El apagón llega a la calle: paraliza los comercios y bloquea el transporte
Barrio de Arganzuela, Madrid. Una ambulancia se sitúa apartada del tráfico en Paseo de las Delicias. Está inoperativa “a la espera de tener conexión con...

Barrio de Arganzuela, Madrid. Una ambulancia se sitúa apartada del tráfico en Paseo de las Delicias. Está inoperativa "a la espera de tener conexión con la centralita" comenta a 20minutos su conductor, antes de reconocer que ponerse en servicio sin rumbo "sería estorbar". El caos que ha desatado el apagón de la red eléctrica reportado a nivel nacional se extiende a lo largo de la popular calle madrileña donde los ciudadanos transitan por los pasos de cebra sin la indicación de los semáforos, afectados por el "cero energético peninsular" notificado y confirmado desde Red Eléctrica.
El corte eléctrico producido pasadas las 12:30 horas del mediodía ha paralizado toda aquella actividad que requiera conexión a la red. Los comercios locales como tiendas de alimentación no pueden realizar cobros electrónicos al estar inoperativos los datáfonos, mientras los supermercados del barrio empiezan a bajar sus persianas, aunque mantienen la venta de algunos productos de la sección 'panadería' a la puerta del comercio, siempre en efectivo. Las largas colas se observan en los comercios más próximos.
Las tiendas de productos electrónicos cuelgan carteles en su puerta avisando que venden radios y baterías portátiles. Los menos previsores aprovechan para completar su kit de emergencia antes de que suban los precios. "Mañana seguro que cuesta el doble", comenta uno de los clientes tras adquirir una batería cargada. Algunos comercios ya notan la falta de oferta, "solo me queda una radio", señala un dependiente.
El caos se extiende a las carreteras, donde los usuarios que utilizan el metro acuden a los taxistas que no pueden prestar la mayoría de servicios al no disponer de conexión en sus datáfonos. También se ven afectados aquellos que intentan repostar sus vehículos en las gasolineras.
El parón también afecta a varias clínicas sanitarias del barrio, que han tenido que suspender las citas hasta nueva orden. "Al no haber luz, no puedo atender pacientes ni cancelar sus citas" constata la dueña de una clínica odontológica ubicada en esta calle. Tampoco puede atender ninguna urgencia ni entregar recetas, ya que las incidencias impiden a las farmacias consultar recetas, precios y, por tanto, facilitar el suministro.
Los testimonios se empiezan a poner en común en las calles. "Nos han bajado del Metro y hemos tenido que llegar a pie a la estación" señala Jesús (45 años), que se dirigía a su puesto de trabajo. También se puesto se despide por hoy María (27 años), cuyo taller de servicios para automóviles también ha echado el cierre a la espera de tener suministro eléctrico. La gente conversa sobre lo ocurrido en las aceras y, en muchos casos, se prestan sus teléfonos para llamar a sus familiares ante los sucesivos cortes de señal en sus dispositivos.
Ante esta situación no son pocos los que acuden al cajero más cercano con el fin de sacar efectivo, sin éxito. Las sucursales bancarias siguiendo el protocolo han cerrado las instalaciones mientras esperaban órdenes de las centrales de operaciones. "Hemos cerrado por seguridad", comenta a este medio un trabajador de Banco Santander. La falta de suministro eléctrico afecta a los cajeros automáticos, que se encuentran bloqueados, así como a los datáfonos, que se encuentran bloqueados y las familias recurren al efectivo del que disponen en casa.