Día Internacional de los Bosques: Los pulmones del planeta que tienes que conocer

Hoy es 21 de marzo de 2025, Día Internacional de los Bosques, y mientras scrolleas TikTok, ¿te has preguntado qué bosques sostienen al mundo? Hoy celebramos a los gigantes verdes que nos dan oxígeno y comida. La FAO dice que en 2025 el tema es “Bosques y alimentos”, así que prepárate para un viaje por los bosques más icónicos que no solo son clave para el planeta, sino que deberías tener en tu radar ya. Caminar por ellos es como meterte en una pintura viva –colores que cambian, aromas a tierra mojada, y ese silencio roto por el viento o por los pájaros–. Vamos a explorar los que no te puedes perder.

Día Internacional de los Bosques: Bosques que son puro poder

Piensa en el Amazonas, ese titán sudamericano de 5.5 millones de km² que respira por todos nosotros –produce el 20% del oxígeno global–. Está lleno de jaguares, delfines rosados y frutas como el açaí que te salvan el desayuno. El Amazonas es Pandora de la vida real: con árboles enormes y vida que parece alienígena, como si Avatar se hubiera filmado ahí. Luego está la Selva Negra en Alemania, con abetos oscuros y pueblos de cuento que parecen sacados de Hansel y Gretel. No solo te da vibras mágicas, también filtra agua para ciudades y cerezas para el pastel más famoso del mundo. Estos no son solo paisajes; son pulmones que mantienen el planeta en pie, y cada hoja pelea contra el cambio climático.

Bosques que alimentan cuerpo y alma

Los bosques no solo son para ir a tomarles fotos, también te llenan el plato. En Chile, el Bosque de Araucanía en el Parque Nacional Conguillío es un espectáculo de araucarias milenarias rodeadas de volcanes y lagos. Los piñones de sus árboles son un snack ancestral, y mientras caminas, güiñas y cisnes de cuello negro te vigilan desde la espesura. Después, cerca de Kioto, el Bosque de Sagano en Japón te envuelve con bambúes de 20 metros que susurran como un ASMR natural. Sagano es tan mágico que no nos sorprendería ver a Totoro escondido por ahí. Sus brotes son un clásico en la comida asiática –zen y sustento en un solo lugar–. Estos bosques prueban que la naturaleza es la OG de la comida sustentable, dándote vida en cada rincón.

Rincones que parecen de otro mundo

Si buscas algo que te deje sin palabras, el Giant Forest en California es el ideal. Sus secuoyas gigantes, como el General Sherman –11 metros de diámetro, 3 mil años–, son tan imponentes que parecen de otra dimensión. El Giant Forest es el Upside Down, pero con secuoyas buenas, como si Stranger Things tuviera un lado amable. No te las comes, pero sostienen un ecosistema donde osos y aves prosperan. Luego, el Parque Nacional de Plitvice en Croacia mezcla bosques con lagos y cascadas que no necesitan filtro: pinos verdes, hayas que se incendian de rojo en otoño, y nutrias nadando como si nada. Similar a Rivendel de El Señor de los Anillos con cascadas y bosques épicos. Y no te pierdas el Bosque de Daintree en Australia, el abuelo de los bosques tropicales –160 millones de años–. Tiene casuarios (pájaros raros con vibras de dinosaurio) y árboles que vieron pasar eras. Entrar ahí es como pisar un set de Jurassic Park sin CGI, y te conecta con algo más grande que cualquier pantalla.

Devuélveles el favor hoy

Es Día Internacional de los Bosques, y estos titanes necesitan apoyo. La deforestación se lleva 10 millones de hectáreas al año, y el cambio climático los golpea con sequías y fuegos. Planta un árbol –busca un evento local o hazlo en tu patio–, usa menos papel o usa apps como Forestly para que tus compras no vengan de tala ilegal. Si visitas uno, respeta: nada de basura ni souvenirs robados. Pequeñas acciones salvan gigantes, y hoy es el día para actuar.

Este 21 de marzo, Día Internacional de los Bosques, el Amazonas, Selva Negra, Araucanía, Sagano, Giant Forest, Plitvice y Daintree nos gritan que son más que árboles: son oxígeno, comida y escudos contra el caos climático. Sin ellos, el planeta no respira, y nosotros tampoco. Cada uno tiene su magia, pero todos piden lo mismo: cuidarlos. ¿Cuál te mueres por conocer?