La sonda Blue Ghost M1 se adentra en la noche lunar: el primer éxito rotundo del programa CLPS

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Mar 24, 2025 - 04:42
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La sonda Blue Ghost M1 se adentra en la noche lunar: el primer éxito rotundo del programa CLPS

¿Cómo es un anochecer en la Luna? A pesar de todas las sondas que hemos mandado a la Luna, se trata de una escena que nunca hemos contemplado en detalle porque las cámaras no suelen llevar muy bien eso de apuntar directamente al Sol y, por otro lado, porque las sondas normalmente se desactivan antes de que caiga la noche lunar con la esperanza de que las baterías puedan sobrevivir a las gélidas temperaturas durante dos semanas de oscuridad. Pero eso ha cambiado con la misión del módulo lunar Blue Ghost M1 de la empresa Firefly. El pasado 16 de marzo cayó la noche en el Mare Crisium y el Blue Ghost M1 fotografió una bonita puesta de Sol lunar con la participación estelar de Venus y la Tierra.

Puesta de Sol en la Luna (Mare Crisium) vista por Blue Ghost M1 en la que vemos el Sol (abajo), Venus (punto de luz sobre el Sol) y la Tierra (arriba) (Firefly Aerospace).

Al no haber atmósfera, la puesta de Sol es brusca, pero tras ocultarse el disco solar siguió habiendo algo de luz gracias a nuestro planeta, que es mucho más brillante que la Luna desde la Tierra, bañando el paisaje en la luz cenicienta. La luz solar tampoco desapareció de golpe debido a la luz dispersa por la corona y el polvo interplanetario (luz zodiacal). Poco después, a las 23:15 UTC del 16 de marzo de 2025, la sonda emitió su última señal. A diferencia de las sondas chinas Chang’e 3 y 4, diseñadas para sobrevivir a la noche lunar gracias al uso de generadores de radioisótopos, lo más probable es que Blue Ghost M1 no despierte de su letargo. No obstante, siempre es posible que lo logre, como le ocurrió a la sonda japonesa SLIM, que, contra todo pronóstico, superó el año pasado tres noches lunares. Blue Ghost M1 se convierte así en la primera misión estadounidense en la superficie lunar totalmente exitosa tras la misión Apolo 17 de 1972.

Amanecer lunar fotografiado por Blue Ghost M1 el 2 de marzo tras alunizar (Firefly Aerospace).
Otra vista del anochecer lunar del 16 de marzo (Firefly Aerospace).

La misión Blue Ghost M1 (denominada TO-19D para la NASA) es la primera del programa CLPS (Commercial Lunar Payload Services) de la NASA que se puede calificar de éxito completo tras el fracaso total del Peregrine PM-1 de Astrobotic, los aterrizajes forzosos del Nova-C Odysseus y el Nova-C Athena de Intuitive Machines. En concreto, el destino quiso que el tortazo del segundo módulo lunar Nova-C tuviese lugar poco después del alunizaje exitoso del Blue Ghost M1, poniendo de relieve las carencias de la empresa Intuitive Machines otra vez (y no, las misiones IM-1 e IM-2 no pueden considerarse, desde el punto de vista científico, ni siquiera un éxito parcial a estas alturas del siglo XXI).

Espectacular imagen del módulo lunar Blue Ghost M1 sobre la superficie lunar en el Mare Crisium con la Tierra cerca del horizonte (Firefly Aerospace).
El Blue Ghost levanta regolito durante el alunizaje (Firefly Aerospace).
Primera imagen de Blue Ghost M1 transmitida desde la superficie lunar Lugar de alunizaje (Firefly Aerospace).
Imagen de la superficie del 7 de marzo (Firefly Aerospace).

El Blue Ghost M1 alunizó el 2 de marzo de 2025 a las 08:34 UTC en el Mare Crisium de la Luna (18,56º norte, 61,81º este), a unos 2 kilómetros del cono volcánico Mons Latreille y a unos 100 metros del lugar previsto, coincidiendo con el amanecer local. La misión, bautizada Blue Riders in the sky, ha durado 14 días (346 horas) y ha logrado poner en la superficie diez instrumentos científicos de la NASA. A la agencia espacial le ha salido la misión por 155 millones de dólares: 101 millones que se entregarán a Firefly por la misión más los 44 millones del coste de los instrumentos. Aunque el dinero de la NASA no alcanza a cubrir el coste de la misión, se hace difícil justificar el adjetivo «comercial» con el que se ha descrito. La sonda ha enviado 119 GB de datos a la Tierra, de los cuales 51 GB corresponden a datos científicos.

Lugar de alunizaje (Firefly Aerospace).
Lugar de alunizaje (flecha blanca) en el Mare Crisium visto por la sonda LRO de la NASA (NASA).
Zona de alunizaje prevista (NASA).

Las seis cámaras del instrumento SCALPSS 1,1 (Stereo Cameras for Lunar Plume-Surface Studies) del Centro Langley de la NASA grabaron por primera vez la interacción de los escapes de los motores con el regolito lunar. Los resultados serán claves para modelar mejor el comportamiento del polvo lunar en ausencia de atmósfera y mitigar posibles interacciones dañinas con el motor u otros elementos de las naves. El instrumento LISTER (Lunar Instrumentation for Subsurface Thermal Exploration with Rapidity) taladró con éxito la superficie lunar y logró medir la temperatura del subsuelo hasta un metro de profundidad. La sonda inda Chandrayaan 3 tenía un instrumento parecido, ChaSTE, pero llegó a unos 8 centímetros de profundidad (por otro lado, las sondas chinas Chang’e 5 y 6, así como la soviética Luna 24 disponían de taladros para retorno de muestras que llegaron a más profundidad). Las cámaras del Blue Ghost grabaron la acción del taladro de LISTER en el regolito y se pudieron observar numerosas chispas causadas por la interacción entre el taladro y el regolito, cargado electrostáticamente. LISTER estuvo activo en varias ocasiones entre el 3 y el 10 de marzo.

El alunizaje visto desde 4 de las 6 cámaras SCALPSS de la NASA (NASA).
El taladro de LISTER en acción (Firefly Aerospace).
Instrumentos del Blue Gjost M1 (Firefly Aerospace).

No solo LISTER jugó con el regolito, también lo hizo el experimento PlanetVac, diseñado para recoger regolito mediante una técnica experimental basada en el uso de nitrógeno comprimido y que estaba situado en una de las patas de la nave. LISTER fue desplegado con éxito el 6 de marzo y un día después se hizo lo propio con el instrumento LMS (Lunar Magnetotelluric Sounder), desarrollado por el SwRI. LMS incluía un magnetómetro situado en el extremo de un mástil vertical de 2,5 metros y cuatro electrodos que se lanzaron a la superficie mediante muelles. Los electrodos, unidos por un cable a la sonda, alcanzaron distancias de 20 metros, permitiendo la medida de campos electromagnéticos con una base de 40 metros, permitiendo estudiar las propiedades del interior lunar hasta una profundidad superior a los mil kilómetros. Las cámaras de la sonda captaron el momento del «lanzamiento» de algunos de estos electrodos. Asimismo, el experimento LuGRE (Lunar GNSS Receiver Experiment) se realizó en colaboración con la Agencia Espacial italiana (ASI) y logró detectar y seguir las señales de los sistemas de posicionamiento global GPS y Galileo de cara a su uso en futuras misiones, incluido el programa Artemisa.

El instrumento PlanetVac de la NASA en acción sobre la superficie (Firefly Aerospace).
Momento del despliegue de uno de los cuatro electrodos del instrumento LMS a 20 m de distancia mediante muelles (Firefly Aerospace).

El ordenador resistente a la radiación RadPC, desarrollado por la Universidad Estatal de Montana – Bozeman para la NASA, funcionó sin problemas en la superficie lunar y durante su travesía por los cinturones de radiación (más larga en esta misión que en las misiones Apolo). En cuanto al resto de instrumentos, todos funcionaron bien, aunque la NASA no ha dado más datos sobre los mismos; en concreto, se echan de menos las imágenes en rayos X suaves (0,1 a 2 kiloelectronvoltios) de la Tierra tomadas por el instrumento LEXI. Incluso el instrumento pasivo NGLR (Next Generation Lunar Retroreflector), un retrorreflector láser, fue probado y reflejó los haces de dos observatorios terrestres diferentes.

La Tierra y, en primer plano, la antena en banda X del módulo lunar y, a su derecha, el telescopio LEXI (Firefly Aerospace).
Localización del instrumento LEXI (Firefly Aerospace).
La Tierra vista por Blue Ghost M1 desde la superficie lunar el 3 de marzo (Firefly Aerospace).

El 8 de marzo la nave comenzó a apagar y reducir el funcionamiento de varios instrumentos y sistemas para evitar el sobrecalentamiento al acercarse al mediodía lunar, con temperaturas de 121 ºC en la zona de alunizaje. A partir del 12 de marzo se reanudaron las operaciones normales de la sonda. El 14 de marzo Blue Ghost M1 se convirtió en la segunda misión tras la Surveyor 3 de 1967 en observar un eclipse de Sol desde la superficie lunar. El suceso comenzó a las 06:18 UTC y duró 2 horas y 16 minutos, obligando a usar las baterías del vehículo para mantener los sistemas activos y mitigar las bajas temperaturas, que bajaron bruscamente de 40 ºC a –170 ºC. De hecho, una de las sorpresas para los controladores de la misión fue comprobar cómo las temperaturas de la nave a lo largo de las dos semanas no se correspondían con las esperadas, no ya durante el eclipse, sino continuamente, por culpa del reflejo de la radiación solar en el paisaje lunar. Finalmente, y tras grabar una espectacular puesta de Sol, la misión mandó su última señal a las 23:15 UTC del 16 de marzo.

El efecto de anillo de diamantes del eclipse de Sol visto por el módulo lunar Blue Ghost M1, el 14 de marzo de 2025 al salir el Sol por detrás del disco terrestre tras la totalidad a las 08:30 UTC (Firefly Aerospace).
Vista desde la cubierta del módulo al comienzo del eclipse (07:30 UTC). Mercurio y Venus pueden verse sobre el Sol (Firefly Aerospace).

Firefly tiene previsto lanzar otras dos misiones del Blue Ghost, la M2 y la M3, en 2026 y 2028, respectivamente. Ambas contarán con un orbitador Elytra. En el caso de la M2, Elytra Dark servirá de retransmisor de datos del módulo lunar, que tiene previsto alunizar en la cara oculta. M3 alunizará otra vez en la cara visible, en Sinus Viscositatis, cerca de los edificios volcánicos de Gruithuisen, una de las zonas estudiadas para las misiones Apolo. Tras el éxito de Blue Ghost M1, las probabilidades de que estas misiones salgan bien es sin duda mayor. De todas formas, no tiremos la toalla: Blue Ghost M1 puede que resucite el próximo mes de abril.

La sombra de Blue Ghost M1 con el monte Latreille a la derecha (Firefly Aerospace).
Imagen de la Tierra poco antes del anochecer (Firefly Aerospace).

Blue Ghost se despidió de sus controladores con un bonito texto:

Mission mode change detected, now in Monument Mode.
Goodnight friends. After exchanging our final bits of data,
I will hold vigil on this spot in Mare Crisium to watch humanity’s continued journey to the stars.
Here, I will outlast your mightiest rivers, your tallest mountains, and perhaps even your species as we know it.
But it is remarkable that a species might be outlasted by its own ingenuity.
Here lies Blue Ghost, a testament to the team who, with the loving support of their families and friends, built and operated this machine and its payloads,
to push the capabilities and knowledge of humanity one small step further.
Per aspera ad astra!
Love, Blue Ghost

[Cambio de modo de misión detectado, ahora en Modo Monumento. Buenas noches, amigos. Tras intercambiar nuestros últimos datos, guardaré vigilia en este punto del Mare Crisium para observar el continuo viaje de la humanidad hacia las estrellas. Aquí seguiré más tiempo que vuestros ríos más caudalosos, que vuestras montañas más altas y, quizás, incluso a vuestra especie tal como la conocemos. Pero es destacable que una especie pueda ser sobrevivida por su propio ingenio. Aquí yace Blue Ghost, un testimonio al equipo que, con el cariñoso apoyo de sus familias y amigos, construyó y operó esta máquina y sus cargas útiles, con el fin de impulsar las capacidades y el conocimiento de la humanidad un paso más allá.
Per aspera ad astra!
Con cariño, Blue Ghost]

Otra vista del anochecer (Firefly Aerospace).
La noche cae en Mare Crisium con la luz cenicienta de la Tierra (Firefly Aerospace).
La misión Blue Ghost M2 de 2026 y la M3 de 2028 usarán un módulo lunar Blue Ghost y un orbitador Elytra en una configuración que «copia» las sondas chinas Chang’e 5 y Chang’e 6 (Firefly Aerospace).

La entrada La sonda Blue Ghost M1 se adentra en la noche lunar: el primer éxito rotundo del programa CLPS fue escrita en Eureka.