Un nuevo punto de partida para alumbrar la ciencia
El mobiliario de la reciente expansión del laboratorio del prestigioso instituto londinense Francis Crick ha sido diseñado por la empresa española IBR Innovación. Entre sus clientes también se encuentran grandes laboratorios de Europa, como GSK, Biolabs o EMBL Heidelberg. Sus soluciones flexibles y funcionales se han convertido en todo un reclamo para el sector en el que se han especializado: los laboratorios de I+D y los centros de investigación. Isaac Sáez Parra y Miguel Avanzini fundaron la empresa en 2020 después de trabajar juntos en la centenaria compañía Flores Valle, dedicada al mobiliario de cocinas industriales y de laboratorio tradicional. «Quebró durante la pandemia, y seguí con clientes y proyectos e Isaac y yo nos unimos para comenzar con la compañía», cuenta Miguel Avanzini. Dada su experiencia en el sector tenían claro que debían dar un giro al negocio y centrarse en un micro nicho . Han creado un registro industrial (IP) y ofrecen mobiliario de laboratorio inteligente que combina innovación, funcionalidad y calidad superior. La experiencia profesional en Flores Valles permitió a Miguel Avanzini entender que el mobiliario tradicional de laboratorio no era rentable, ya que se perdía dinero en el montaje. «Quería trabajar un sistema en el que no fuese necesario el montaje y hemos optado por un concepto rompedor en Europa en este nicho, el modular . El mobiliario se traslada en camión ya montado», resalta. Él mismo había trabajado el mercado norteamericano cuando Flores Valle trató de entrar en el mismo «pero su propuesta chocaba con lo que existía allí», así que optó por traer la apuesta americana y adaptarla a la normativa europea. «El mobiliario para este tipo de instalaciones requiere una flexibilidad que viene por la polivalencia del edificio y por las necesidades de I+D de los usuarios», cuenta el cofundador de IBR Innovación. Se trata de espacios cuyo uso muchas veces va cambiando, con más o menos personal, y los clientes valoran muy positivamente la citada flexibilidad . Y para conseguirla usan un sistema basado en laboratorios americanos, siendo de los pocos que lo ofrecen en Europa. Su fábrica está en Loeches (Madrid), aunque cuando hay volúmenes mayores de producción trabajan con una fábrica en Sevilla. Cuentan con mesas, armarios, estanterías y otros elementos para equipar los laboratorios y trabajan con materiales de alta calidad. «Nuestra mesa se basa en metal y tenemos varios modelos que están basados en el mismo concepto, pero con distintas características», aclara el cofundador. Utilizan materiales duraderos y resistentes que cumplen con las normas de seguridad y proporcionan un entorno de trabajo óptimo. La empresa se ocupa de realizar el diseño del mobiliario, pero han optado por externalizar otros procesos como la fabricación o el transporte. El 70% de su facturación procede de Reino Unido, donde han tenido muy buena acogida, y Alemania es el segundo mercado por importancia, representando alrededor de un 25% del negocio. El resto, en España, principalmente en Madrid y Barcelona. Desde que empezaron han visto crecer el negocio a muy buen ritmo, casi duplicando los números año tras año. Tienen en mente entrar este mismo año en Suiza, Benelux y Oriente Medio. Estados Unidos es otro de los países que les atrae mucho, pero «probablemente ahora no sea el momento». Aunque el concepto exista allí «hemos mostrado nuestros diseños a EE.UU. y también a Canadá y gusta mucho y se adapta a las características americanas», resalta Miguel Avanzini.
El mobiliario de la reciente expansión del laboratorio del prestigioso instituto londinense Francis Crick ha sido diseñado por la empresa española IBR Innovación. Entre sus clientes también se encuentran grandes laboratorios de Europa, como GSK, Biolabs o EMBL Heidelberg. Sus soluciones flexibles y funcionales se han convertido en todo un reclamo para el sector en el que se han especializado: los laboratorios de I+D y los centros de investigación. Isaac Sáez Parra y Miguel Avanzini fundaron la empresa en 2020 después de trabajar juntos en la centenaria compañía Flores Valle, dedicada al mobiliario de cocinas industriales y de laboratorio tradicional. «Quebró durante la pandemia, y seguí con clientes y proyectos e Isaac y yo nos unimos para comenzar con la compañía», cuenta Miguel Avanzini. Dada su experiencia en el sector tenían claro que debían dar un giro al negocio y centrarse en un micro nicho . Han creado un registro industrial (IP) y ofrecen mobiliario de laboratorio inteligente que combina innovación, funcionalidad y calidad superior. La experiencia profesional en Flores Valles permitió a Miguel Avanzini entender que el mobiliario tradicional de laboratorio no era rentable, ya que se perdía dinero en el montaje. «Quería trabajar un sistema en el que no fuese necesario el montaje y hemos optado por un concepto rompedor en Europa en este nicho, el modular . El mobiliario se traslada en camión ya montado», resalta. Él mismo había trabajado el mercado norteamericano cuando Flores Valle trató de entrar en el mismo «pero su propuesta chocaba con lo que existía allí», así que optó por traer la apuesta americana y adaptarla a la normativa europea. «El mobiliario para este tipo de instalaciones requiere una flexibilidad que viene por la polivalencia del edificio y por las necesidades de I+D de los usuarios», cuenta el cofundador de IBR Innovación. Se trata de espacios cuyo uso muchas veces va cambiando, con más o menos personal, y los clientes valoran muy positivamente la citada flexibilidad . Y para conseguirla usan un sistema basado en laboratorios americanos, siendo de los pocos que lo ofrecen en Europa. Su fábrica está en Loeches (Madrid), aunque cuando hay volúmenes mayores de producción trabajan con una fábrica en Sevilla. Cuentan con mesas, armarios, estanterías y otros elementos para equipar los laboratorios y trabajan con materiales de alta calidad. «Nuestra mesa se basa en metal y tenemos varios modelos que están basados en el mismo concepto, pero con distintas características», aclara el cofundador. Utilizan materiales duraderos y resistentes que cumplen con las normas de seguridad y proporcionan un entorno de trabajo óptimo. La empresa se ocupa de realizar el diseño del mobiliario, pero han optado por externalizar otros procesos como la fabricación o el transporte. El 70% de su facturación procede de Reino Unido, donde han tenido muy buena acogida, y Alemania es el segundo mercado por importancia, representando alrededor de un 25% del negocio. El resto, en España, principalmente en Madrid y Barcelona. Desde que empezaron han visto crecer el negocio a muy buen ritmo, casi duplicando los números año tras año. Tienen en mente entrar este mismo año en Suiza, Benelux y Oriente Medio. Estados Unidos es otro de los países que les atrae mucho, pero «probablemente ahora no sea el momento». Aunque el concepto exista allí «hemos mostrado nuestros diseños a EE.UU. y también a Canadá y gusta mucho y se adapta a las características americanas», resalta Miguel Avanzini.
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