El papel de los juristas en la demolición de las democracias liberales
Un dato que muchas veces pasa desapercibido es que los sistemas jurídicos nacionales apenas cambiaron formalmente durante el auge de los fascismos en Europa Occidental, ni tampoco en la Oriental con el advenimiento posterior del comunismo. Hitler nunca abolió oficialmente la Constitución de Weimar, y nunca desmanteló del todo el Estado normativo en Alemania, más bien se aprovechó de él intensamente. Mussolini lo respetó todavía más (de hecho, su pervivencia resultó decisiva en su caída final). Por supuesto, los códigos básicos del Derecho de esos países apenas sufrieron modificaciones. Lo mismo ocurrió en los países del Este durante las dictaduras comunistas. A este respecto resulta interesante recordar el comentario de Václav Havel sobre cómo el ordenamiento jurídico de la Checoslovaquia comunista apenas se diferenciaba formalmente de los occidentales. «Si alguien no supiera nada de la vida de nuestro país y solo conociera sus leyes, no podrá entender de qué nos lamentamos». De hecho, apenas podría encontrarse diferencias con la Europa democrática: los mismos procedimientos, las mismas declaraciones de derechos, el mismo contenido material… Y, sin embargo, en la realidad la diferencia era brutal, porque lo que era totalmente distinto era su aplicación. La discreta manipulación de los tribunales, la falta […]
Un dato que muchas veces pasa desapercibido es que los sistemas jurídicos nacionales apenas cambiaron formalmente durante el auge de los fascismos en Europa Occidental, ni tampoco en la Oriental con el advenimiento posterior del comunismo. Hitler nunca abolió oficialmente la Constitución de Weimar, y nunca desmanteló del todo el Estado normativo en Alemania, más bien se aprovechó de él intensamente. Mussolini lo respetó todavía más (de hecho, su pervivencia resultó decisiva en su caída final). Por supuesto, los códigos básicos del Derecho de esos países apenas sufrieron modificaciones. Lo mismo ocurrió en los países del Este durante las dictaduras comunistas. A este respecto resulta interesante recordar el comentario de Václav Havel sobre cómo el ordenamiento jurídico de la Checoslovaquia comunista apenas se diferenciaba formalmente de los occidentales. «Si alguien no supiera nada de la vida de nuestro país y solo conociera sus leyes, no podrá entender de qué nos lamentamos». De hecho, apenas podría encontrarse diferencias con la Europa democrática: los mismos procedimientos, las mismas declaraciones de derechos, el mismo contenido material… Y, sin embargo, en la realidad la diferencia era brutal, porque lo que era totalmente distinto era su aplicación. La discreta manipulación de los tribunales, la falta […] 
