De broma a realidad: el chiste de 'El Gran Wyoming americano' se cumple con Trump
Lo que podría parecer una exageración o un simple chiste comentado en un programa televisivo de gran audiencia se ha convertido en realidad. Así ha sucedido con la ocurrencia del presentador Stephen Colbert, quien en 2010 bromeó con cambiar el nombre de El golfo de México por El Golfo de América. Para sorpresa de muchos, Donald Trump lo ha hecho realidad quince años después. El presentador del canal Comedy Central planteó este cambio después de que se produjera un trágico derrame de petróleo en el mar, "No creo que podamos llamarlo más el Golfo de México. Lo rompimos, lo compramos". Sin embargo, la intención era buena, en ese momento se mostró en pantalla un cartel con el nombre de Golfo de América para abrir una donación real con la que ayudar en la catástrofe medioambiental. Ahora está predicción se asemeja a las múltiples con las que han acertado Los Simpson en sus episodios. Para algunos, la serie muestra acontecimientos en sus capítulos que aún no han tenido lugar fuera de la pantalla, como el atentado del 11 de septiembre, la lesión de Neymar en la Copa Mundial de Brasil en 2014 o la invención del iPod. Los chistes contados por Colbert hace una década se pueden considerar hasta lights en comparación con las decisiones que se toman en una época en la que la demagogia más extremista es aceptada. Una era en la que es difícil diferenciar lo que puede ser una broma de mal gusto de la realidad. Esta acumulación de delirios deja paralizada la sensatez y el sentido común donde las redes sociales se convierten en rápidos canales de difusión. En los últimos tiempos se ha producido un giro dramático en la sociedad. Los políticos son ahora los cómicos que antes nos entretenían. La sociedad hiperconectada en la que vivimos nos permite seguir el show en el que parece que se ha convertido en los últimos tiempos la política. Los vídeos creados con IA para hacer guerra sucia contra el rival político de turno están en auge y no paran de recabar miles de likes en las redes. Los ha utilizado el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump para abordar el asunto de Gaza y el Partido Popular en España, con varios ejemplos como La isla de las corrupciones. El peligro radica en que quizá la sociedad esté demasiado metida en la burbuja e invierta su tiempo scrolleando en lugar de buscar el trasfondo de lo que nos quieren vender como simples comentarios cómicos. Quizá cuando levantamos la mirada de la pantalla sea demasiado tarde. Súmate a Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos. hazte socio
Lo que podría parecer una exageración o un simple chiste comentado en un programa televisivo de gran audiencia se ha convertido en realidad. Así ha sucedido con la ocurrencia del presentador Stephen Colbert, quien en 2010 bromeó con cambiar el nombre de El golfo de México por El Golfo de América. Para sorpresa de muchos, Donald Trump lo ha hecho realidad quince años después. El presentador del canal Comedy Central planteó este cambio después de que se produjera un trágico derrame de petróleo en el mar, "No creo que podamos llamarlo más el Golfo de México. Lo rompimos, lo compramos". Sin embargo, la intención era buena, en ese momento se mostró en pantalla un cartel con el nombre de Golfo de América para abrir una donación real con la que ayudar en la catástrofe medioambiental. Ahora está predicción se asemeja a las múltiples con las que han acertado Los Simpson en sus episodios. Para algunos, la serie muestra acontecimientos en sus capítulos que aún no han tenido lugar fuera de la pantalla, como el atentado del 11 de septiembre, la lesión de Neymar en la Copa Mundial de Brasil en 2014 o la invención del iPod. Los chistes contados por Colbert hace una década se pueden considerar hasta lights en comparación con las decisiones que se toman en una época en la que la demagogia más extremista es aceptada. Una era en la que es difícil diferenciar lo que puede ser una broma de mal gusto de la realidad. Esta acumulación de delirios deja paralizada la sensatez y el sentido común donde las redes sociales se convierten en rápidos canales de difusión. En los últimos tiempos se ha producido un giro dramático en la sociedad. Los políticos son ahora los cómicos que antes nos entretenían. La sociedad hiperconectada en la que vivimos nos permite seguir el show en el que parece que se ha convertido en los últimos tiempos la política. Los vídeos creados con IA para hacer guerra sucia contra el rival político de turno están en auge y no paran de recabar miles de likes en las redes. Los ha utilizado el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump para abordar el asunto de Gaza y el Partido Popular en España, con varios ejemplos como La isla de las corrupciones. El peligro radica en que quizá la sociedad esté demasiado metida en la burbuja e invierta su tiempo scrolleando en lugar de buscar el trasfondo de lo que nos quieren vender como simples comentarios cómicos. Quizá cuando levantamos la mirada de la pantalla sea demasiado tarde. Súmate a Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos. hazte socio
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