¿Cómo es el día de un astronauta en el espacio? Sunita Williams cuenta su rutina en la EEI
La vida a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) es una mezcla de disciplina, ciencia y asombro. Para astronautas como Sunita Williams, quien recientemente regresó a la Tierra tras una prolongada estancia de nueve meses, cada día en el espacio sigue una rutina meticulosamente planeada. En el espacio, una rutina estructurada no solo mantiene […]
La vida a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) es una mezcla de disciplina, ciencia y asombro. Para astronautas como Sunita Williams, quien recientemente regresó a la Tierra tras una prolongada estancia de nueve meses, cada día en el espacio sigue una rutina meticulosamente planeada.
En el espacio, una rutina estructurada no solo mantiene la salud física, sino también el bienestar mental. La sensación de normalidad que proporciona una agenda organizada ayuda a los astronautas a enfrentar los desafíos de vivir lejos del planeta azul.
Primer actividad del día de un astronauta: Despertar en la microgravedad
El día de un astronauta comienza temprano, alrededor de las 5:30 a.m. (GMT). Sin la referencia de un amanecer o anochecer tradicional, la luz artificial regula los ciclos de sueño y vigilia. Tras despertar, una sesión de aseo personal se convierte en un desafío flotante, utilizando paños húmedos y champú sin enjuague.
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Hora del ejercicio diario
Uno de los aspectos más cruciales de la rutina diaria es el ejercicio. Para contrarrestar los efectos de la microgravedad, que provoca pérdida de masa muscular y ósea, los astronautas dedican alrededor de dos horas diarias a actividades físicas. La caminadora, la bicicleta estática y las máquinas de resistencia especialmente diseñadas permiten mantener el cuerpo en forma.
Suni Williams, conocida por su impresionante disciplina, corrió incluso una maratón en el espacio en 2007, completando la Maratón de Boston desde la EEI.
Trabajo científico y mantenimiento
Después del ejercicio, los astronautas dedican la mayor parte del día a experimentos científicos. Desde estudios sobre los efectos de la microgravedad en el cuerpo humano hasta experimentos de física de fluidos y observación de la Tierra, cada actividad contribuye al avance del conocimiento científico.
También se realizan tareas de mantenimiento, como reparaciones y actualizaciones tecnológicas en la estación.
¿Cómo comen los astronautas en el espacio?
La comida a bordo está liofilizada y envasada al vacío, y los astronautas utilizan tijeras para abrir los paquetes. Cada comida está cuidadosamente planificada para proporcionar los nutrientes necesarios. Comer y beber sin gravedad requiere práctica: las bebidas se consumen con popotes especiales y los alimentos deben adherirse a la superficie para evitar que floten.
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Comunicación con la Tierra
A lo largo del día, las tripulaciones mantienen contacto frecuente con el equipo de control de misión en la Tierra. Videollamadas con familiares también forman parte de su rutina, ofreciendo un valioso soporte emocional durante su estadía prolongada.
Tiempo libre y descanso
A pesar de la apretada agenda, los astronautas tienen tiempo para disfrutar de las vistas incomparables de la Tierra desde la cúpula de observación. Contemplar auroras boreales, tormentas y continentes enteros desde el espacio es una experiencia inolvidable.
Al finalizar el día, alrededor de las 9:30 p.m. (GMT), los astronautas se retiran a sus compartimentos individuales para dormir. Asegurados en sacos de dormir flotantes, enfrentan una noche sin gravedad, donde el cuerpo ya no siente el peso del día.
¿Y cuándo regresan a la Tierra cómo se recuperan?
Después de misiones prolongadas, los astronautas enfrentan un desafío adicional: readaptarse a la gravedad terrestre. Durante aproximadamente 45 días, siguen un estricto programa de recuperación con ejercicios supervisados para restaurar la fuerza muscular y la densidad ósea.
Luego de pasar nueve meses en la Estación Espacial Internacional (EEI) debido a un fallo técnico en la cápsula Starliner de Boeing, Sunita Williams y Butch Wilmore finalmente retornaron a la Tierra a bordo de la cápsula Crew Dragon “Freedom” de SpaceX.
Su amerizaje seguro en las costas de Florida el 18 de marzo fue seguido por un traslado inmediato a Houston, donde iniciaron un programa intensivo de recuperación física. A pesar de los contratiempos, su experiencia destaca la resistencia física y mental necesaria para las misiones espaciales de larga duración.
