¿Dónde van los gatos cuando salen de casa? La ciencia dibuja el mapa de sus escapadas
Los gatos pierden casi un 80% de su tiempo al aire libre sin alejarse más de 50 metros de su hogar.

Quienes comparten su vida con un gato doméstico saben que, incluso dentro de casa, es habitual no saber con exactitud dónde está el animal durante buena parte del día. Salvo cuando buscan interacción, piden comida o protagonizan un zoomie desbocado de un lado a otro, los gatos son verdaderos expertos en el arte del sigilo. Se deslizan por las estancias como sombras, se instalan en sus lugares mullidos favoritos, a menudo cambiando de uno a otro sin previo aviso, y pasan desapercibidos con una envidiable maestría. Esta naturaleza discreta se vuelve aún más intrigante cuando hablamos de gatos con acceso al exterior, ¿se embarcan en grandes aventuras o prefieren quedarse cerca de su hogar?
Para arrojar algo de luz sobre este misterio, un equipo de investigadores y estudiantes de máster de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida (NMBU) llevó a cabo uno de los estudios de rastreo más amplios realizados hasta la fecha en una pequeña localidad del este de Noruega. Equipados con dispositivos GPS, 92 gatos fueron monitorizados en sus salidas diarias. Los resultados, publicados en Scientific Reports, revelan que, aunque los gatos disfrutan de sus excursiones al aire libre, la mayoría rara vez se aleja demasiado de su casa.
Este proyecto no solo permitió entender mejor el comportamiento territorial de los gatos domésticos, sino que también introdujo el interesante concepto de ‘paisaje de gatos’ o ‘catscape’, ofreciendo una nueva perspectiva sobre cómo estos felinos interactúan con su entorno inmediato.
A la vuelta de la esquina
La investigación confirmó lo que otras iniciativas europeas ya habían apuntado: la mayoría de los gatos no son exploradores intrépidos, sino vecinos discretos. Los datos mostraron que los gatos pasaban, de media, el 79% de su tiempo al aire libre a menos de 50 metros de su casa. Además, aunque algunos individuos recorrieron, excepcionalmente, distancias de varios kilómetros, el desplazamiento máximo promedio apenas alcanzó 352 metros.
“Algunos viajaban relativamente lejos, pero fueron las excepciones”, explica Richard Bischof, autor principal del estudio. Así, lejos de imaginar grandes travesías, la realidad de un gato con acceso al exterior sería verlo explorando jardines cercanos o simplemente vigilando su territorio.
El ‘paisaje de gatos’, una visión colectiva
Una de las ideas más llamativas que surgieron de este estudio fue el concepto de ‘catscape’ (un término que une las palabras cat, gato, y landscape, paisaje), o paisaje de gatos.
En lugar de estudiar a cada gato por separado, los investigadores decidieron observar cómo todos los gatos juntos utilizaban el espacio. Para ello, mapearon sus movimientos dentro de un área de apenas un kilómetro cuadrado. Así pudieron ver qué zonas eran más transitadas, cuáles apenas se tocaban y cómo, en conjunto, la población felina daba forma a su entorno.
“Normalmente pensamos en una población de animales como un conjunto de individuos o como un número”, explica Richard Bischof, profesor de la NMBU. “Nosotros proponemos ver esa población como una superficie que se extiende e interactúa con el paisaje”.
Este enfoque permite entender no solo los hábitos individuales de los gatos, sino también su impacto colectivo sobre el medio ambiente, desde el uso de zonas verdes hasta su efecto depredador en la fauna local.
Factores de influencia
La variabilidad entre gatos fue otra de las conclusiones destacadas del proyecto. Según Bjarne O. Braastad, profesor emérito de etología en la NMBU, esta diversidad de comportamientos es esperable: “Cada gato tiene su personalidad, y eso se refleja en la forma en la que exploran o descansan”.
Otro factor importante es el estado reproductivo de los animales. La mayoría de los gatos participantes en este estudio estaban castrados, lo que influye notablemente en su tendencia a vagabundear. “Los gatos castrados tienden a mantenerse más cerca de casa”, añade B. Braastad.
Además, los investigadores apuntan que muchos gatos dedican parte de su tiempo al descanso y a actividades poco visibles para sus cuidadores, como observar o dormir, más que a grandes desplazamientos.
El éxito del estudio no habría sido posible sin la colaboración activa de los convivientes con gatos. Tras la recogida y análisis de datos, los responsables de los felinos recibieron mapas digitales que mostraban los recorridos de sus animales.
Aunque este proyecto se centró en cartografiar los movimientos felinos, sus responsables reconocen que queda una cuestión importante por investigar: el impacto de los gatos domésticos en la fauna local. Las interacciones con aves, pequeños mamíferos u otros animales son áreas de estudio prioritarias para futuras investigaciones.
Referencia:
- Mapping the ‘catscape’ formed by a population of pet cats with outdoor access. Richard Bischof et al. Scientific Reports (2022)