfroe, Cvetkovic y Hughes) por encima de la decena de puntos. Era un buen momento para que jugadores necesitados de confianza la adquirieran. El mejor ejemplo, Dallo, que encestaba leyendo la defensa y posteando . Si se pone a todo físicamente, y en ese proceso está, puede ser un elemento muy útil para la rotación exterior (63-34). El Castelló aprovechó una mini-desconexión del Betis para dibujar un 0-7 (63-41) con los verdiblancos momentáneamente erráticos. Hughes acabó con la sequía como más le gusta, de tres, en el anodino discurrir de un partido con final predecible, bien amarrado por el Betis , que no daba lugar a la rebelión del Amics Castelló. Tenían los visitantes la defensa caída y les costaba la vida anotar. Todo era comodidad para el conjunto local (71-41), que gobernaba con puño de hierro. Kasibabu encestaba de tres e insistía de nuevo aprovechando que la tensión era la propia de un entrenamiento con público. No había emoción y tampoco se la echaba de menos. Un escenario ideal para el lucimiento personal y para qu

Abr 27, 2025 - 14:59
 0
El Betis Baloncesto vuelve a despegar en San Pablo (100-61)
Por la vía rápida, sin estresarse y con una contundente victoria que desarboló a un Amics Castelló cuesta abajo y sin frenos, ya descendido, el Real Betis Baloncesto se blindó de nuevo en casa recuperando la costumbre de ganar en San Pablo. Lo hizo de una manera cómoda en un partido poco exigente que dominó en todo momento y resolvió con dos oleadas que fueron dos salidas de tacos calcadas en el primer y el segundo cuarto. Con eso le bastó para marcar distancias y que su rival sacara la bandera blanca. El Betis Baloncesto pasó el rodillo con apenas nueve jugadores, sin los lesionados Benite ni Radoncic . Tampoco jugó un solo minuto Rubén López de la Torre. Seis jugadores superaron la decena de puntos, el equipo sumó 14 triples de 24 intentos y Dallo , el último en llegar, aportó 14 puntos y seis rebotes. Con su 25ª victoria, los verdiblancos se apropiarían hoy mismo de la cuarta plaza definitivamente si el imparable Monbús Obradoiro no fuera capaz de ganar al Fuenlabrada en un pulso con mucho picante por la zona alta de la tabla. No se hizo el remolón el Betis Baloncesto, proactivo desde el primer balón en disputa. El Amics Castelló se jugaba la vida, pero por su deficiente puesta en escena no lo pareció. Sin contemplaciones, los verdiblancos se dispararon hasta el 8-0 sin romper a sudar, con Hughes protagonista en ambos lados de la pista: reboteaba y anotaba ante un rival sin recursos para taladrar el muro defensivo del Betis . Suárez elevó la cuenta hasta el 11-0 y, con 6.50 hasta el cierre del primer cuarto, el técnico visitante pidió tiempo y abroncó, con razón, a sus hipotensos discípulos. Arcos acertaba un triple con el Betis desdibujándose (11-6), sin jugar en equipo. Con el 11-0 lo creyó ganado, pero el partido recién había comenzado, quedaba todo y tras el 0-8 del Castelló llamó a sus hombres García Vitoria. Porque su equipo se había parado en ataque y destensado en defensa. Se había dormido y no, no era aún la hora de la siesta. En dos de las tres siguientes posesiones, de hecho, perdió el balón y metió a su rival en el partido (13-11). Una anécdota. Con dos bases en pista, el Betis buscó más control y amplió a seis (19-13) antes de la segunda falta (innecesaria) de DeBisschop. Desde el 11-0, parcial 7-15 en un primer cuarto del Betis de altibajos , primero enchufado y luego sesteando demasiado. García de Vitoria reactivaría a sus chicos en el descanso entre cuartos. Dallo, del que se espera mucho más aunque hasta la fecha haya aportado poco, anotó ocho puntos seguidos en la apertura del segundo cuarto, amén de sumar una recuperación, reivindicándose. Renfroe, de formidable entrada a canasta apoyándose en la tabla, elevaba un 10-0 que fotocopiaba el comienzo del partido y apremiaba el tiempo muerto visitante (29-15). Se confirmaba que al Betis le bastaba con oleadas para asegurarse el control . En el 12-0 (31-15) se cerró un parcial con el anfitrión agujereando la porosa defensiva adversaria, que concedía tiempo y espacios. Todos ellos aprovechados por el magnético Renfroe, incluso por Álex Suárez (38-18). Quedaban cinco minutos hasta el receso y el partido estaba roto (40-18). El Betis era un rodillo incontenible para un Amics Castelló sin fe ni agresividad, casi entregado a su suerte. Y eso que no transmitían los verdiblancos la sensación de haber pisado a fondo su acelerador. Hughes clavaba un triple sin vigilancia defensiva (45-22) y el partido se resumía entre la autogestión del Betis, muy superior, y el quiero y no puedo del Castelló. La laxa zona visitante, en un intento de abrigarse mejor, la destruyeron entre Cvetkovic y Hughes (53-30) . El Betis se proyectaba hasta los cien puntos en una mañana plácida que no tenía pinta alguna de torcerse. Suárez elevaba el serial triplista hasta el 8/11 al intermedio con su equipo dándose un atracón de puntos y confianza (56-32). Los verdiblancos ya sumaban 67 créditos de valoración colectiva y tenían a cuatro jugadores (Suárez, Renfroe, Cvetkovic y Hughes) por encima de la decena de puntos. Era un buen momento para que jugadores necesitados de confianza la adquirieran. El mejor ejemplo, Dallo, que encestaba leyendo la defensa y posteando . Si se pone a todo físicamente, y en ese proceso está, puede ser un elemento muy útil para la rotación exterior (63-34). El Castelló aprovechó una mini-desconexión del Betis para dibujar un 0-7 (63-41) con los verdiblancos momentáneamente erráticos. Hughes acabó con la sequía como más le gusta, de tres, en el anodino discurrir de un partido con final predecible, bien amarrado por el Betis , que no daba lugar a la rebelión del Amics Castelló. Tenían los visitantes la defensa caída y les costaba la vida anotar. Todo era comodidad para el conjunto local (71-41), que gobernaba con puño de hierro. Kasibabu encestaba de tres e insistía de nuevo aprovechando que la tensión era la propia de un entrenamiento con público. No había emoción y tampoco se la echaba de menos. Un escenario ideal para el lucimiento personal y para que los jugadores, si apretaban un poquito más, se pusieran las botas . El banquete bético apuntaba a pantagruélico (77-44) justo antes de una jugada espectacular: Jelinek salvó de manera acrobática un campo atrás y el balón lo convirtió Cvetkovic en triple sobre la bocina para zanjar el tercer cuarto (82-48). Con Cvetkovic con el yoyó, mandando, Jelinek explotaba la pasividad defensiva del Castelló (87-51) en un último cuarto, que como el tercero, casi le sobró a un partido definido ya al intermedio. Con un dos más uno de Tunde, el Betis se disparaba hasta los 37 de ventaja (90-53) y aún tenía tiempo para alcanzar los 100. Lo intentó especialmente Jelinek, pero por la vía directa del triple. En el último que engatilló y falló, le pitaron falta de tres tiros y con el pleno del checo desde la línea de personal llegaron los verdiblancos al centenar para ponerle la guinda a un pleito que encarriló muy pronto arrinconando la emoción para recuperar la inercia ganadora en San Pablo que quebró el Monbús Obradoiro. Todo, de nuevo, en orden.