Después de mudarse a su casa de fin de semana, dejó el Derecho para dedicarse al paisajismo.

Una gran reforma y un jardín exploratorio fueron los pilares de esa nueva vida.

Mar 30, 2025 - 04:37

Después de mudarse a su casa de fin de semana, dejó el Derecho para dedicarse al paisajismo.

Como muchas personas durante la cuarentena extendida, Bárbara Rozanski hizo las valijas y se mudó con su familia a la que entonces era su casa de fin de semana. Tal como dicen los gurúes del movimiento emprendedor, “crisis es oportunidad” y, en el caso de Bárbara, el traslado le sirvió para descubrir que su amor por la jardinería podía transformarse en una nueva profesión. Ya lejos de Tribunales y cerca de su porción de verde, cambió la lectura de libros de Derecho por visitas asiduas a los viveros. Pero no nos adelantemos: antes, hubo que ampliar la casa para que pudiera ser el hogar permanente de cinco. Entrada con macetas de Coin Vert. Más allá de la consola se divisa el living-comedor con ventanas al jardín.

“Además de un dormitorio y una suite, queríamos agrandar el espacio común con un family. En lo estético, el norte fue lograr un estilo Hamptons (con un toque más moderno), sin anular la impronta de la casa original”, detalla la dueña. Con esas premisas, convocó sin vacilar al estudio de arquitectura y diseño de Mariana Flombaum, en cuyo talento confió por completo. Mesa de comedor con base de madera maciza y tapa de Caesarstone y sillas con respaldo de cordón de papel (Estudio Mariana Flombaum). Lámparas colgantes ‘Kute’ (Atmosphère d’Ailleurs).

Aprovechando la altura de los techos, se colocó un paño fijo en el comedor, unos centímetros por encima de la puerta que lo comunica con la galería.

La malla metálica de las lámparas dialoga con el yeso de las seis piezas que componen la obra de Luis Terán.

El arte es vital en mis propuestas de interiorismo: termina de dar carácter y define la personalidad de un proyecto”, asegura Mariana Flombaum, a cargo del proyecto de renovación.
Mariana Flombaum, a cargo del proyecto

Mariana Flombaum, al frente del estudio de diseño y arquitectura que lleva su nombre, trabajó en equipo con el arquitecto Jorge Gazaneo en proyecto y dirección, mientras que la construcción quedó a cargo del
arquitecto Pablo Ditaranto.

Sofá con funda de lino, mesas de madera blanqueada y otra, menor, de chapa negra plegada, rodeadas por poltronas con respaldo de cuero (todo del Estudio Mariana Flombaum).

El family (abajo) se ubicó como antesala del living. Las mesas con base de planchuela de hierro y el sillón donde todos se reúnen a ver series y partidos son diseño del Estudio. En la misma escala de grises, una foto que le gustaba a la dueña de casa se imprimió a medida. Agrandar el espacio común fue una de las premisas de la obra, de allí este nuevo family room, ubicado casi junto a la entrada, antes del living.

Gran fachada y merecido paisajismo

“El cambio más importante fue la fachada. Originalmente era de ladrillo a la vista, pero la cubrimos con un siding de hormigón blanco para lograr el estilo playero que los dueños buscaban”, nos explica Mariana Flombaum. Hormigón y pasto se alternan en la entrada para autos, mientras que con formas más cuadrada bajan los peldaños que siguen la sutil pendiente del terreno.

En el jardín delantero, Bárbara hizo grandes canteros con dietes, Gaura lindheimeri y Strelitzia nicolai, más alineadas con el nuevo estilo de la casa. “Este jardín es mi espacio de experimentación: acá pruebo muchas plantas antes de proponérselas a mis clientes”. Bárbara Rozanski, paisajista y dueña de casa, camina por el frente al que le dedicó un gran trabajo.

Una cocina para los 365 días del año

“Para que se pudiera para vivir acá de modo permanente, era claro que había que replantear la cocina a fondo: no era para nada funcional y tenía muy poco lugar de guardado”, comparte Bárbara Rozanski.

La cocina fue diseñada a medida con mobiliario laqueado en color verde celadón. Tanto las estanterías de hierro amuradas como las alacenas de puertas vidriadas y marcos blancos son diseño de Mariana Flombaum Uno de los pedidos de la dueña de casa fue más espacio de guardado en la cocina. Para aprovechar al máximo las paredes, el Estudio diseñó estanterías livianas en hierro blanco y alacenas con puertas de vidrio.

Felices exteriores

Vista hacia la galería. La ventana a la izquierda corresponde al living.

Los dueños de casa quisieron mantener los techos altos con tejas y la distribución en una sola planta con preponderancia del jardín. “Siempre nos gustó la vista al verde desde todos los ambientes”, dicen. En la galería se hizo un techo tipo pérgola con caños rectangulares que arman una grilla. La mesa en madera maciza, diseño del Estudio, se acompañó con unas sillas importadas, igual que el ventilador de techo.

El paisajismo me abrió un mundo fascinante en el que tenía todo por aprender, algo que me dio enorme energía y entusiasmo. Josefina Casares y Martina Barzi, de Pampa Infinita, despertaron en mí el amor por ese diseño.
Bárbara Rozanski, dueña de casa y creadora de Aloha Paisajismo

En el extremo de la pileta que tiene un gran escalón bajo para tomar sol en el agua, juego de muebles de exterior con colchonetas impermeables.

Sector privado

Frente a los cuartos que dan a la calle, Bárbara plantó grandes canteros que garantizan reparo, con plantas en un estilo más suelto que el que ofrecía la parquización original, con topiarios y arbustos de porte rígido. Los dormitorios tienen salida al jardín del frente, de un ancho que los aleja de la casa y un paisajismo que los protege de las miradas. La cama con baldaquino en madera maciza (Estudio Mariana Flombaum) se acompañó de textiles de lino e hilo de algodón tejido (Gutiérrez Deco).

“Armamos una caja monocromática muy luminosa para que mobiliario, arte y objetos se destacaran por su diseño y materialidad. Fue un modo más de darle nueva energía a la casa y transformar cada rincón”, dice Flombaum.